El tipo efectivo del impuesto de Sociedades que acaban pagando las grandes empresas tras deducciones y beneficios fiscales en España está siendo objeto de controversia entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la patronal CEOE. La diferencia de criterio no es menor: si Montoro dijo hace unos días que el tipo que acaban pagando estas grandes empresas es de entre el 7% y el 8%, los empresarios le han contestado ahora que esto es falso y que su tipo efectivo es cercano al 20%.
El ministro buscaba defender los cambios en el Impuesto de Sociedades que afecta a las grandes corporaciones y que busca acercar el tipo efectivo al tipo nominal. “Esto no se puede aceptar y para eso estamos los legisladores y hemos cambiado las condiciones, que no significa cambiar la seguridad jurídica”, dijo, recordando que en 2012 el tipo efectivo de las grandes empresas estaba incluso en el 3 %.
Alegó que “a los grandes grupos les conviene tributar más” para mejorar la cohesión social.
Este martes las empresas le han respondido que en realidad el tipo del impuesto al que se refiere Montoro no es el adecuado. Los datos de la Agencia Tributaria incluyen, tanto para grupos consolidados (normalmente grandes empresas) como para sociedades individuales (pymes), dos porcentajes.
Por una parte el llamado “Tipo efectivo sobre Base Imponible” y otro denominado “Tipo efectivo sobre Resultado Contable”. Este último tipo fue del 6,9% en 2014 para las grandes y del 13,9% para las pequeñas, y es al que se refiere Montoro. Pero según los empresarios, es el primero, el de la base imposible, el que ha de tenerse en consideración. Y en este caso, los porcentajes pagados son más altos: 19,2% las grandes empresas y 22,5% las pequeñas.
En realidad, el resultado contable (que utiliza Montoro) refleja más la actividad de la empresa en el mundo, y el de la base imponible (CEOE) la bolsa sobre la que toca pagar impuestos en España. Y es sobre el resultado contable sobre el que se realizan ajustes, de muchos miles de millones de euros.