Sin noticias (oficiales) del déficit de 2013. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha guardado el dato del déficit público en 2013 que aún no se ha publicado. España tenía que conseguir achicar el tamaño del agujero del sector público hasta el 6,5% y el silencio de Rajoy, que en el debate del año pasado sí anunció triunfante el dato de déficit, hace presagiar que la cifra final está lejos de los criterios de Bruselas.
Para apuntalar esta hipótesis, el debate del estado de la nación ha coincidido con la publicación, por parte de la Comisión Europea, de las previsiones económicas de invierno. En ellas, Bruselas dice que España cerró 2013 con un déficit del 7,2%.
Si el agujero en las cuentas es del tamaño estimado por Bruselas, España se habría desviado del objetivo previsto por Bruselas, que lo había fijado en un 6,5%. Con todo, no está clara la desviación, ya que en los pronósticos emitidos hoy Bruselas tiene en cuenta las ayudas a la banca que luego no se contemplan en las metas fijadas para la contención presupuestaria. Estas ayudas equivalen a cerca del 0,5% del PIB, así que la desviación final del Estado puede concretarse en unas décimas. Hacienda aseguró hasta el mes pasado que iba a cumplir con esta meta pero el último mes del año ha descabalgado definitivamente las cuentas públicas. La Comisión Europea llevaba ya meses avisando, desde que en otoño Hacienda le remitió su proyecto de Presupuestos Generales para 2014, que el déficit tenía muchos visos de descarrilar.
Si el Gobierno se ha desviado de los objetivos marcado en la senda de austeridad pactada con el resto de socios del euro, puede tener que imponer medidas de ajustes extraordinarias en 2014, de nuevo algo que ya habían advertido los organismos internacionales. Además, y siempre según las estimaciones de Bruselas, el Ejecutivo español sí cumpliría con los compromisos en 2014 de reducir el déficit hasta el equivalente a un 5,8% del PIB pero volvería a salirse de la senda establecida en los años siguientes.
En lo que sí han coincidido hoy la Comisión Europea y el Gobierno es en la previsión de crecimiento para 2014. Ambos han elevado el pronóstico inicial hasta el 1% del PIB, una cifra que está en línea con las del resto de las casas de análisis públicas y privadas. Sin embargo, cabe recordar que el Gobierno y la Comisión Europea se equivocan de forma sistemática en sus previsiones económicas. Ambas subidas son relevantes ya que el Gobierno preveía crecer en 2014 un 0,7% y Bruselas un 0,5%.
Para 2015, el Gobierno ha elevado su previsión económica a un 1,5%, y Bruselas se ha lanzado a pronosticar una subida del 1,7% del PIB. Estas cifras ya marcarían una velocidad sostenidad de la recuperación con la que se podría incluso crear empleo.
Sin embargo, el Gobierno asegura que con la previsión del 1% de crecimiento ya se puede crear empleo neto. Algo con lo que concuerda, pero muy tímidamente, Bruselas que apunta a una mejora del 0,1% del empleo para 2014. En cuanto a la tasa de paro, Bruselas cree que se quedará en un 25,7% en 2014, un nivel como es obvio, elevadísimo.
El Ejecutivo no se ha atrevido a dar una cifra concreta de mejora de empleo pero sí se ha arriesgado a aventurar que “a día de hoy” (con los datos de febrero) se habría creado empleo ya que habría más afiliados a la Seguridad Social que en las mismas fechas que el año pasado. Con todo, Rajoy ha jugado al equívoco durante todo el discurso con las cifras de empleo y paro, al tomar datos de paro registrado o de EPA, así como de afiliación media o de afiliación a final de mes, según le conviniera el resultado.