Javier Monzón renuncia a suceder a Cebrián al frente de Prisa
El expresidente de Indra, Javier Monzón, ha retirado a última hora su candidatura a la presidencia ejecutiva del grupo Prisa en sustitución de Juan Luis Cebrián, según ha avanzado El Confidencial. Estaba previsto que el nombramiento de Cebrián como ejecutivo del grupo se anunciase este viernes, tras la reunión del consejo de administración en el que la editora de El País también preveía abordar la aprobación de una ampliación de capital de hasta 500 millones para tratar de remediar su crítica situación financiera, con una deuda de 1.548 millones de euros de los que 956 millones vencen en 2018.
La retirada de Monzón obedecería a un cambio en las condiciones que se habían pactado con el directivo para que asumiera las tareas ejecutivas del grupo mediático. Expansión apunta que el proceso de transición durante el cual Monzón iba a ser vicepresidente ejecutivo en cohabitación con Cebrián, que en ese lapso mantendría la presidencia ejecutiva y la presidencia de la comisión delegada, iba a alargarse más de lo inicialmente previsto.
El nombre de Monzón, buen amigo de la presidenta de Banco Santander, Ana Patricia Botín, había sido propuesto por el banco cántabro, que controla un 4,1% de Prisa, con el consenso del resto de accionistas y como condición impuesta por varios de ellos para respaldar la ampliación de capital que necesita llevar a cabo Prisa de forma urgente para restablecer su equilibrio patrimonial. En esa ampliación, Prisa no descarta dar entrada a nuevos accionistas.
La propuesta de nombrar a Monzón no fue comunicada previamente a Moncloa, según La Información. Este ejecutivo fue apeado por el Gobierno de Mariano Rajoy a principios de 2015 de la presidencia de Indra, que presidió desde su creación. El Ministerio de Defensa no ocultó su descontento con su gestión de la compañía tecnológica, cuyo primer accionista es el grupo público SEPI, aunque los derechos políticos corresponden a Defensa.
Prisa se queda así sin candidato para suceder a Cebrián, cuya cabeza habían pedido algunos accionistas a cambio de respaldar la ampliación. El periodista es presidente ejecutivo del grupo desde 2012, periodo en el que el valor bursátil del grupo de comunicación ha pasado de más de 3.000 millones a los 270 millones actuales. En los últimos meses, el principal accionista de Prisa, el fondo oportunista Amber, ha cuestionado abiertamente su gestión.