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De Guindos blinda su Ministerio con la vista puesta en apurar la legislatura

El viernes, el consejo de ministros nombrará a Íñigo Fernández de Mesa nuevo número dos del Ministerio de Economía. El nombramiento, filtrado en pleno mes de agosto, corría relativa prisa. El actual secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, se va a ocupar la silla española del FMI en noviembre, una marcha largamente anunciada pero con el reemplazo congelado hasta esta semana.

La noticia de que Alemania respalda al ministro de Economía, Luis de Guindos, como jefe del Eurogrupo derritió el bloqueo del nombramiento. Con el visto bueno de Angela Merkel, De Guindos ha relanzado su nuevo equipo económico. Un equipo que no durará solamente este curso sino, previsiblemente, lo que queda la legislatura. Y es que, hasta ahora, la posibilidad de que De Guindos fuera nombrado para un puesto de nuevo creación, jefe de Eurogrupo a tiempo completo, mantenía en vilo la escala jerárquica del ministerio. Si De Guindos se iba a Bruselas, nombrar un equipo de su confianza que apenas estuviera unas semanas se convertía casi en un dardo envenenado.

Pero pocas dudas quedan tras este movimiento de que el apoyo de Alemania es para liderar el Eurogrupo, sí, pero tal y como se plantea ahora. Es decir, a nivel informal y sin renunciar a la cartera de Economía de su país. Así las cosas, y a la espera de que se aclare el futuro del actual jefe del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, todo apunta a que De Guindos acabará la legislatura cuando toque, que puede ser desde noviembre del año que viene hasta un apurado enero de 2016.

El nuevo secretario de Estado es un hombre de la casa, íntimo de Luis de Guindos y por supuesto del cuerpo de técnicos comerciales del Estado, conocidos como Tecos. Este cuerpo se ha convertido en élite en este Ejecutivo, ya que un alto número de altos cargos forman parte. Con el nombramiento de Fernández de Mesa, De Guindos sigue apostando por bajos perfiles, aunque no tan bajo como el de Jiménez Latorre, probablemente el secretario de Estado de Economía que vaya a pasar más inadvertido en democracia. A cambio, son personas de su máxima confianza.

Los anteriores ministros de Economía habían apostado por figuras más reconocidas en el ámbito económico. Cabe recordar que el secretario de Estado de Economía suele desempeñar las labores de sherpa (guía en jerga diplomática) en las cumbres internacionales. Además, en los últimos años ha sido el encargado de co-planificar el mapa del sistema financiero. Los anteriores segundos de abordo del ministerio habían sido economistas con mucho renombre. El propio De Guindos fue secretario de Estado de Economía con Rodrigo Rato. Elena Salgado apostó por José Manuel Campa, alejado del Partido Socialista pero muy conocido en el exterior. David Vegara, número dos de Pedro Solbes, también tenía un buen caché fuera, que le ha llevado a trabajar en numerosos organismos internacionales (actualmente está en el fondo de rescate europeo).

Otros conocidos secretarios de Estado de Economía han sido Cristóbal Montoro, Guillermo de la Dehesa (ahora en Goldman Sachs), Manuel Conthe (que luego dirigió la CNMV) o Miguel Ángel Fernández Ordóñez (que terminó siendo gobernador del Banco de España). Pero De Guindos ha preferido apostar por un hombre de su total confianza que trabaje de nuevo a su sombra aunque con un perfil internacional más destacado que el de Jiménez Latorre.

No hace falta entrar en crisis

La posibilidad de que De Guindos complete la legislatura cierra además una de los principales quebraderos de cabeza del presidente, Mariano Rajoy. La marcha de De Guindos le forzaba a hacer crisis de Gobierno en otoño y a elegir un sustituto, un puesto codiciadísimo por los populares. Si finalmente De Guindos se queda, Rajoy podría aguantar hasta el final de la legislatura con el mismo equipo con el que la comenzó, con la salvedad de la marcha del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, a Europa. Su permanencia bloquea además parte de las amistades peligrosas que se estaban labrando en los pasillos monclovitas. Cristóbal Montoro, conocido por su escaso feeling con el exLehman Brothers, aspiraba a una vicepresidencia económica. Además los hermanos Nadal, sobre todo Álvaro, director de la oficina económica, también esperaba su momento para dar el salto. Por no hablar de cómo entre todos le quieren hacer la cama al ministro de Industria, José Manuel Soria, del que se ha especulado varias veces con su marcha.

El nombramiento de Fernández de Mesa preserva el statu quo actual y practica el tancredismo político, muy del gusto del presidente del Ejecutivo. Eso sí, en el ministerio se ha movido ficha con la nominación y la hasta ahora jefa de gabinete de De Guindos, Rosa Sánchez-Yebra, pasa a ser secretaria general del Tesoro. Por ahora no se conoce quién la sustituirá en el gabinete del ministro aunque es probable que el nombramiento se anuncie también el viernes.

Para presidir el Instituto de Crédito Oficial (ICO) se ha nombrado a una diputada del Partido Popular Irene Garrido, que según los que la conocen por su trabajo en el Parlamento ha desempeñado un trabajo destacable. Garrido pertenece al Partido Popular de Pontevedra, de donde es original el presidente del Gobierno.

Paralelo a estos movimientos internos en el área económica del Gobierno español, se siguen moviendo las fichas en el puzle de poder europeo. Jeroen Dijsselbloem no ha ocultado su malestar por el apoyo alemán al ministro español y que ha advertido que no piensa abandonar el cargo hasta dentro de un año. Además, también corre por los pasillos de Bruselas la posibilidad de que se le de a Arias Cañete una cartera con un peso mucho menor a lo deseado por un país de un peso como España. Algo similar a lo que le ocurrió a Antonio Tajani, el italiano que ostentó durante la pasada legislatura europea el cargo de comisario de Industria y Empresa (una cartera menor) aderezada con el título de vicepresidente.