El gobierno catalán y los 'comunes' han logrado avances en el capítulo fiscal de los presupuestos para 2020, y han acercado posturas de cara a introducir cambios en el Impuesto de Sucesiones y en el tramo autonómico del IRPF, de forma que la carga fiscal se reduzca para los contribuyentes con menor renta y crezca para aquellos con ingresos más elevados.
Según han explicado a Efe fuentes conocedoras de los contactos entre ambas partes, las conversaciones se han intensificado, y están especialmente avanzadas en cuanto a la política de ingresos.
Ayer hubo una nueva reunión entre ambas partes, y Govern y comunes constataron avances en cuanto a las medidas fiscales, aseguran dichas fuentes.
El denominador común es una propuesta de resolución de los comunes que el Parlament aprobó el pasado 26 de septiembre, durante el último debate de política general, que reclamaba al Govern “impulsar una reforma fiscal progresiva” que “modifique la fiscalidad en el IRPF y el Impuesto de Sucesiones”, un texto que respaldaron los dos grupos que apoyan al Govern, ERC y JxCat.
Dicha resolución también emplazaba al Govern a “poner en marcha la fiscalidad verde para luchar contra el cambio climático con el impuesto sobre vehículos contaminantes, a las actividades económicas que generan más gases de efecto invernadero y sobre las emisiones portuarias de grandes barcos y cruceros”.
Y precisamente la fiscalidad ambiental es otro de los puntos en los que se han registrado avances en la negociación entre ambas partes, y para diseñar estas medidas fiscales se han tomado como referencia planteamientos hechos por la UE o la OCDE.
Para conseguir ganarse el apoyo de los comunes a las cuentas para 2020, el Govern trabaja en el diseño de un IRPF “más justo y progresivo”, de forma que se rebaje la presión fiscal a las rentas bajas y se aumente a las altas, que suponen menos de un 2 % de la población, apuntan estas fuentes.
No obstante, las fuentes consultadas por Efe no han entrado en detalles acerca de qué tramos se podrían subir o bajar, a partir de qué nivel de ingresos, o qué recaudación adicional se podría lograr.
En cualquier caso, esta batería de medidas fiscales que se está consensuando con los comunes debe permitir lograr más ingresos para financiar los servicios públicos, reducir la desigualdad e impulsar un crecimiento y una economía sostenible, apuntan.
Otro gesto hacia los comunes es que, por primera vez, los presupuestos de la Generalitat para 2020 vincularán las prioridades del Govern a los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas definidos en la llamada Agenda 2030.
Por otra parte, el viernes pasado el conseller de Economía, Pere Aragonès, anunció que incluirá en el proyecto de ley de presupuestos de la Generalitat para 2020 los recursos necesarios para rebajar un 30 % las tasas universitarias en Cataluña a partir del próximo curso.
El Govern y los 'comunes' retomaron la semana pasada los contactos para seguir negociando las cuentas para 2020, cuyo proyecto de ley quiere aprobar el Govern antes de que acabe 2019 con el fin de que el Parlament lo valide a principios de 2020.
Tras el parón negociador provocado por las elecciones generales, ambas partes tuvieron varios contactos la semana pasada, y la negociación se ha intensificado en los últimos días.
Por parte de la Generalitat, lidera los contactos el secretario general del departamento de la Generalitat, Albert Castellanos, mientras que el diputado David Cid es uno de los representantes de los comunes.
La semana pasada el propio Aragonès aseguró que veía margen para poder llegar a un acuerdo con los 'comunes' respecto a los presupuestos de la Generalitat, y ya apuntó que estaba dispuesto a afrontar una reforma del IRPF, del Impuesto de Sucesiones y de la fiscalidad ambiental para convencer a este grupo.
El proyecto de ley de presupuestos para 2020 incluirá unos 2.500 millones de euros más de gasto en relación al presupuesto vigente actualmente, que es el de 2017.