El Gobierno comunica a Bruselas que ingresará 6.847 millones más en 2021 con nuevos impuestos y la subida del IVA a las bebidas azucaradas

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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España está siendo el país más golpeado por la crisis sanitaria y económica del coronavirus en toda la Unión Europea. Y así lo reflejan las previsiones del Gobierno, con una caída del 11,2% a final de año, además de un paro del 17%. Por eso urge el fondo de recuperación europea, que ha adjudicado a España 140.000 millones entre subvenciones (72.000) y préstamos (68.000). El Gobierno confía en que una parte de esas transferencias, hasta 27.000 millones, lleguen en 2021, si bien el fondo aún requiere de trámites parlamentarios y evaluaciones de cada proyecto a financiar.

Así lo ha trasladado a la Comisión Europea en su Plan Presupuestario para 2021 este jueves. Si al final llega ese dinero europeo, el Ejecutivo confía en cerrar 2021 con un crecimiento del PIB de 9,8%.

En todo caso, el Ejecutivo presenta a Bruselas unas “medidas tributarias para una fiscalidad más justa y progresiva” con las que espera recaudar 6.847 millones extra. ¿Y cuáles son esos impuestos? “Por ejemplo”, explica una nota enviada por el ministerio de Hacienda, “en 2021 se aplicará el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales y el Impuesto sobre Transacciones Financieras, que fueron aprobados recientemente por el Parlamento y que permitirán modernizar el sistema fiscal y adaptarse a la nueva realidad económica. El próximo año también se impulsará la fiscalidad medioambiental, en línea con las recomendaciones de la Comisión Europea. En este contexto, se enmarca la creación del Impuesto sobre Envases de Plástico de un solo uso, que ya ha superado el trámite de información pública”. 

El documento añade una subida impositiva impulsada por el ministerio de Consumo, de Alberto Garzón, que en Industria y Agricultura veían con recelo: “El incremento del IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas del 10% al 21%, cuyo objetivo es favorecer hábitos más saludables”. 

En el plan enviado a la Comisión Europea también se incluye “el proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal que permitirán reforzar el control de las prácticas irregulares asociadas a las nuevas tecnologías, combatir la economía sumergida mediante la bajada del límite de pagos en efectivo en el ámbito profesional y también combatir la elusión fiscal de las grandes multinacionales para hacer un sistema tributario más justo”. 

Medidas frente a la COVID

El plan presupuestario enviado a Bruselas incluye el impacto de las medidas aprobadas este año para luchar contra la emergencia sanitaria y económica de la pandemia.

Así, se incluyen los 16.000 millones de transferencias para las comunidades autónomas. Además, “se aprobaron medidas para apoyar a las familias y a los trabajadores, así como a los colectivos más vulnerables y también a las empresas por valor de 55.588 millones de euros en 2020”, explica Hacienda. Entre estas medidas se encuentran los ERTEs y la prestación por cese de actividad de los autónomos que ha beneficiado a un millón y medio de trabajadores por cuenta propia. 

A ello hay que añadir las medidas para aliviar las cargas fiscales y de cotizaciones de las empresas y los autónomos –“con un impacto de casi 1.000 millones de euros”–.

“Asimismo, el Ejecutivo también ha puesto en marcha distintas líneas de avales y garantías por valor de 154.400 millones de euros para garantizar la viabilidad de empresas afectadas por la pandemia y, en segunda instancia, financiar proyectos de inversión que permitan fortalecer y ampliar nuestro tejido productivo”, afirma el Gobierno: “Todas las medidas aprobadas por el Gobierno para luchar contra la pandemia y mitigar la crisis suman 210.910 millones de euros en 2020”.

Permiso de paternidad a 16 semanas

El documento enviado a la Comisión Europea Presupuestario recoge la revalorización de las pensiones en 2021 “según la inflación prevista” –si bien la inflación en estos momentos está siendo negativa–.

Asimismo, el plan presupuestario incluye “el aumento gradual del permiso de paternidad que se eleva de 12 a 16 semanas, lo que permite la equiparación con los permisos de maternidad”.