El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo lanzará antes de que finalice el primer semestre del año la convocatoria de ayudas para empresas que impulsen la jornada laboral de cuatro días (32 horas a la semana) en el marco del proyecto piloto acordado entre el Gobierno y Más País, según han informado a Europa Press en fuentes del Departamento que dirige Reyes Maroto.
Para financiar este proyecto piloto, que pretende reducir la jornada laboral sin pérdida de sueldo para los trabajadores, los Presupuestos Generales del Estado para 2022 incluyen una partida de 10 millones de euros. No obstante, este presupuesto podría aumentarse si la acogida del tejido empresarial es buena, según precisa Industria.
El proyecto concederá ayudas públicas, en régimen de concurrencia competitiva, para las empresas que voluntariamente presenten un plan para reducir la jornada laboral de sus trabajadores y ofrecerá subvenciones para la innovación de procesos productivos, nuevas contrataciones y recursos formativos, según adelanta 'Economía Digital'.
Según los cálculos de Más País, unas 160 empresas podrían acogerse a los incentivos para reducir la jornada laboral a cuatro días, lo que beneficiaría a más de 3.000 empleados en la primera edición del programa.
Uno de los objetivos con el que nace esta experiencia piloto es evaluar las necesidades del tejido empresarial, ya sea necesidad de más personal, funciones de consultoría o tareas de planificación de su actividad.
De esta forma, el proyecto compensará estos costes a las empresas que se beneficien de la futura convocatoria de ayudas, al darles el aliciente de ensayar sin pérdidas una medida que, según Más País, mejorará la productividad pese a reducir la jornada laboral de los empleados.
El paso de Bélgica
El Gobierno federal de Bélgica dio luz verde en la madrugada del pasado lunes a una reforma de su mercado de trabajo que permitirá concentrar las horas de la semana laboral en cuatro días, en lugar de los cinco actuales.
Se trata de una concentración de las horas de trabajo, no de una reducción, como sí pretende el proyecto de Más País y el Gobierno y como defienden los sindicatos CCOO y UGT, que aspiran a que la jornada laboral semanal sea de 32 horas.
En el caso de Bélgica, el cambio permitido por su reforma laboral no supondrá una reducción de las horas trabajadas, pues los trabajadores belgas sólo podrán trabajar un día menos a la semana si aumentan el número de horas diarias trabajadas. Así, la reforma contempla una condición máxima de 9,5 horas de trabajo diarias ampliables a 10 horas, previo acuerdo entre empresa y sindicatos.
Reducir la jornada, no concentrarla
Tras la aprobación de la reforma belga, CCOO advirtió de que la semana laboral de 4 días sin reducir las horas trabajadas “en ningún caso favorece la conciliación”, por lo que el debate debería centrarse en la reducción y la redistribución de la semana laboral.
Aplicar la reforma belga al caso español, donde las horas de trabajo semanales son 40, implicaría jornadas laborales de 10 horas, a las que habría que sumar el desplazamiento y el almuerzo.
“Esta medida no favorece la conciliación aunque se gane un día, es imposible conciliar así. Además, este tipo de medidas puede tener un impacto muy negativo para la salud de los trabajadores, tanto en términos de salud física como mental”, se advierte desde CCOO.
Por su parte, UGT ha afirmado que “luchará” para que la jornada semanal de 32 horas “sea una realidad en el corto plazo para todos los trabajadores”.
El sindicato de Pepe Álvarez ha dejado claro que la reforma belga “no tiene nada que ver” con lo que defiende la organización: reducir la jornada laboral semanal a 32 horas.