Grecia acepta legislar más reformas y desbloquea el regreso de los acreedores a Atenas

Las instituciones acreedoras de Grecia y el Gobierno heleno han acordado este lunes la vuelta a Atenas de los equipos técnicos de la denominada cuádriga formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE), el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar un paquete de reformas y cerrar la segunda revisión del rescate del país.

Grecia acepta así legislar reformas adicionales a las impuestas por el FMI a partir de 2019, una vez finalizado el tercer rescate heleno, lo que desbloquea la negociación sobre la segunda revisión de ese paquete de ayudas financieras y posibilita el regreso a Atenas de los cuadros técnicos de los acreedores la semana próxima.

Así lo ha anunciado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en una rueda de prensa al término de la reunión de ministros de Economías y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo). “El resultado de hoy es que las instituciones volverán a Atenas en el muy corto plazo”, ha anunciado.

El ministro de Finanzas holandés ha explicado que los equipos técnicos de los acreedores (BCE, Comisión y el MEDE) y el FMI trabajarán con las autoridades griegas para diseñar “un paquete adicional de reformas” que se centrarán en el sistema fiscal, el sistema de pensiones y el mercado laboral.

El Gobierno país heleno se compromete así a aplicar reformas adicionales a las que el FMI impuso como condición para el rescate a partir de 2019, aunque el Gobierno de Alexis Tsipras asegura que no afectarán a la fiscalidad del país. Fuentes gubernamentales aseguran que ninguna de las medidas que se aprueben comportarán “ni un solo euro más de austeridad”, ni cargas fiscales adicionales.

Exigencia del FMI

A cambio de su participación en el rescate, el FMI pidió a Grecia medidas adicionales por un total de 3.600 millones de euros, lo que corresponde al 2% del producto interior bruto (PIB). Con ellas, se supone que Grecia podría obtener un superávit primario del 3,5% del PIB a partir de 2019, un objetivo que el organismo monetario internacional no veía posible con los parámetros que marcaba hasta ahora el tercer rescate.

El acuerdo a nivel político alcanzado hoy, que deberá ser detallado en las negociaciones a nivel técnico, contempla también un compromiso por parte de la CE de que se excluyan del cálculo del superávit primario los costes de un programa de creación de 100.000 empleos en los próximos dos años y medio por un valor total de 3.000 millones de euros.

Se trata de un programa que Grecia negocia con el Banco Mundial, en cooperación con las instituciones europeas.

Además, añadieron las fuentes, el acuerdo político de hoy contempla la posibilidad de poder restaurar los convenios colectivos antes de que finalice el actual rescate, en agosto de 2018, algo a lo que se oponía el FMI.