El gigante Blackrock compra el fondo GIP, dueño del 20% de Naturgy, por más de 11.400 millones

Economía

12 de enero de 2024 15:53 h

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Movimiento de calado en los fondos de inversión. Blackrock, el mayor inversor del mundo, ha anunciado este viernes la compra de Global Infrastructure Partners (GIP) por 12.500 millones de dólares (unos 11.400 millones de euros) en la que es su mayor operación en una década. La principal gestora del planeta se convierte así en el segundo mayor inversor en infraestructuras del mundo, con extensión en nuestro país al ser el tercer accionista de Naturgy con el 20%.

Blackrock ha informado en un comunicado que pagará 3.000 millones de dólares en efectivo a los dueños de GIP y el resto lo concederá en acciones de la compañía, convirtiendo a estos directivos en el segundo accionista del mayor inversor financiero del mundo. Además de Naturgy, entre los activos más destacados de este fondo de inversión se encuentran el aeropuerto de Gatwick, en Londres, o el de Sidney.

El movimiento anunciado este viernes supone que Blackrock gana todavía más poder en el sector energético de nuestro país. La gestora ya figuraba entre los grandes accionistas de Iberdrola, Repsol, Redeia o Enagás. En Naturgy, con el 20% que adquiere de GIP se convierte en el tercer accionista, solo por detrás de Criteria, el holding de La Caixa, o de CVC. En los últimos meses se había especulado en el mercado con el intento de GIP de desprenderse de su participación en la compañía.

GIP y Blackrock tienen, a priori, estrategias distintas. GIP es un fondo de inversión que busca un rendimiento en un determinado espacio de tiempo para su posterior venta a un precio mayor. Por ello, se implica en la toma de decisiones de la compañía. Blacrock, por su parte, es conocido por ser un inversor pasivo, que invierte replicando determinados índices bursátiles y se mantiene posteriormente en la compañía sin intervenir de manera directa en la toma de decisiones.

Según ha informado 'Financial Times' esta operación anunciada ahora comenzó en realidad en otoño, cuando Blackrock se acercó al fondo de inversión buscando un modelo de negocio que se adaptara al creciente apetito de los mercados financieros por “fondos de inversión a largo plazo centrados en la descarbonización, la seguridad energética y las redes eléctricas”. Con esta operación, que aporta a Blackrock 106.000 millones en activos, la compañía se convierte en el segundo mayor inversor de infraestructuras del mundo por detrás de Macquaire.

Blackrock es el mayor inversor del mundo con unos activos gestionados de más de 10 billones de dólares entre acciones, deuda y otros productos financieros. En España, además del sector energético, es el principal inversor entre los bancos cotizados del país, aunque en ninguno de ellos participa en el consejo de administración.

La prensa especializada encuadra esta operación en un proceso de consolidación que viene tiempo gestándose en el sector financiero. Grandes fondos de inversión que no son cotizados buscan vías para atraer capital a sus distintos vehículos financieros y se preparan para salir a Bolsa, como es el caso de CVC, el fondo que participa en los ingresos del fútbol español, o General Atlantic y L Catterton.