Media docena de empresas españolas se preparan para debutar en Bolsa en 2021 tras varios años de sequía

Diego Larrouy

31 de enero de 2021 21:39 h

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Hubo que esperar en 2020 hasta finales del mes de octubre para ver la única salida a Bolsa de una compañía en España, Soltec Power. Pese a que otras compañías también lo habían planificado, la firma especializada en tecnología para el sector fotovoltaico fue la única empresa que logró sacar adelante el proyecto de debut bursátil en un año marcado por el coronavirus. Sin embargo, no hizo más que confirmar el escaso movimiento de salidas a Bolsa en el mercado español, que atraviesa varios años de sequía. Ahora, en 2021, media docena de empresas se están moviendo con la vista puesta en cotizar durante los próximos meses, si la pandemia y el ambiente en el mercado financiero lo permiten.

En los últimos tres años apenas ha habido cinco debuts bursátiles (Metrovacesa, Berkeley, Amrest, Solarpack y Soltec), una cifra similar a las que se están posicionando para hacerlo durante este ejercicio. De confirmarse todos estos movimientos, se podría traducir en una nueva época para el mercado español después de años en los que fue tildado de poco atractivo.

La llegada de nuevas empresas se prepara en un contexto en el que se intenta dejar atrás el 2020, en el que la Bolsa española firmó el peor resultado de las de su entorno. Además, se produjo una importante caída en el dinero que se negoció en el mercado, de más del 8%, hasta situarse en 429.000 millones de euros. Es un 55% menos que hace apenas cinco años. Y eso pese a que el número de operaciones se disparó cerca de un 50%, según los datos de BME, la empresa que gestiona la Bolsa española. La falta de salidas a Bolsa y venta de grandes paquetes de acciones llevó a la caída en la negociación bursátil.

Desde comienzo de este año, tanto la CNMV como la banca de inversión se han mostrado optimistas con que se pueda romper la tendencia que ha llevado al mercado a un nivel mínimo de incorporaciones. Entidades como JP Morgan, Citi, Alantra o Arcano han coincidido en señalar que el número de operaciones que se esperan será significativamente mayor que las que se han vivido en los últimos años. “En 2020, las salidas a Bolsa en España se han visto muy afectadas por el nivel de incertidumbre, por lo que eliminada o rebajada esa variable aumentarán automáticamente las salidas a Bolsa y el apetito de los inversores por las mismas”, señalaba Arcano a Europa Press.

En una de sus primeras intervenciones públicas como presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura destacó recientemente que en España “es posible que en los próximos meses algunas empresas españolas se animen a dar el paso de cotizar por primera vez, frenando una fase de sequía de salidas a Bolsa”. El directivo achacó la ausencia de salidas a Bolsa de los últimos años a la “abundancia de liquidez”, que desincentivó que las empresas optaran por salir al mercado a financiarse, además de a la volatilidad —fuertes subidas y bajadas— que se vivió en 2020. Por poner un ejemplo, el año dejó el peor mes de la historia del Ibex 35 (marzo) y el mayor incremento mensual del índice (noviembre).

Uno de los principales nombres sobre la mesa para protagonizar una salida a Bolsa es Línea Directa. La aseguradora de Bankinter se esperaba que debutara durante el año pasado, pero la pandemia llevó al grupo a retrasar su salida. Ahora, la operación está a la espera de que la entidad reciba el visto bueno por parte del Banco Central Europeo, según explicó hace unos días la consejera delegada María Dolores Dancausa. “Tenemos confianza en que nos lo van a conceder a lo largo del año y estamos determinados en esta operación”, explicó la directiva en la presentación de resultados de Bankinter. La operación ya fue aprobada por los accionistas de la entidad y se estima valorar la aseguradora en unos 1.400 millones.

