Goirigolzarri defiende que Bankia será la única entidad capaz de devolver las ayudas

Bankia es una entidad financiera de Guinness. Después de protagonizar la mayor nacionalización de una entidad en la historia de España, hoy ha rubricado un nuevo hito al publicar las mayores pérdidas empresariales conocidas en territorio nacional. Con todo, las cuantiosas pérdidas, 19.193 millones de euros, en el caso de Bankia y 21.238 millones si se tienen en cuenta las pérdidas de la matriz BFA, están en línea con lo anunciado por el presidente, Ignacio Goirigolzarri, cuando se presentó el plan de saneamiento, en otoño de 2012.

Precisamente, el mantra del nuevo responsable de la entidad, ha sido la defensa de la fiabilidad y certidumbre que ofrecen cada uno de los renglones de sus cuentas y cada una de sus declaraciones. El exBBVA ha querido vender una imagen de banco sólido, líquido y confiable, con el que el cliente se sienta reconciliado. “Somos un ejemplo de solvencia”, ha llegado a decir.

En línea con esta estrategia, Goirigolzarri ha echado un órdago que los españoles le podrán recordar en apenas un par de años. En su opinión, la entidad será la única de las rescatadas españolas capaz de devolver las ayudas a los contribuyentes. Goirigolzarri ha defendido a capa y espada que el equipo responsable de la entidad será capaz de rentabilizar la aportación pública y dar valor a la compañía. En este sentido, espera que entre 2014 y 2015 el Estado pueda “tomar una decisión positiva” sobre su participación en Bankia. Esto es, que sea capaz de decidir salir del capital obteniendo una rentabilidad por su inversión.

Los datos ofrecidos por la compañía evidencian que el cliente de toda la vida ha recuperado la tranquilidad sobre la entidad. Así, el nivel de los depósitos de los clientes estaba en el mismo nivel en diciembre de 2012 que en septiembre de 2011, alrededor de 95.000 millones de euros. La calma del cliente es lógica ya que una vez que el Estado ha asumido la capitalización de la entidad se ha despejado cualquier duda sobre una posible quiebra. Con todo, entre mayo y septiembre la entidad reconoce que sufrió serias “turbulencias”, en referencia a la salida de depósitos y la pérdida de clientes. Además, la entidad presume de que gracias a su fuerte liquidez y solvencia, no tiene porque entrar en la conocida como “guerra de depósitos” para captar clientes, y que a partir de ahora harán planes personalizados de inversión y de comisiones cliente por cliente.

Goirigolzarri ha enarbolado como otro de sus éxitos la reducción radical de la cartera de crédito inmobiliario, que se considera en la actualidad como un riesgo en el balance de un banco español. Esta reducción del riesgo se debe al traspaso de los activos de dudoso cobro al banco malo, conocido como Sareb. Es decir, Bankia tiene menos activos basura concedidos en la época del boom gracias a la cesión a esta sociedad, que tiene casi la mitad de su capital en fondos públicos.

La cartera de crédito promotor se reduce a la mínima expresión con un 3,3% del total, frente al 17,2% que suponía en 2011. Bankia aún se ha quedado en su balance con viviendas terminadas por valor de 2.900 millones de euros. La antigua Caja Madrid no ha podido pasar estos inmuebles a la Sareb porque están valorados por debajo de los 100.000 euros. También se ha quedado con créditos que tiene relacionados con el ladrillo en el extranjero, otra característica que excluía a estos activos de ser asimilados por el banco malo.

Pese a esta drástica reducción de los riesgos, la tasa de morosidad de la entidad está en un “muy alto” (en palabras de José Sevilla, segundo de abordo), 13%, frente al 5% que se registró en 2011. Aún más sorprendente es la revelación de que el efecto en la morosidad del traspaso de fondos a la Sareb es casi imperceptible. La entidad cree que de no haberse realizado el multimillonario traspaso de activos (22.300 millones de euros en todo el grupo), la tasa de mora hubiera estado en el 15%.

Por último, la entidad reveló también que tiene 53.800 millones de euros en el balance con la liquidez aportada por el BCE y que han devuelto 14.000 millones de euros. Los responsables de la entidad no quisieron entrar a comentar la posible valoración del precio de las acciones que están deciciendo entre Bruselas y el Banco de España (mediante el FROB). Con todo, preguntado en dos ocasiones en la rueda de prensa sobre si le quería pedir perdón a los accionistas por la pérdida total de su inversión, Goirigolzarri evitó dar una respuesta.