Menos de un año después de que entrara en vigor la integración de las empleadas de hogar en el régimen general de la Seguridad Social y la mejora de sus derechos laborales, el Gobierno da una vuelta de tuerca a la norma. Uno de los logros de la integración, que la responsabilidad de todos los trámites recayera en el empleador como en el resto de trabajos, cambia. A partir de ahora, las empleadas de hogar que trabajen menos de sesenta horas semanales tendrán que hacerse cargo de estos trámites si así lo pactan trabajadora y empleador.
El otro cambio de calado es la eliminación de algunos tramos de cotización que existían para las empleadas del hogar. De esta forma -y a la espera de conocer los detalles- se les obligará a cotizar más, por encima incluso de sus salarios reales. Además, la mayoría de empleadas de hogar se concentraban en los tramos de cotización más bajos: a partir de ahora tendrán que cotizar por tramos más elevados y, por tanto, pagar más.
Para el ministerio de Empleo, estos cambios permitirán aumentar la recaudación y mejorar las futuras prestaciones de las empleadas. Sin embargo, CCOO, que tacha la reforma de “absurdo e injustificado paso atrás”, considera que es una forma de 'sobrecotizar' para hacer crecer la recaudación.
“Pretende transferir a las trabajadoras, en determinadas ocasiones, responsabilidades que realmente corresponden a sus empleadores”, dicen. Responsabilidades como el deber de solicitar el alta o asumir el ingreso de las cotizaciones sociales -tanto las que corresponden a la trabajadora como al empleador- podrán ser ahora asumidas por las trabajadoras si así lo acuerdan ambas partes. Un factor que podría fomentar que este tipo de trabajo vuelva a sumergirse en la economía negra.
Las asociaciones de empleadas del hogar han señalado en varias ocasiones que muchas empleadas del hogar -buena parte de ellas son inmigrantes- desconocen sus derechos o les es muy complicado hacer valer su posición en una negociación sobre sus condiciones laborales.
CCOO recuerda, no obstante, que la responsabilidad subsidiaria del empleador se mantiene, por lo que no podrá desentenderse de las condiciones en las que trabaja la empleada del hogar.
Aunque el Gobierno se ha mostrado insatisfecho con los resultados del proceso de integración de las empleadas del hogar, tanto UGT como CCOO han insistido en que los efectos han sido en general positivos y mencionan algunas cifras.
Por ejemplo, en los últimos once meses el número de empleadas del hogar dadas de alta ha crecido en 114.000, lo que supone un incremento de casi el 40%, lo que ha hecho que este sector sea el único en crecer en afiliación en un contexto de destrucción de empleo generalizada. “Esta cifra supone un tercio de la economía sumergida que contempla la Encuesta de Población Activa”, señala el secretario de Seguridad Social de CCOO, Carlos Bravo. Además, se ha pasado de 294.000 empleadores declarados a 410.000.
No obstante, el alcance de estos cambios se conocerá una vez que el Real Decreto se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE).