Las compañías de telecomunicaciones tienen el foco puesto en el 5G, la nueva tecnología de conexión llamada a transformar el sector. Sin embargo, no son pocos los analistas que han planteado sus dudas sobre esta herramienta, para la que además las operadoras tienen todavía que afrontar importantes inversiones en infraestructuras. La última en dar muestra de sus reservas respecto a esta tendencia ha sido la agencia crediticia Moody's, quien considera que el cambio para que las operadoras vuelvan a subir en ingresos no vendrá por el 5G en 2021.
“No vemos al 5G como catalizador para el cambio en la tendencia de los ingresos”, ha señalado este miércoles Carlos Winzer, vicepresidente de Moody's Investor Service, quien proyecta que el año terminará con un incremento del 0,5% en la facturación de las compañías de telecomunicaciones. “Sí vemos —ha aclarado— que un proceso de fusiones y adquisiciones podría provocar un cambio de tendencia, especialmente en la segunda mitad del año”, ha apuntado el analista. La agencia tiene una “perspectiva negativa” para el sector, pese a que ha superado bien la crisis del coronavirus, puesto que “hay factores globales que afectan de manera negativa al conjunto del sector”.
Es por eso que la agencia ve que el cambio en 2021 en los ingresos de las operadoras no llegaría por el lanzamiento generalizado del 5G sino porque estas hayan emprendido un proceso de fusiones. Moody's entiende que no serán en todo caso operaciones transnacionales que supongan la unión de varias operadoras europeas, sino que este tipo de acuerdos se alcanzarán a nivel de países, también en España. “Es un mercado demasiado fragmentado y atomizado. El regulador y el gobierno se han centrado en potenciar la competencia y ha provocado una destrucción de valor impresionante. El regulador se enfoca en bajar precios para favorecer a clientes y esto ha provocado presión sobre las compañías”, ha apuntado.
En el caso de España, Moody's ve capacidad para que se produzcan fusiones entre las numerosas operadoras, aunque dejan fuera a Telefónica quien, por cuestiones regulatorias, sería complicado que pudiera aumentar su posición en el mercado. Así, señalan que operaciones como la fusión de MásMóvil con Vodafone, con la que se ha especulado en las últimas semanas aunque negada por la primera, o incluso con Orange tendrían sentido y aportarían sinergias para las compañías; o bien la participación de Euskaltel en operaciones que le permitan ampliar su presencia geográfica.
Sin embargo, Winzer ha señalado que no se espera que se produzcan operaciones antes de que se produzca en España la subasta del 5G. Aunque en 2018 ya se subastó una parte del espectro radioeléctrico que irá destinado al 5G en base al cual las operadoras ya están realizando pruebas y lanzando sus primeros servicios, el grueso corresponde a la próxima subasta que estaba prevista para este verano pasado pero que las circunstancias han llevado a comienzos del año que viene, todavía sin una fecha clara.
En Moody's entienden que la política de la administración comunitaria, que llegó a bloquear la fusión de Telefónica y Hutchinson en Reino Unido, ha cambiado después de que la justicia tumbara el veto a aquella operación. “En el año 2021 va a haber un apoyo implícito mayor por parte de reguladores y de tolerancia hacia las fusiones y adquisiciones”, ha subrayado Winzer. “La consolidación que pudiera venir no es a cambio de que entren nuevos operadores, sino que se produzca fusión en entorno competitivo”, ha enfatizado el analista, quien apunta que en España el nivel de competencia es “uno de los mayores de Europa”.
La agencia incide en que esta competencia se ve en la “intensidad de las ofertas” que se está viviendo en España y en otros mercados europeos, con nuevos operadores que tienen estrategias “agresivas” de captación de clientes. Moody's señala que esta presión se produjo principalmente en el segundo y el tercer trimestre del año, aunque en los últimos meses de 2020 se está “disminuyendo un poco”. En este sentido, ve “muy positivo” que compañías como Telefónica haya anunciado subida de tarifas en su oferta convergente Fusión.
Además de los cuatro grandes operadores en España (Telefónica, Vodafone, Orange y, más recientemente, MásMóvil), hay dos que se encuentran en pleno auge, como son Euskaltel y la rumana Digi. Agustín Alberti, analista de Moody's que sigue a ambas compañías, asegura en el caso del grupo vasco que el crecimiento está llegando a raíz de su acuerdo con Virgin, que le permite explotar esta marca en más territorios fuera de Euskadi o Asturias, donde ya tenía complicado seguir. “Los últimos datos no oficiales de noviembre han sido muy positivos y confirman esa tendencia de incremento de base de clientes, que es uno de los problemas que tenía Euskaltel”, ha apuntado. Sobre Digi, ha destacado su “fuerte crecimiento” tanto en móviles como en fijo, aunque ha señalado que su despliegue beneficia a los ingresos mayoristas de Telefónica porque su oferta se basa en la red de la antigua compañía pública.
Volviendo al 5G, Moody's analiza la importante inversión que se viene para las compañías operadoras de telefonía para poder desplegar esta tecnología, que precisa de un mayor número de torres de telecomunicaciones y una fuerte vinculación con la red de fibra. En este sentido, Winzer señala que se va a ver muy “activos” a los fondos de infraestructuras para invertir, ante la imposibilidad de que las compañías lo hagan por sí solas al contar con fuertes deudas. Este negocio, al alza, ha atraído a multitud de actores ajenos a este sector, como Amancio Ortega o La Caixa. Sin embargo, el analista considera que esta clase de operaciones es un “debilitamiento” para las operadoras en la medida en que “diluyen” su participación. “Es una tendencia que vamos a ver más y más para dar entrada a fondos y para nosotros es una señal de debilitamiento del modelo de negocio”, ha apuntado.