La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ha confirmado este viernes tras el consejo de ministros que no tiene los apoyos necesarios para derogar la reforma laboral que aprobó el Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2013. “No es el momento oportuno, es difícil convalidar un decreto ley para derogar la reforma laboral. No es un fracaso, es realismo”, ha explicado la ministra.
Aunque el Gobierno de Pedro Sánchez se resistía a admitir que no tenía el respaldo parlamentario suficiente para cumplir una de sus promesas electorales, derogar la reformal laboral del PP, ha tenido que asumir finalmente que en esta legislatura no podrá cambiar esta norma.
“El gobierno ha valorado la situación política. Con unas las elecciones convocadas, hemos considerado unas medidas de urgencia y necesidad pero hay otras en las que no es posible cerrar un acuerdo, relacionadas con aspectos de la reforma laboral. El Gobierno tiene que ser realista y saber qué terreno pisa en casa momento”, ha señalado Valerio.
Con 84 diputados, el PSOE solo contaba con el respaldo explícito de Unidos Podemos para derogar la reforma laboral. La ministra ha añadido que el Ejecutivo “había sopesado los pros y los contras de llevar un decreto ley modificando aspectos de la reforma laboral. Una vez sopesados, hemos llegado a la conclusión de que no íbamos a contar con los apoyos suficientes en la Diputación Permanente porque era difícil acercar posturas”.
Los sindicatos CCOO y UGT han estado hasta el último día pidiendo al Gobierno que no cediera a las presiones de otros partido y del entorno empresarial. Este miércoles, los secretarios generales de ambas formaciones, Unai Sordo y Pepe Álvarez, coincidieron con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Conferencia Nacional Tripartita sobre el trabajo en el que le urgieron a modificar la reforma laboral antes de las elecciones del 28 de abril.
“No sé si hay que abordar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, pero lo que sí creo es que abordar este nuevo marco de relaciones laborales requiere corregir algunos de los aspectos más lesivos que las últimas reformas han acarreado”, apuntó el dirigente de CCOO.
Álvarez llegó a avisar al presidente del Gobierno de que sería “difícilmente explicable renunciar” al cambio en la legislación laboral y le animó a trabajar para que “en la Diputación Permanente del Congreso se encuentre la mayoría suficiente para poder aprobarlo”.
Frente a las centrales sindicales, la CEOE había avisado de que aprobar aprobar ahora un decreto ley para acabar con la reforma laboral tendría “una clara vocación electoralista ante los comicios”. La organización empresarial que dirige Antonio Garamendi mostró su malestar en un comunicado en el que avisó que supondría “romper de forma unilateral el diálogo social” y avisó de que “no tiene sentido volver a orillar el diálogo tripartito poco después de anunciar la convocatoria de elecciones”.