Su situación laboral no es digna de un equipo de Primera División, ni de la camiseta que portan “con orgullo e ilusión”. Es la denuncia que las jugadoras del Rayo Vallecano Femenino han hecho pública este sábado, a través de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), y que volverán a llevar ante la Inspección de Trabajo para que actúe ante lo que consideran una “discriminación en el ámbito laboral”. “Somos trabajadoras y con este comunicado lo único que pretendemos es defender a nuestro club compitiendo en unas condiciones laborales adecuadas”, señalan en la nota.
La AFE, que representa a la plantilla, ya anunció en agosto que la Inspección de Trabajo estaba investigando la relación laboral de las jugadoras y de otros miembros del equipo técnico con el club, tras una denuncia ante la autoridad laboral para alertar de que este personal estaba entrenando sin haber firmado sus contratos y, por tanto, sin estar dado de alta en la Seguridad Social. Una denuncia que fue estimada a mediados del pasado mes de agosto.
El club afirmó entonces que la relación laboral había comenzado el 20 de agosto. Ahora, las jugadoras denuncian no recibir el documento de las nóminas y que cobran su salario “siempre una semana después del final de mes” lo que, según explican en el comunicado, contravienen lo establecido en los artículos 29 y 30 del Convenio Colectivo para las futbolistas de la Primera División femenina de fútbol. Estos indican que los clubes deben abonar las retribuciones en los cinco últimos días de cada mes y hacer “entrega de una copia firmada o por vía telemática” a las futbolistas.
Las futbolistas afirman también que trabajan “en un escenario de gran desigualdad, en cuanto a instalaciones, material y personal, en comparación” con sus compañeros del primer equipo masculino. “Es por ello que nos vemos obligadas a denunciar de nuevo, de forma pública, la situación que sufrimos a diario”, desarrollan.
Esta “gran desigualdad”, que ya denunciaron en verano, se refleja en una lista de agravios que las sitúan también “en clara desventaja ante el resto de equipos” de la Primera División. Enumeran la falta de material básico deportivo, de equipaciones completas de juego de la presente temporada y de un gimnasio donde realizar su “labor profesional a diario”, pero también la ausencia de servicios médicos, un médico y un fisioterapeuta que las acompañe durante la temporada y la figura de un delegado, “tan necesaria para la gestión de diferentes aspectos diarios”, lamentan.
En el comunicado difundido por la AFE, se afirma también que las jugadoras del Rayo Femenino no disponen de acceso al parking del club, al que si pueden entrar sus compañeros del primer equipo masculino.
Las integrantes de la primera plantilla reclaman también una buena gestión de los viajes y desplazamientos con el club, así como de las comidas que se vayan a realizar. “No es correcto en ningún caso que el equipo no conozca dichas cuestiones el día antes de viajar”, señalan. Además, indican que “las casas que el club ofreció a varias jugadoras del equipo han dejado de ser pagadas por la entidad, de forma que las afectadas se ven en la calle sin ninguna solución posible”.
Esta redacción ha intentado ponerse en contacto con el club, pero al cierre de estas líneas no ha obtenido respuesta.