La lista de empresas que pueden aterrizar en los mercado en los próximos meses está protagonizada fundamentalmente por el sector de las energías renovables. Uno de estos nombres es el de Opdenergy que, según avanzó Cinco Días, podría ser la primera en salir a Bolsa en la primavera de este año. La compañía navarra, que comenzó como una fotovoltaica y ha ido ampliando su actividad a otros sectores, pretende financiar así la expansión que tiene proyectada en su plan estratégico. Otra de las firmas del sector que busca aprovechar el camino que han abierto compañías como Solarpack o Soltec, es Capital Energy, una de las principales adjudicatarias en la subasta de renovables de esta semana, que, según varias informaciones, ya ha contratado a bancos de inversión para dirigir la operación. Además, otro de los nombres del sector que ha sido señalada como una de las futuras incorporaciones a Bolsa ha sido Ecoener, aunque estaría todavía en un paso más inicial.

La mayor operación en este sentido que se prevé en el sector es la de la división de renovables de Repsol. La propia compañía reconoció que estudia sacar a Bolsa a esta filial, lo que supondría “un importante impulso para la consecución de objetivos y garantizará un mayor retorno de nuestras operaciones”. Así lo apuntó en noviembre el consejero delegado, Josu Jon Imaz, quien señaló que el objetivo sería captar unos 1.400 millones con la operación. Sin embargo, la compañía no concretó si este movimiento se realizaría en 2021 o 2022. Barclays llegó a valorar este negocio en más de 4.000 millones de euros lo que, de concretarse en una salida a Bolsa, sería la más grande de las que están sobre la mesa. No descarta sustituir la salida a Bolsa por la entrada de otro inversor.

Fuera del sector de las renovables, Atrys Health es otra de las compañías que se están moviendo para llegar a cotizar en Bolsa. Este caso es distinto al de las demás, puesto que ya cotiza en el mercado pero en BME Growth, lo que antes se conocía como Mercado Alternativo Bursátil, aquel donde operan empresas de menor tamaño. Si se cumpliera este movimiento, sería únicamente la tercera empresa que pasa de uno a otro desde su creación, después de MásMóvil (2017) y Grenergy (2019). La propia compañía ha mostrado públicamente su intención de solicitar el salto del mercado secundario al continuo, la primera categoría bursátil, una vez haya presentado sus cuentas. La firma de tecnología sanitaria cuenta entre sus accionistas con la aseguradora Caser o la familia Ybarra, entre otros. La compañía ha lanzado recientemente una opa sobre ASPY, otra firma del mercado secundario.

El mercado secundario ha copado la mayoría de debuts

Este mercado secundario sí ha vivido años de mayor movimiento porque es, esencialmente, donde se ubican la gran mayoría de las socimis, las inmobiliarias con activos en alquiler que se adhieren a ventajas fiscales a cambio de cotizar y repartir dividendo. Al mismo tiempo que apenas cinco empresas han debutado en estos tres años en la primera división bursátil, son casi 60 las que se han estrenado en el MAB Growth, al calor del auge de las socimis, especialmente en 2018 y 2019. La última empresa que salió a cotizar en este mercado fue, precisamente, ASPY, la empresa ahora adquirida por Atrys.

La banca de inversión ha situado al sector de las renovables como el más activo en salidas a Bolsa durante los próximos meses, pero también han señalado a la salud, la tecnología, las telecomunicaciones o la restauración. Respecto a este último sector, la crisis del coronavirus truncó la preparación que habían hecho dos grupos de restauración para debutar en Bolsa. Uno de ellos era Restaurant Brands Iberia, la sociedad que gestiona las franquicias de Burguer King en España, y el otro, Food Service Project, propietaria de Vips.

Al mismo tiempo que se espera la llegada de nuevas empresas a la Bolsa española ya se conocen al menos dos que dejarán de cotizar en los próximos meses. Es el caso de los dos bancos que van a ser absorbidos en la ola de fusiones. Bankia será, presumiblemente, el primero que deje la Bolsa, justo una década después de que debutara en una operación desastrosa que terminó en rescate. La otra será Liberbank, que se integrará en Unicaja, y que debutó en 2013.