'Madrid Nuevo Norte', antes 'Madrid Puerta Norte', antes 'Operación Chamartín', podría poner fin a 23 años de avatares en torno al desarrollo urbanístico de la zona septentrional de la capital. El Ministerio de Fomento, el Ayuntamiento y la sociedad Distrito Castellana Norte (formada por BBVA y la constructora San José) van a anunciar este jueves el desbloqueo del polémico proyecto.
La llegada del equipo de Manuela Carmena enterró los planes de edificar 19.000 viviendas de su predecesora, Ana Botella, motivo por el que el Gobierno reclamó 700 millones al consistorio. Finalmente las viviendas que se construirán serán 11.000, lo que dobla la apuesta inicial de Ahora Madrid. En todo caso un 42% menos de lo que se pretendía en 2015.
De ellas, tal y como consta en el borrador del proyecto, un 37% (4.100) serán viviendas públicas, más del doble de las 1.900 que se contemplaban en los planes de 2015. El acuerdo establece que las cesiones obligatorias al Ayuntamiento se realicen en suelo residencial, de manera que a las 2.200 viviendas protegidas (20% del total) se le añadirán otras 1.900 calificadas como libres, y que podrían tener un uso para alquiler social a través de la EMVS. Esto se traduce en que el municipio dispondrá de unas 4.100 viviendas para desarrollar políticas públicas de vivienda.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se ha declarado “muy orgullosa” del acuerdo.
Aprobado a finales de 2018
De cumplirse los plazos ahora previstos, el proyecto iniciará su tramitación administrativa a principios del último trimestre de 2017 y su aprobación inicial se producirá en enero de 2018. El visto bueno definitivo se daría a finales de 2018. Pero antes de que acabe 2017 –antes del plácet inicial– se desarrollará un proceso específico de participación con las asociaciones ciudadanas articulado por el Ayuntamiento de Madrid.
Los plazos contemplados en el antiguo proyecto eran de 20 años de obras, con lo que si se mantienen estas proyecciones ahora, y si los trabajos comienzan a principios de 2019, estaríamos hablando de su finalización en 2039, aproximadamente.
En cuanto a la edificabilidad total del espacio, excluyendo el ámbito de la estación de Chamartín, ésta será de 2.680.000 m2, un 20,5% menos con respecto al plan anterior. De éstos, se destinarán 1.100.000 m2 para edificabilidad residencial. Los cinco ámbitos de actuación serán Centro Negocios Chamartín, Fuencarral- Malmea (un polígono industrial), Fuencarral- Tres Olivos y Las Tablas.
Se pretenden articular sistemas y modelos de transporte adecuados para garantizar una movilidad sostenible. Respecto de las zonas verdes y espacios libres, se articulará un eje longitudinal continuo que estructurará la ordenación y conectará con otras grandes zonas verdes de la ciudad.
Dos décadas paralizado
La urbanización del norte de Madrid es un asunto que arrancó hace ya 23 años. El plan consistía en soterrar las vías de tren de de la zona norte de Madrid –los que salen de la estación de Chamartín– y urbanizar esos terrenos con zonas de viviendas, oficinas y una nueva zona financiera con un rascacielos de 70 plantas, que sería el más grande de Europa. Con las plusvalías generadas con los terrenos, estaba previsto pagar gran parte de los gastos de la ampliación del metro, el soterramiento del tren y dos nuevos nudos de tráfico.