El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, han ofrecido este miércoles en el Congreso datos inexactos o, directamente, falsos sobre la subida de la luz durante sus intervenciones en la sesión de Control al Gobierno. En concreto estos:
“Estamos en precios de 2015”
“Ahora estamos en precios de 2015. Pero en precios más baratos que en los años anteriores, 13 y 14”, ha dicho Rajoy en respuesta a una pregunta al líder de Podemos, Pablo Iglesias. La afirmación es, como poco, inexacta. Sólo se corresponde con la realidad si se tiene en cuenta el importe final de la factura en media móvil del último año (el acumulado de los últimos doce meses). En ese caso, es más baja que la del año anterior porque en el primer semestre de 2016 los precios del mercado mayorista de electricidad (que suponen en torno a un 35% en la factura de un consumidor doméstico) estaban en niveles excepcionalmente bajos por la abundancia de lluvia y viento y el abaratamiento de los combustibles fósiles.
Sin embargo, tras las fuertes subidas del mes pasado, la factura de un consumidor doméstico tipo se ha ido por encima de los 84 euros, según el simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Según Facua, es la más cara de la historia. Si Rajoy se refería al precio del mercado mayorista, es cierto que el precio del kilovatio para mañana jueves es el más bajo desde noviembre; pero tras las espectaculares subidas de enero, la media de lo que va de año supera con mucho las de los últimos ejercicios.
“El modelo ya está auditado”
En su réplica a Iglesias, Rajoy se ha negado a realizar una auditoría de los costes de generación de la electricidad en España, como le ha pedido el secretario general de Podemos. Porque ya se ha hecho y se sigue haciendo: “El modelo ya está auditado y se audita de manera continua”. No ha precisado a que auditoría se refiere. La CNMC realiza una liquidación de los costes de los agentes del sistema eléctrico, pero no una auditoría que el ministro de Energía también ha rechazado, pese a que la pide toda la oposición y el PP la acordó con Ciudadanos en su pacto para investir presidente a Rajoy.
El argumento de los populares es que con la reforma eléctrica se realizó una “auditoría exhaustiva de los costes regulados”, como dijo la semana pasada Nadal. Pero sólo afectó a las plantas de renovables y, como resume Jorge Morales de Labra, vicepresidente de la Fundación Renovables, “no se auditó a las 60.000 instalaciones” de energía renovable. “Fue un trabajo de despacho, de detalle, pero jamás han explicitado en los tribunales de dónde salió ese trabajo y con qué metodología”. Morales añade que “en el régimen ordinario esa auditoría no se ha producido: no se saben los costes que tiene cada tecnología y es imposible saber si se tienen beneficios extraordinarios”.
Los costes regulados de “cualquier consumidor”
“La parte regulada es el 60-65% de la factura de cualquier consumidor antes de impuestos”, ha dicho el ministro de Energía en respuesta a la diputada de Ciudadanos Melisa Rodríguez. La afirmación es falsa. Ese porcentaje supone el peso en el total del sistema eléctrico de los costes regulados, que retribuyen entre otras las partidas para el transporte, la distribución, las primas a las renovables y los costes de los sistemas eléctricos aislados. Pero no los de “cualquier consumidor”, porque la parte regulada no se reparte igual entre los distintos tipos de usuarios. Pesa mucho más entre los domésticos que entre los industriales. Y hay consumidores industriales a los que esa parte regulada les sale a devolver, porque cobran por estar en el sistema: los interrumpibles, la gran industria intensiva en consumo, que tiene ese privilegio a cambio de estar disponibles para un corte de luz en caso de puntuales problemas de suministro. Este mecanismo apenas se utiliza desde hace años.
El impuesto eléctrico no lo implantó Aznar
El impuesto especial sobre la electricidad “no viene de la época del señor Aznar, viene de mucho más atrás”, ha asegurado Álvaro Nadal a la diputada Melisa Rodríguez. Es mentira: tal y como recoge este estudio de la Agencia Tributaria de 2003, ese tributo estaba contemplado en la Ley 66/1997, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social. Esta norma fue sancionada el 30 de Diciembre de 1997 en Baqueira Beret por Juan Carlos I con la firma del entonces presidente del Gobierno, José María Aznar. En aquel momento, el propio Álvaro Nadal era asesor del ministro de Energía de esos primeros años del aznarismo, Josep Piqué.
Otra cosa es que existiera un gravamen anterior a esa ley, el recargo sobre la facturación de energía eléctrica, en concepto de ayudas a la minería del carbón, que estuvo vigente hasta entonces.
Más subidas en otros países
“Las facturas en Francia, Suiza, Italia, Bélgica y otros países pues se han subido más que en el nuestro”, ha dicho Rajoy. La afirmación es, cuando menos, discutible, y difícil de demostrar. Muy posiblemente el presidente se refería a la evolución del mercado mayorista de electricidad, que ha marcado en España precios inferiores a los de otros países europeos, si bien el pool tiene un efecto inmediato en lo que pagan los usuarios que no se traslada en el resto de países. En España la tarifa regulada o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) implantada en 2014 factura la energía por horas (si se tiene un contador inteligente), algo que no sucede en otros países.
Además, otros reguladores han dado más importancia a los contratos bilaterales a largo plazo entre comercializadoras y generadoras, que garantizan precios más estables. En España, el consumidor sujeto al PVPC depende de las subastas y el precio de la energía se conoce con sólo un día de antelación. En cualquier caso, habrá que esperar a que Eurostat, la agencia estadística europea, publique su tradicional informe de precios de la electricidad, que año a año sitúa a España entre los países más caros de Europa para un consumidor doméstico.