Dos meses de excepción ibérica: ahorro del 17% en los hogares españoles con el gas en máximos en Europa

Han pasado dos meses desde que se puso en marcha la excepción ibérica, el tope en los precios del gas para mitigar su impacto en la factura de quienes tienen tarifa regulada. Desde ese 15 de junio, el ahorro de estos consumidores supera el 17%, según los datos que ha recopilado elDiario.es. Un recorte respecto al precio teórico que se estaría pagando sin esta medida que incluye el impacto de las dos olas de calor vividas en este verano –que han acelerado el uso de las plantas de ciclo combinado– y que coincide con una cotización del gas en Europa que está en máximos históricos. 

La invasión de Ucrania por Rusia y la amenaza, cada vez más real, de que cierre el grifo hacia Alemania están provocando un terremoto en todo el mercado energético europeo. No solo por las medidas de ahorro de energía, que han derivado en una batalla política. También porque, hace unos días, el canciller alemán, Olaf Scholz, instó a poner en marcha cuanto antes un gasoducto que una España y Portugal con el resto de la Unión Europea a través de los Pirineos. Una infraestructura que, en el lado español, podría estar operativa en ocho o nueve meses, según aseguró la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Ese gasoducto, sobre el que hasta ahora Alemania había sido reticente, ha cambiado la percepción sobre la relevancia de España y Portugal como ejes de entrada de gas hacia Europa y como piezas esenciales del mapa energético de la UE por su capacidad para inyectar gas natural licuado al sistema a través de su red de regasificadoras. Precisamente, son los dos mercados que mantuvieron duras negociaciones en Bruselas para conseguir la puesta en marcha de esta solución ibérica. Un tope que también conlleva una compensación a las empresas gasistas, que pagan los consumidores, para mitigar el impacto en sus cuentas de resultados de esta limitación a las subidas de precios.

En estos dos meses desde su puesta en marcha, el ahorro medio para los consumidores acogidos a la denominada tarifa regulada del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) se ha mantenido en el entorno del citado 17%, aunque en algunas fechas del mes de julio ha llegado a superar el 30%. Porcentaje que ha vuelto a rozar en las últimas jornadas. La previsión del Gobierno situaba el ahorro del tope a los precios en una franja de entre el 15% y el 20%, con lo que se están cumpliendo esas estimaciones.

El precio del gas en Europa, disparado

La solución ibérica ha permitido así desacoplar los precios que pagan los clientes con PVPC de un mercado donde la cotización del gas en Europa está disparada, en máximos históricos. En concreto, la referencia ibérica del mercado del gas para entrega en septiembre, Mibgas, cotiza en cerca de 149 euros/MWh. En cambio, la cotización del gas que se usa como referencia en el mercado gasista europeo (denominada TTF), y que corresponde a los precios del mercado cotizado en Países Bajos, llegó a tocar este martes los 250 euros. Entrada la sesión cambió de tendencia y bajó hasta 220 euros. 

Hasta hace un año, este mercado de referencia para Europa se movía por debajo de los 20 euros. Actualmente, no solo se mantiene disparado respecto al pasado, sino que tampoco hay perspectiva de que vaya a pisar el freno en los próximos meses. Para octubre, las previsiones para estas cotizaciones del gas superan los 241 euros y, de cara a noviembre y diciembre, alcanzarían los 243 euros. Unas cotizaciones que miran de reojo qué pasará con el gas ruso si, finalmente, se paralizan los envíos desde ese país a Europa.

En ese escenario no solo pueden aumentar los precios del gas y, en consecuencia, de la electricidad, sino que además, la propuesta de ahorro que ha redactado la Comisión Europea, que insta a reducir el consumo gasístico en un 15% (7% en el caso de España), pasaría de voluntaria a obligatoria.

¿Qué están pagando otros países?

Esta situación de los precios internacionales del gas en máximos de los últimos años, que ha sufrido vaivenes en las últimas jornadas, tiene como derivada que los precios de la electricidad en otros países europeos estén significativamente más altos que en España, porque no existe ese desacoplamiento que se ha logrado en España y Portugal.

En España, el precio medio que han pagado los consumidores españoles con tarifa regulada –a los que se aplica el tope– desde el pasado 15 de junio es de 248,16 euros/MWh y para este miércoles se sitúa en los 236 euros/MWh. 

