Ingenasa, la empresa de biotecnología de Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigación durante toda la etapa de Mariano Rajoy, recibió 2,1 millones de euros en contratos y subvenciones de la Administración General del Estado desde 2012 hasta junio pasado, mientras la bioquímica y empresaria era alto cargo del Gobierno del PP.
Según datos del BOE, la plataforma de contratación del Estado y del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones del Ministerio de Hacienda, Ingenasa (Inmunología y Genética Aplicada SA), especializada en salud animal y diagnósticos para la industria veterinaria y decana del sector biotecnológico en España, recibió en ese periodo 1,59 millones de euros en nueve contratos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y otros 520.451,51 euros en subvenciones.
El 99% de estas ayudas provino de organismos públicos adscritos a la Secretaría de Estado de Investigación del Ministerio de Economía que pilotaba Vela.
El artículo 14 de la Ley de Altos Cargos de 2015 les prohíbe “tener, por sí o por persona interpuesta, participaciones directas o indirectas superiores a un diez por ciento en empresas en tanto tengan conciertos o contratos de cualquier naturaleza con el sector público estatal, autonómico o local, o que reciban subvenciones provenientes de cualquier Administración Pública”.
Cuando se supera ese 10%, el alto cargo está obligado a “enajenar o ceder a un tercero independiente” parte de su participación para quedarse en el 10%, con el visto bueno de la Oficina de Conflictos de Intereses. Es lo que hizo la empresaria y bioquímica. El elegido como “tercero independiente” fue su padre, que después falleció. Así, su empresa pudo seguir recibiendo subvenciones y contratos públicos mientras ella era secretaria de Estado.
Vela matizó el lunes en conversación telefónica que ese paquete “no puede dejarse a marido ni a hijos”, pero sí a su progenitor. “Yo todas las cosas las he hecho siguiendo recomendaciones que me han hecho desde la Administración” y “jamás he sugerido una subvención”, indicó.
Vela vendió en febrero junto a sus socios, con la autorización de la Oficina de Conflictos de Intereses, su 30% de Ingenasa al grupo francés Eurofins por un importe que no se ha hecho público. La operación ha propiciado que su patrimonio se multiplique al pasar de los 221.741,35 euros que declaró cuando tomó posesión en 2012 a los 2.104.803,89 euros declarados tras su cese.
En el capítulo de subvenciones recibidas durante la etapa de Rajoy, destacan los 360.172,8 euros que concedió a Ingenasa el 7 de junio de 2016 el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), correspondientes a la “concesión directa de ayudas a los proyectos aprobados con participación española seleccionados en la cuarta y quinta convocatoria del Programa Eurostars-2”.
El CDTI estaba adscrito entonces al Ministerio de Economía a través de la Secretaría General de Ciencia e Innovación, que dependía a su vez de la secretaría de Estado de Innovación que encabezaba Vela. Desde 1990, esta entidad ha financiado a Ingenasa con 1,88 millones entre préstamos y ayudas, según datos del organismo.
Respecto a los contratos recibidos por la empresa con Rajoy en Moncloa, todos corresponden al suministro de kits de detección de diversas enfermedades animales al Ministerio de Agricultura. Los cuatro de mayor importe, todos superiores a los 250.000 euros, se adjudicaron en 2012, 2013 y enero y julio de 2014 por el procedimiento negociado sin publicidad.
Más con Zapatero
El número e importe de los contratos recibidos por Ingenasa durante la etapa de Rajoy en Moncloa es muy inferior al que recibió esta empresa en un periodo similar (seis años y medio) en época de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando Carmen Vela era directora general de Ingenasa. Entonces, los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente adjudicaron a la empresa 17 contratos por importe (sin IVA) de 5,62 millones de euros.
Vela fue secretaria de Estado durante toda la etapa de Rajoy, incluso tras la marcha al Banco Central Europeo (BCE) del responsable de su nombramiento, Luis de Guindos, que la mantuvo pese a que su designación levantó ampollas en el ala más conservadora del PP y en la organización ultraconservadora Hazte Oír.
La empresaria había formado parte de una plataforma de apoyo al entonces presidente Zapatero conocida popularmente como “los de la ceja” y fue la encargada de leer en febrero de 2008 un manifiesto para arropar al político socialista. Ese año, su empresa recibió más de 2 millones en contratos del Gobierno central.