El ministro de Economía, Luis de Guindos, solicitó comparecer en el Congreso de los Diputados para dar cuenta del estado de la economía española. Los datos que le facilitan desde el servicio de estudios del ministerio le hervían en la cartera. Según sus estimaciones, la economía puede haber crecido en el último trimestre de 2013 a un ritmo del 0,3%, confirmando así la salida, al menos estadística, de la recesión. De cumplirse este pronóstico, España habría crecido en los últimos tres meses de 2013 al mayor ritmo (trimestre sobre trimestre) desde el primer trimestre de 2008.
De Guindos se presentó exultante ante los diputados de la Comisión de Economía. Después de dos años de revisar previsiones a la baja, el ministro está convencido de que en los próximos meses su gabinete tendrá que corregir los pronósticos de 2014 al alza. El dato más destacado: el del empleo. De pronosticar una creación de empleo para final de año, De Guindos ha pasado a asegurar que ya se puede estar creando empleo neto (más creación de puestos de trabajo que destrucción) en el primer semestre del año.
Además, De Guindos cree que en la primera mitad de 2014 la creación de empleo puede ser tanto en términos de EPA (esto es, con cada nuevo puesto contando como un empleo independientemente de sus características) como de contabilidad nacional. La forma estadística de medir el PIB solo cuenta la creación de empleo equivalente a un puesto de trabajo a jornada completa. Con esta forma de medir, Economía preveía que en 2014 aún se destruirían un 0,2% del empleo, que traducido son algo más de 30.000 puestos de trabajo. Aunque estas son las previsiones que se enviaron a Bruselas, De Guindos cree ahora que el resultado será positivo.
Así, el año puede terminar incluso por debajo de la tasa de paro del 25%. La tasa sigue siendo elevadísima (una de cada cuatro personas que quieren trabajar) pero casi dos puntos por debajo de las previsiones nacionales e internacionales. España rebasó la frontera del 25% de paro entre el segundo y tercer trimestre de 2012.
De Guindos se reservó para la hemeroteca una de cal, y otra de arena. Así, reconoció que la recuperación era todavía “frágil” pero “sostenida” y sobre todo insistió en que se hacía asentada en “bases distintas a las del pasado”. Entre estas bases lo más destacado es que “las rigideces que ha eliminado la reforma laboral” permitirán a España crear empleo sin apenas crecer. Algo insólito.
La clave de esta supuesta creación de empleo es que se hará en su mayor parte mediante contratos a tiempo parcial (una de las rigideces que ha eliminado recientemente el Ejecutivo) o temporal y con sueldos mucho más bajos o jornadas y salarios fuera de convenio.
De Guindos también recordó el “cambio de percepción” generalizado respecto a España que se percibe desde los mercados internacionales y que en su opinión se ha traducido en la bajada de la prima de riesgo. Así, defendió que esta catarsis se había materializado gracias a “las políticas puestas en marcha por este Gobierno”.