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Linde deja el Banco de España: seis años de rescate bancario, problemas internos y declaraciones polémicas

Luis de Guindos anunció un 7 de junio de 2012 el nombramiento de Luis María Linde como gobernador del Banco de España. Tres días más tarde, el propio ministro de Economía anunciaba el rescate bancario de 100.000 millones para el sistema financiero español. Linde llegó con un sector en crisis y deja el próximo viernes el cargo tras seis años en el que deja un impacto muy desigual entre la banca, los usuarios y la oposición política al Gobierno de Rajoy.

Han sido seis intensos años en los que ha tenido que abordar, entre otras tareas, la segunda fase de rescates bancarios y fusiones de cajas, las investigaciones sobre Bankia, las reclamaciones en cláusulas suelo, la pérdida de poder supervisor en favor del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) o la resolución de Banco Popular, entre otros temas.

Las entidades financieras y la patronal AEB prefieren no valorar públicamente la función de Linde al frente del Banco de España. Sin embargo, fuentes del sector hacen una valoración positiva y hablan de un gobernador que ha cumplido “bien” su función ante unos años convulsos y “complicados”, como el proceso del Popular o la cesión de poder al MUS.

Sin embargo, también hay aspectos que no han convencido. El más importante ha sido el escaso peso de Linde a nivel europeo, en un proceso de evolución hacia una unión bancaria y donde el MUS y el BCE tienen cada vez mayor importancia para el sistema financiero. Destacan que ha precisado del apoyo y la presencia de su sucesor, Pablo Hernández de Cos.

De su mandato tampoco han gustado algunas de sus declaraciones. En el sector se señala que no se han comprendido afirmaciones como la realizada hace unas semanas en las que se apuntó que quizá se tuvo que rescatar el Banco Popular en 2012. Se destaca de él el carácter improvisado de algunas de estas declaraciones sin medir sus impactos posteriores.

Y es que la etapa de Linde se ha caracterizado por aseveraciones que han sido criticadas también por los partidos de la oposición a Mariano Rajoy, que han llegado a acusarle de ser “comisario político del Gobierno”. En su haber durante estos seis años quedan declaraciones en favor de las pensiones privadas, del papel de la vivienda en propiedad como mejora de las rentas de la jubilación, llamamientos a la moderación salarial, a flexibilizar contratos indefinidos o celebrar que “la reforma laboral ha tenido efectos” positivos, como llegó a asegurar en 2014.

Este tipo de declaraciones se han mantenido hasta los últimos días de su mandato. Esta semana ha llegado a asegurar que una subida del salario mínimo interprofesional “no es bueno para el empleo” y que “existe la posibilidad” de que esas medidas aumenten la desigualdad. En aquella misma intervención que la corrupción no tiene un impacto “apreciable” en la evolución económica pero que “es posible” que la inestabilidad política si que lo tenga, en referencia al anuncio de la presentación de una moción de censura por parte del socialista Pedro Sánchez.

Críticas de los usuarios

Tampoco deja buena huella entre los usuarios. Manuel Pardos, presidente de Adicae, señala que Linde ha llevado al Banco de España a comportarse como “patronal de la banca” en casos como los procedimientos para la devolución de las cláusulas suelo. “Quiso salvar a la banca de tener costes elevados en este problema. Ha sido cómplice”, señala el responsable de la organización de clientes bancarios.

Además Pardos, critica el papel jugado durante el proceso de resolución de Banco Popular. “Tenían los datos y conocían la situación pero se lavaron las manos”, añade. En su comparecencia ante el Congreso, Linde defendió la actuación del Banco de España en la crisis del banco, hoy propiedad de Santander, y señaló a la responsabilidad de la supervisión a nivel europeo.

Pardos lamenta que Linde “no ha respondido a nuestras comunicaciones” durante sus años de mandato y apunta que han recibido mejor trato por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). “El Banco de España ha intentado quitarse de encima el marrón de las reclamaciones”, añade en referencia a la labor que tiene el organismo de atender las quejas de los usuarios de banca.

Linde también se va sin solucionar sus disputas internas con los inspectores del Banco de España. Fuentes del sector lamentan que estos enfrentamientos, sobre las labores de supervisión, hayan terminado perjudicando a las entidades. Pero más allá de estas lecturas, las diferencias se han visto patentes en el Congreso, donde los inspectores han rebatido la posición oficial del Banco de España.

Una de las más conocidas fue en noviembre del año pasado, cuando José Antonio Delgado, secretario de la Asociación de Inspectores del Banco de España, acudió a la comisión de investigación sobre la crisis financiera. En su participación, habló de las “deficiencias” en la supervisión del organismo “aunque esta evidencia sea negada sistemáticamente por los actuales resposables”. Además, aseguró que existe una “captura” del supervisor por parte de las entidades, lo que ha provocado que se apartara a ciertos inspectores.

Este enfrentamiento se produce principalmente por los cambios en el modelo de selección de los inspectores. La citada asociación ha sido crítica con los nuevos procesos, señalando que las exigencias son mucho menores. Linde ha defendido que se trata de un mecanismo “cuidado y respetuoso” y que la disputa con los inspectores es “muy dolorosa y se arrastra desde hace años”.