El Consejo de Ministros ha autorizado la firma de los Acuerdos Económico y Comercial Global, y de Asociación Estratégica entre Canadá y la Unión Europea (UE) y sus Estados miembros, que contempla la supresión de aranceles en la práctica totalidad de las mercancías intercambiadas entre la UE y Canadá.
Así lo ha señalado la vicepresidenta y portavoz del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha recordado que en 2009 se iniciaron las negociaciones de este acuerdo, que es un acuerdo comercial preferencial que incluye compromisos de liberalización en el comercio de bienes y servicios, además de capítulos sobre inversiones o compras públicas.
Junto al mismo, el otro pilar sobre el que se pretende fundamentar la relación UE-Canadá es el Acuerdo de Asociación Estratégica cuyas negociaciones fueron paralelas a las del primero.
El nuevo acuerdo contempla la supresión de aranceles en la práctica totalidad de las mercancías intercambiadas entre la Unión Europea y Canadá. Esto beneficiará particularmente a las exportaciones españolas en el sector de los alimentos procesados, vinos y licores, ha subrayado Sáenz de Santamaría.
La vicepresidenta también dice que e el sector del automóvil en España se beneficiará de las nuevas reglas de origen pactadas. En lo que respecta al comercio de servicios e inversiones, el acuerdo cubre sectores como la banca, la auditoría o los seguros.
Por otra parte, se introducen mejoras en la movilidad de personal desplazado, como puede ser el caso de personal altamente cualificado o de proveedores de servicios, además de establecer un marco para el reconocimiento de las cualificaciones profesionales.
Este acuerdo, al igual que el de Asociación Estratégica, será firmado, en primer lugar, por los Estados miembros de la Unión y, posteriormente, el 27 de octubre, lo harán la propia Unión Europea y Canadá durante la Cumbre que celebrarán en esa fecha.
Hoy mismo se ha sabido que el parlamento de Valonia, la región francófona de Bélgica, ha confirmado este viernes su oposición al tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA por sus siglas en inglés) una postura que podría bloquear la aplicación del mismo puesto que impide al Gobierno belga dar su visto bueno a la firma del acuerdo. Esto arrastraría al resto de países miembro que el resto de países el martes 18 de octubre para autorizar el acuerdo.