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El Gobierno defiende que las medidas focalizadas por renta han aliviado un 40% del daño de la inflación a los más pobres

El Gobierno defiende que las medidas focalizadas por renta han aliviado un 40% del daño de la inflación a los más pobres. La suma de estas medidas focalizadas (subida del 15% del IMV y de las pensiones contributivas, cheque de 200 euros...) y las de precios en general (bajadas de impuestos, descuento a los carburantes...) habría amortiguado en total un 60% de la pérdida de poder adquisitivo de las familias con menos ingresos en 2022.

El director general de análisis macroeconómico del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Víctor Ausín, ha presentado este miércoles un análisis de las medidas 'anti inflación' aprobadas por el Gobierno en 2022, y ha reconocido que “las medidas de precios”, las que afectan a todos los ciudadanos por igual, han aliviado la pérdida de capacidad de compra más o menos en la misma medida en todos los tramos de renta.

Sin embargo, las medidas focalizadas han marcado la diferencia, elevando la protección a los hogares más pobres. Sobre todo al 20% de familias con menos ingresos, según los cálculos del propio Ministerio de Asuntos Económicos.

“Teníamos dos grandes grupos de medidas. Las medidas de 'precios': el mecanismo ibérico, la bonificación de los carburantes, la reducción de los IVA de gas y electricidad, y de impuestos especiales... Estas medidas mitigan el impaco [de la inflación] a todas las rentas por igual. Las que consiguen más redistribución del impacto son las medidas de 'rentas'. Ahí tenemos el aumetno del [15%] Ingreso mínimo vital (IMV), de las pensiones no contributivas, el cheque de 200 euros...”, ha explicado Víctor Ausín, en un evento organizado por el centro de análisis Funcas.

“Para el 20% de las familias con menos renta, se redujo el choque en un 50% [en total]. Y para el 40% de los hogares con menos ingresos, se redujo en un 35%”, ha detallado el director general [en el gráfico del Gobierno la división de los tramos de renta es por deciles, mientras que Víctor Ausín los agrupado en su discurso].

Para entender este impacto hay que recordar que la inflación daña más el poder adquisitivo de los más pobres, porque son estos los que dedican un mayor porcentaje de sus ingresos totales a alimentación y energía, lo que más a subida en esta crisis de precios.

En esta misma línea, el Banco de España calculó en febrero que las rebajas de impuestos y los descuentos generalizados benefician más a las rentas más altas, porque de media gastan más al tener más coches o más casas, y más grandes, y adquieren alimentos más caros.

Un cheque de 860 euros

En ese mismo informe, la institución propuso sustituir todas las medidas “por una transferencia puntual de renta de 860 euros focalizada en el 30% de los hogares con menor renta”. Según defiende, este pago único “mantendría el nivel de protección de estos hogares pero reduciría el coste presupuestario de la intervención publica la mitad”.

Según las cifras que maneja el Banco de España, el ahorro del 10% de las familias más pobres apenas fue de 100 millones de euros con la bonificación de los carburantes. Y, según otros análisis, este ahorro prácticamente se ciñó al ámbito rural, porque las rentas bajas no disponen en general de vehículos con motor de combustión. Por eso, desde el primer plan de choque aprobado en marzo de 2022, muchos economistas pidieron medidas para el transporte público, que el Gobierno no implementó hasta el verano.

En el otro extremo, para el 10% de familias más ricas, el descuento de 20 céntimos en la gasolina y el diésel implicó un ahorro de casi 500 millones de euros en total. El efecto funciona siempre en una progresión ascendente (regresiva) cuando aumenta la renta de los hogares, según los cálculos del Banco de España.

Y ocurre lo mismo con las bajadas del IVA, aunque con menos pendiente (es decir, la diferencia del ahorro es menor entre las rentas más altas y las más bajas que en el caso de los descuentos en las gasolineras).

La rebaja de impuestos en los supermercados, por ejemplo, consigue un ahorro de 450 millones para el 10% de familias más pobres. Un cifra que sube a 750 millones para el decil de hogares más ricos. Y eso, suponiendo que los comercios repercuten la bajada del IVA en los precios de los alimentos por completo, sobre lo que han surgido muchas dudas desde que se anunció la medida.