Desde el vehículo eléctrico al teletrabajo o el coche compartido: los riesgos del modelo de negocio de Línea Directa

Diego Larrouy

15 de abril de 2021 22:02 h

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Línea Directa calienta los motores para ser una de las compañías que rompa este año la sequía de salidas a Bolsa en España. La aseguradora propiedad de Bankinter ha publicado este jueves el documento por el cual oficializa la operación y expone al detalle sus datos internos y los riesgos que ve en su negocio. Siendo una compañía muy dependiente de los seguros de automóvil, el grupo reconoce que las nuevas formas de movilidad como el vehículo eléctrico o el coche compartido van a tener un impacto en su negocio, tanto en costes como en nuevos rivales.

El folleto, como se conoce a este documento que deben presentar las compañías que salen a cotizar, hace un análisis de las nuevas formas de movilidad en sus potenciales riesgos para el negocio. “En un mercado maduro y altamente competitivo como el sector asegurador, el éxito continuado del grupo depende en parte de su capacidad de anticipar, identificar y responder con eficacia a la evolución de los factores y tendencias de consumo”, señala la documentación presentada por Línea Directa.

La compañía, que estará presidida por su mayor accionista Alfonso Botín, se juega en esta adaptación buena parte de su negocio. Línea Directa es una de las aseguradoras más vinculadas al negocio de seguros de automóvil y supone esta rama el 84% de sus ingresos. El grupo expone que en los últimos años, a través de Vivaz, ha intentado expandirse a nuevos segmentos de actividad como el hogar o la salud y fía a ello la reducción de su exposición al negocio automovilístico.

No en vano, la compañía reconoce que este negocio, que tiene una alta concentración entre un reducido número de operadores, vive actualmente una transformación que va a arrastrar el negocio asegurador. Por ejemplo, las nuevas herramientas de conectividad han permitido que se popularicen dispositivos telemáticos que sirven a los conductores para lograr rebajas en sus pólizas al poder demostrar una buena conducción. Línea Directa apunta que “se prevé asimismo que muchos tomadores de pólizas acojan con agrado la oportunidad de reducir sus primas” con este método. “Las presiones sobre los precios podrían menoscabar la capacidad del grupo de mantener su margen actual en sus segmentos más rentables”, reconoce.

Amenazas: desde el vehículo eléctrico al teletrabajo

El análisis de Línea Directa en cuanto a los riesgos inherentes a su negocio automovilístico va más allá y se adentra en el cambio del parque de vehículos por las modificaciones en las normas medioambientales y, en concreto, el despegue del vehículo eléctrico. “Si se generalizase el uso y la propiedad de coches eléctricos, podría producirse un impacto considerable en los servicios post-venta de fabricantes y concesionarios de automóviles”, señala la compañía en referencia a las menores necesidades de revisiones o arreglos en los vehículos. El grupo teme que esto impulse a fabricantes y concesionarios a adentrarse en el negocio de seguros, sirviéndose de la gran cantidad de datos que tienen de sus clientes.

La actividad tradicional de Línea Directa también se ve afectada, como comenta la compañía en el folleto, por el vehículo compartido. El grupo reconoce que es un negocio que está “en auge” y que se ha convertido “rápidamente” en un elemento característico de las principales ciudades españolas. “Esta tendencia podría obligar a la Sociedad a invertir recursos considerables para confeccionar nuevos modelos de riesgo y adaptar la oferta de productos”, reconoce.

Tampoco se olvida Línea Directa del renting en el análisis del negocio automovilístico y las nuevas formas de movilidad y de propiedad de los vehículos. En este punto, la compañía señala que muchas de estas empresas cuentan con sus propios seguros o marcas genéricas, consiguiendo un “fuerte poder negociador”. A ello se suma que las empresas se sirvan de esta vía para financiar su flota, logrando mejores posiciones negociadoras que un cliente particular a la hora de obtener un seguro. “Esto puede hacer reducir nuestras primas y, por consiguiente, afectar a los ingresos y resultados de explotación”.

Pero más allá de los cambios en la movilidad, Línea Directa apunta que los cambios tecnológicos están provocando un cambio en la propia competencia que tenía la compañía y lo incluye entre los riesgos para su negocio. “Nos enfrentamos a una competencia intensa de operadores nacionales, grupos internacionales y nuevos entrantes directos que ofrecen o pueden ofrecer en el futuro productos y servicios similares o idénticos a los de línea directa”, explica el documento. En la última década las primas que cobra el sector han caído casi un 14% debido al “descenso global del historial de pérdidas”, vinculado a la menor siniestralidad.

Incluso, la compañía aseguradora señala como amenaza el teletrabajo ya que su auge “contribuiría también a reducir sustancialmente la frecuencia de uso del automóvil, ocasionando así presiones sobre los precios. Si este escenario se hiciera realidad, sería fundamental mejorar incesantemente la eficiencia para mantener una ventaja competitiva, y no cabe garantizar que la Sociedad podrá llevar a cabo todas las actuaciones necesarias para adaptarse eficazmente a estas novedades”.

En este contexto, Línea Directa apunta que hay nuevos competidores que están impulsando la digitalización del seguro del automóvil y señala a las compañías aseguradoras tecnológicas (conocidas como insurtech, al igual que en el caso de los bancos son fintech). Así, señala que negocios como este, el de los comparadores de precios o el de las compañías de renting que ofrecen seguros todavía no están muy desarrollados en España y podrían cambiar el modelo de competencia en el futuro. “Aunque la competencia real para Línea Directa son las aseguradoras, el ascenso de estos actores puede provocar presiones en precios, márgenes y reducir la lealtad de los clientes”, advierte la compañía.

Por último, la compañía analiza que el carnet por puntos, el mayor cuidado social y la evolución de medidas de seguridad en los vehículos y en las infraestructuras producirá una reducción en el futuro de las reclamaciones al seguro. Esto provocaría, según apunta el grupo, más presión en los precios. “Si la compañía no es capaz de mejorar continuamente sus niveles de eficiencia, esta presión puede dañar la capacidad para mantener o incrementar su rentabilidad actual”, zanja el grupo en el apartado de riesgos.

Con estos mimbres, y otros más técnicos vinculados al sector financiero, Línea Directa llegará el próximo 29 de abril a la Bolsa. El grupo tenía previsto salir al mercado el año pasado, pero la crisis del coronavirus provocó que Bankinter tuviera que frenar la cotización de su filial aseguradora, pese a que llevaba tiempo preparando la operación. Finalmente se espera que comience a cotizar valorada en algo más de 1.400 millones de euros. Estará presidida por el citado Botín, aunque sin funciones ejecutivas que recaerán por completo en el consejero delegado, Miguel Ángel Merino.

La operación de salida a Bolsa de Línea Directa es algo distinta a otras. Lo que hace Bankinter es otorgar una especie de dividendo a sus accionistas por el cual en lugar de otorgar dinero en efectivo les da acciones de la nueva empresa cotizada, reteniendo el banco algo más del 17% de los títulos. Es por ello que ha tenido que esperar al visto bueno del Banco Central Europeo para acometer esta operación, puesto que el supervisor tiene limitados los dividendos por parte de los bancos. El primer accionista de la aseguradora será, como ocurre con el banco, Cartival, el holding de Botín, que retendrá el 19% de la compañía. El empresario Fernando Masaveu tendrá el 4,3% y el resto se repartirá entre accionistas minoritarios.