El Gobierno griego presentó el lunes en el Parlamento la prórroga de la suspensión de todos los desahucios de primeras viviendas para aquellas familias que no puedan hacer frente a sus hipotecas. Esa suspensión ya ha estado en vigor a lo largo de este año y ahora se prolongará hasta el 31 de diciembre de 2013.
En el caso de las primeras viviendas, la suspensión es total. Si es otro tipo de vivienda, afecta a aquellas deudas hipotecarias que sean inferiores a 200.000 euros o si el valor de la casa no es superior a 300.000 euros.
El volumen de créditos impagados en el sector financiero griego alcanza los 52.000 millones de euros, lo que es un 22% de todos los préstamos. Más de 15.000 millones corresponden a hipotecas.
Las empresas y particulares que no puedan pagar el alquiler de locales comerciales podrán además rescindir sus contratos con el pago de un mes de renta al dueño.
Según la prensa griega, la troika pretendía que el Gobierno no aprobara la prórroga.
Un sondeo conocido esta semana indica que el 67% de los griegos espera que la situación económica del país empeore en el futuro. Una tercera parte de los hogares tiene problemas para llegar a fin de mes y un 41% de los jóvenes está pensando en emigrar del país.