Las grandes hoteleras españolas empiezan a despedir empleados por la crisis del coronavirus

El turismo fue uno de los primeros sectores de la economía española que se echó a temblar ante la llegada del coronavirus. La semana pasada, la sexta antes de Semana Santa, las reservas cayeron un 25% y las cancelaciones aumentaron un 24% respecto a la misma semana de 2019. Grandes y pequeñas cadenas invitaron, o directamente obligaron, a sus trabajadores a cogerse vacaciones estos días ante el descenso de la producción. La alternativa eran los expedientes temporales de regulación de empleo.

Apenas cinco días después de que este diario publicara esa información, ya hay al menos dos grandes hoteleras españolas que han despedido a parte del personal. Se trata de Meliá y Hotusa, la quinta y la séptima del sector por volumen de negocio. Meliá es, además, la única cotizada. Su cotización lleva semanas en caída libre y ha alcanzado ya su mínimo en cinco años. Este martes la acción cerró en 4,96 euros, cuando hace un mes estaba a 8,34 euros (un 60% más). 

Los despidos ascienden a 60 en Meliá y a 10 en Hotusa, según fuentes sindicales de ambas empresas. Los 60 de Meliá están repartidos por toda España y afectan tanto a personal de hotel como de administración. En Hotusa, cinco han sido en el centro de Chantada (Lugo) y cinco en el 'call center' de Madrid. Más allá de estas grandes cadenas, pequeños hoteles de Lloret de Mar y la Comunidad Valenciana han avisado de posibles EREs tras la cancelación de los viajes del Imserso por parte del Gobierno.

“Como excusa han puesto el coronavirus”, relatan fuentes de la Confederación Sindical Gallega (CIG) sobre Hotusa. “Pero en realidad son despidos selectivos. Uno era suplente de CC.OO, otra estaba relacionada con el sindicato... El resto eran gente que acababa de empezar o llevaba poco tiempo y no tenía contrato indefinido. Han aprovechado la situación”. Las prácticas antisindicales del grupo son notorias y han sido reconocidas por la justicia en varias ocasiones.

Hotusa reconoce que ha echado a gente debido a la caída del negocio. En una nota enviada a eldiario.es, la empresa explica que “desgraciadamente, el virus Covid-19 está conllevando cancelaciones de reservas, una realidad que ha supuesto que nos hayamos visto obligados a prescindir de algunos puestos de trabajo en Madrid y Chantada”. Hotusa afirma, sin embargo, que la cifra de despidos es “inferior” a la que da la CIG.

“Esta decisión ha sido motivada única y exclusivamente con el fin de asegurar los restantes puestos de trabajo del departamento”, continúan. “La propagación y sus consecuencias en la evolución de las reservas marcarán la necesidad de adoptar o no otras medidas”.

Los sindicatos de Meliá se reúnen mañana con la empresa, que al cierre de este artículo no había contestado a una solicitud de información de eldiario.es. “Los despidos suponen un porcentaje pequeño de la plantilla, pero van en aumento”, explican fuentes de CC.OO. “Esto no puede seguir así. Otras cadenas hacen ERTEs o dan vacaciones forzosas, pero no despiden a gente con 25 y 30 años de antigüedad. Es una amenaza grave”. 

Según estas mismas fuentes, los 60 despidos han sido en dos días. “El negocio va bien, independientemente de los altibajos en Bolsa”, añaden. “Pero si se quitan de en medio a cargos intermedios y doblan la carga de trabajo de la gente, irá mejor”.

La realidad es que el negocio va bien, pero no tan bien como hace un año. Meliá presentó sus cuentas anuales el pasado 26 de febrero. El beneficio consolidado de 2019 fue de 121,7 millones, un 19,8% menos que en 2018 (151,7 millones). El lastre lo provocó una “inusual coincidencia de eventos”: la serie de noticias sobre muertes misteriosas de turistas en República Dominicana, que afectó a la reputación de los hoteles, la invasión del alga sargazo en México y la quiebra de Thomas Cook, que impactó en las ventas de Cuba. 

Las cuentas confiaban en la remontada en esos mercados, pero también avisaban del brote de coronavirus. En el momento de presentarlas había miles de infectados en China y la situación en Europa aún no había estallado. Meliá está creciendo mucho en Asia y tiene nueve aperturas previstas en 2020, lo que podría indicar de dónde vienen sus problemas. “El sector turismo en China está en estos momentos paralizado y a la espera de que las medidas implantadas causen el efecto deseados”, avisa la compañía a sus inversores. “Febrero será complicado y a partir de marzo dependerá de la evolución de la situación”. 

Sin embargo, y por mucho que sea un mercado que crece y por el que apuesta, el porcentaje de lo que supone Asia en sus ingresos totales es ínfimo: menos del 1%. Por eso los sindicatos consideran que la empresa está aprovechando para hacer “una criba”. “El tema del virus se puede resolver de otra manera”, dicen. “Hay muchas medidas que toman otras empresas. Nosotros estamos dispuestos a hablar”.

La patronal pide agilizar los ERTEs

En un comunicado remitido a última hora del martes, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) dice “exigir” al Gobierno un paquete “urgente” de medidas económicas para afrontar la crisis.

En concreto, la patronal propone “una agilización en la tramitación de los expedientes de regulación temporal de empleo”, que se contemplen todas las modalidades contractuales (no solo fijos discontinuos), que haya “facilidad” en el descuelgue de incrementos salariales de los convenios colegidos y que el coste de las bajas laborales motivadas por el virus la asuma el Estado.

También pide el aplazamiento de los pagos a la Seguridad Social durante al menos tres meses en todo el sector hotelero y sugiere que se habilite una línea de financiación ICO para que los hoteles no tengan problemas de liquidez.

Es curioso recordar que hace solo cinco días todo el sector, patronales incluidas, pedía “calma” y “tranquilidad”.