Holanda se enroca y emplaza a España y al sur a ceder para pactar el fondo anticrisis de la UE

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
13 de julio de 2020 17:22 h

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“Tenemos que encontrar una solución”. Así ha ventilado el primer ministro holandés, Mark Rutte, las preguntas sobre las negociaciones del fondo de recuperación ante la crisis económica generada por la pandemia antes de reunirse con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Rutte, primer ministro de un país de 17 millones de habitantes y uno de los más firmes frugales –junto con Dinamarca, Finlandia y Austria–, mantiene dos grandes ejes en la negociación: no comparte el monto puesto por la Comisión Europea sobre la mesa –750.000 millones–, ni su distribución –500.000 en transferencias y 250.000 en préstamos–, y reclama condiciones severas, así como la vuelta lo antes posible al pacto de estabilidad y crecimiento para reducir las ratios de deuda y de déficit.

Con casi 180.000 muertos en la UE por coronavirus y unas previsiones de caída del PIB superiores al 8% en la zona euro –España llegaría al 10,9%, según Bruselas–, los líderes se reúnen este viernes y sábado en Bruselas para intentar pactar un fondo de recuperación para paliar el descalabro económico y los presupuestos para 2021-2027.

“Esto es política, la solución no será fácil, pero espero que haya una”, ha reconocido Rutte este lunes antes de reunirse con Sánchez, a quien ha emplazado a desatascar la negociación: “Tenemos que encontrar una solución”. Así, el primer ministro holandés se enroca en su posición, emplaza a la contraparte a mover ficha. Y lo hace cuatro días después de haberse anotado un gran triunfo: la derrota de Nadia Calviño en la carrera por la presidencia del Eurogrupo en beneficio del irlandés Paschal Donohoe.

Sánchez se encuentra de gira europea, visitando a Rutte este lunes; a la canciller alemana, Angela Merkel, el martes, y al primer ministro sueco, y también frugal –aunque socialdemócrata–, Stefan Löfven, el miércoles.

“Es vital lograr un acuerdo en el próximo Consejo Europeo, perder más tiempo solo retrasará la recuperación”, ha tuiteado Sánchez tras verse con Rutte: “Necesitamos una respuesta acorde a la magnitud de la pandemia, que nos haga salir de esta crisis con una Europa más verde, digital e inclusiva”.

“Ha sido un encuentro cordial, en el que Pedro Sánchez y Mark Rutte han hablado de los temas clave del próximo Consejo Europeo, el Fondo de Recuperación y el Marco Financiero Plurianual, el presupuesto de la Unión Europea para los próximos siete años”, afirman fuentes de Moncloa: “El presidente del Gobierno le ha trasladado al primer ministro holandés la importancia de alcanzar un acuerdo en julio que será muy beneficioso para toda Europa. La gobernanza de dicho acuerdo de recuperación debe ser ágil y eficiente Estamos ante una semana fundamental que debe desembocar en un acuerdo histórico, para que Europa salga de esta crisis provocada por la pandemia de COVID 19 más resiliente, más verde y más digital”.

Tras esas tres reuniones –que se suman a los encuentros que Sánchez ha mantenido con sus homólogos de Portugal, Antònio Costa, e Italia, Giuseppe Conte, ambos alineados con España–, se celebrará la cumbre del Consejo Europeo. “Es imperativo que la UE llegue en julio a un acuerdo”, sentenció Sánchez la semana pasada en una entrevista en La Sexta. La fecha es clave para el Ejecutivo español porque del reparto de los fondos europeos dependerán en buena medida los Presupuestos Generales del Estado para 2021 en un momento en el que se prevé una caída del PIB de en torno al 11%.

La negociación se basará sobre la propuesta que presentó el viernes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que ya cede terreno a los países del norte frente al sur: una reducción en un 2,36% del presupuesto comunitario para el periodo 2021-2017 respecto a la idea inicial planteada por la Comisión Europea, nuevas ayudas para los países más afectados por el Brexit –como Holanda–, mantiene las compensaciones para los contribuyentes netos –como los frugales y Alemania– y refuerza la condicionalidad para acceder a los fondos, un asunto sobre el que el Gobierno quiere quitar trascendencia.

La ministra de Asuntos Exteriores, Arantxa González Laya, ha afirmado este lunes en Bruselas: “Afrontamos esta cuestión de la condicionalidad con responsabilidad y sin miedo. Entendemos que un ejercicio de solidaridad debe llevar aparejado un ejercicio de responsabilidad, y que la mejor manera de asegurarnos que hay transparencia sobre la solidaridad y la responsabilidad es poner sobre la mesa cuáles son las condiciones. A nosotros nos parece que este fondo tiene que ir dirigido a acompañar los esfuerzos de los países que más han sufrido por la crisis del Covid como primer elemento de la condicionalidad; en segundo lugar, nos parece que tiene que ir dirigido a alcanzar objetivos como la descarbonización; y a un tercer elemento de la condicionalidad para verificar cómo se van cumpliendo los hitos que se que se marcarían, como puede ser el semestre europeo”.

España llega a la negociación definitiva tras el varapalo en la votación de la presidencia del Eurogrupo a la que aspiraba la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. “La negociación va a ser complicada, igual que lo era anteayer”, reconoció la propia Calviño.