La evolución en España, con el tope, sitúa el precio medio de los clientes regulados un 34% por debajo de la media que se paga en Francia desde el 15 de junio, que se sitúa en más de 375 euros. También es más de un 21% inferior al precio medio de estos dos últimos meses en Alemania (315,5 euros/MWh) y, sobre todo, es un 41% inferior a lo que sucede en Italia, donde, de media, se han alcanzado los 421 euros en el cómputo medio de los dos últimos meses completos. 

Tres mercados donde, de cara a este miércoles, se ha superado la barrera de los 500 euros/MWh. Esa cifra ya se había superado en Francia e Italia el 3 de agosto, pero este 17 de agosto es la primera vez que se supera en Alemania. Una muestra de la necesidad que tiene la primera economía europea de buscar países donde abastecerse más allá de Rusia y, de ahí, las prisas por poner en marcha un nuevo gasoducto desde la península Ibérica. 

En el caso de Francia, también hay que tener en cuenta que el país tiene paralizado prácticamente la mitad de su parque nuclear. Bien por problemas con el diseño de las plantas, que conlleva tener que realizar cambios en las instalaciones; bien porque las altas temperaturas impiden el uso de agua por estas centrales, cuyo funcionamiento requiere grandes cantidades de este bien esencial. 

No son solo estos mercados. “Históricamente los precios de la electricidad en España han sido más caros que en Centroeuropa. Ahora estamos casi un 26% por debajo de lo que se está pagando en Alemania, Bélgica y Holanda, donde en agosto, de media, se han alcanzado los 360 euros”, explica Francisco Valverde, responsable de Renovables de Menta Energía.

Respecto a Francia, en las últimas semanas el Partido Popular ha puesto en marcha una campaña que asegura que los españoles “seguimos financiando el gas a Francia” y que la excepción ibérica, que califica como “la medida estrella de Sánchez (...) estrella cada día un poco más nuestra economía”. 

Hay que diferenciar lo que ocurre con la electricidad y con el gas. Respecto a este último, no estamos en máximos de exportaciones a Francia. El pico en la interconexión de gas por los Pirineos se alcanzó el pasado mes de mayo, antes de la excepción. Entonces se llegó a 6.200 GWh de gas y en abril fueron 5.600 GWh. En cambio, en junio fueron 3.200 GWh, según los datos que publica la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), una entidad que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Sí es cierto que en la primera mitad de año Francia ha comprado mucho más gas a España. De hecho, en esos seis meses se ha exportado a ese país más gas que en todo 2020 y 2021 juntos, pero el pico se alcanzó en primavera. 

En cuanto a las exportaciones de electricidad a Francia, han aumentado pero los expertos vinculan este crecimiento a los problemas que tiene el país vecino con sus nucleares. “Con tope o sin él, el precio de Francia habría sido más caro este verano, con lo cual la exportación allí se estaría dando igual”, explicó a elDiario.es Francisco Valverde. “Estaríamos exportando lo mismo porque Francia está infinitamente peor y esos mismos ciclos estarían funcionando”. Una situación que “no tiene visos de arreglarse hasta, por lo menos, el segundo trimestre del año que viene”, aseguró el experto.

El ciclo combinado se toma un respiro

Aún quedan por delante semanas de verano y, de momento, no se pueden descartar nuevas olas de calor, ni en España ni en otros países. Unos picos de temperatura que disparan el consumo de aire acondicionado, al mismo tiempo que bajan la generación hidráulica, la eólica y la fotovoltaica y, en cambio, elevan la de las centrales de ciclo combinado, las que emplean gas para generar electricidad.

En la última ola de calor, en el mes de julio, estas centrales representaron el 40% de la generación total, mientras la eólica y la fotovoltaica se quedaron en el 12,5% y el 11%, respectivamente. En cambio, justo antes de esa ola de calor, el ciclo combinado solo era el 18% de la generación, mientras que la eólica superaba el 26%.

Este martes, con las temperaturas dando un respiro respecto a fechas anteriores, el ciclo combinado se queda en el entorno del 24% de la generación de electricidad en España. A mediados de la semana anterior, llegó a superar el 40% de la generación total, según los datos que publica Red Eléctrica. De cara a los próximos días, las temperaturas volverán a subir, lo que previsiblemente elevará de nuevo el peso de estas centrales.