Son muchos los ejemplos de compañías que han contado en su equipo con exministros del Gobierno: Repsol, Gas Natural, Endesa, Iberia, Indra o Telefónica. Desde 1977, el 40% de los ministros de la Democracia se han pasado a engrosar los consejos de administración y las estructuras directivas de empresas privadas, según datos del Registro Mercantil, BOE, páginas webs oficiales y hemeroteca analizados por eldiario.es.
Por estas puertas giratorias, del inglés revolving doors, han pasado desde el inicio de la Democracia, 71 ministros de los 176 que han tenido una cartera en un Gobierno de España.
La situación se repite en todos los Gobiernos desde el primero de la Legislatura Constituyente. El 49% de los ministros de los Ejecutivos de Unión de Centro Democrático (UCD), presididos por Adolfo Suárez (1977-1981) y Leopoldo Calvo Sotelo (1981-1982), se pasaron al sector privado. También el 49% de los responsables de ministerios de Felipe González (1982-1996) ficharon, después del cargo, por grandes empresas. Y más de la mitad (51%) de los ministros de José María Aznar (1996-2004) se incorporaron al sector privado.
Sin embargo, de los titulares con cartera del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2008), solo el 23% han fichado por grandes compañías españolas e internacionales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en algunos casos ha pasado muy poco tiempo para poder dar el salto a la privada. Todavía en las últimas semanas se ha estado hablando del fichaje de Trinidad Jiménez por parte de Telefónica, pese a que fue ministra del PSOE en 2010.
Repsol, Gas Natural y Endesa son las tres compañías que más exministros han incorporado a sus plantillas, con cinco y cuatro antiguos miembros del Gobierno cada una.
En el caso de Repsol, hasta cinco personas que pasaron por el Gobierno se incorporaron a su plantilla: Ignacio Bayón Mariné, ministro de Industria durante la Transición; Luis Croissier, responsable de Industria con Felipe González; Marcelino Oreja Aguirre, que mantuvo la cartera de Exteriores durante el gobierno de Adolfo Suárez; Juan Antonio García Díaz, vicepresidente y titular de Economía durante la Transición; y Juan Antonio Ortega, ministro de Educación en la primera legislatura de la democracia.
Repsol, de esta manera, es la compañía que más exministros ha fichado para su Consejo de Administración. Todos entraron en el puesto justo después de 1997. La compañía, inicialmente pública, inició su proceso de privatización en 1989, con el Gobierno de Felipe González, y terminó, precisamente en 1997.
El caso de la petrolera muestra, además, como ministros con competencias en el sector, dos titulares de Industria, fueron incorporados a una de las empresas que regularon. No son los primeros. Rodrigo Rato, vicepresidente y responsable de Economía y Hacienda durante el Gobierno de José María Aznar, fue presidente de Bankia entre 2010 y 2012.
Para evitar estas situaciones, la ley que regula los conflictos de interés fue aprobada en 2006 y establece que los altos cargos de Estado no podrán “desempeñar sus servicios en empresas relacionadas directamente con las competencias del cargo” durante los dos años siguientes a su cese.
Esta ley, que buscaba regular las famosas “puertas giratorias”, también tenía sus vacíos legales. Elena Salgado, vicepresidenta del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, fichó como consejera por Chilectra, filial de Endesa en Chile, solo tres meses después de dejar el Gobierno. La exministra eludió las incompatibilidades de la ley al incorporarse a una filial en un país extranjero.
Línea de tiempo de los cargos de tres ministros que se pasaron al sector privado
Endesa, de origen público y privatizada en los años 90, también es una de las que más fichajes de políticos ha realizado. José María Aznar, presidente del Gobierno entre 1996 y 2004, consiguió un puesto como asesor en la compañía eléctrica entre 2011 y 2014. En el mismo periodo, Pedro Solbes, titular de Economía y Hacienda durante los dos Ejecutivos socialistas, fue consejero de Enel, propietario de Endesa desde 2008.
Las empresas que desarrollan sus negocios en sectores muy regulados, como la electricidad, suelen ser las que más tiran de políticos. Otro fichaje polémico y sonado fue el del expresidente del Gobierno Felipe González, por Gas Natural. También las grandes constructoras, ligadas a la obra pública, son asiduas a contratar exministros. Josep Piqué, que ocupó las carteras de Industria, Ciencia y Asuntos Exteriores durante la etapa de Aznar, es consejero delegado de la constructora de los Villar Mir, OHL.
No es el único caso. Jesús Sancho Rof, ministro de Obras Públicas durante el Gobierno de Adolfo Suárez, fue nombrado presidente de AERCO (1998-2008), la patronal de las empresas de la construcción. Javier Sáenz de Cosculluela, responsable de la cartera de Obras Públicas del Estado, también fue nombrado presidente de AERCO (2008-2012) y consejero de la constructora Morrison Infraestructuras.
Cabe esperar que una vez que el actual Gobierno en funciones deje paso, definitivamente, al nuevo Ejecutivo, se vuelvan a ver puertas giratorias de los ministros de Mariano Rajoy. Por lo pronto, tan solo Luis de Guindos, Isabel García Tejerina y Pedro Morenés tienen una trayectoria significativa en el sector privado. Para el resto, la puerta que gira puede ser su primer pasaporte a la empresa privada.