Los taxistas se han movilizado frente a una de las delegaciones de la Consejería de Transportes de Madrid para exigir que se regule a nivel regional el número de autorizaciones destinadas a vehículos de alquiler con conductor (VTC). El colectivo ha entregado un escrito dirigido a Rosalía Gonzalo, consejera de transportes de Madrid, en el que han reclamado “regulación inmediata” de los VTC.
Tras la concentración del colectivo ante el Congreso de los Diputados del pasado mes de septiembre –que coincidió con la aprobación del decreto que cede las competencias estatales de regulación a las Comunidades Autónomas– ahora reivindican que la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento se “coordinen para legislar este servicio no regulado”, ha explicado Jesús Fernandez, vicepresidente de la Federación del Taxi de Madrid.
“Los VTC sustituyen un servicio público que es de interés general”, ha apuntado Fernández. El vicepresidente de la Federación también ha lamentado que el colectivo lleve dos años “esperando” la modificación de la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres, donde se recogen los fundamentos para administrar las condiciones y competencias de trabajo de los vehículos de alquiler con conductor.
“La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento tienen que tomar medidas para corregir esta desrregulación”, ha afirmado Fernández y en esta misma línea se ha pronunciado Julio Sanz, presidente de la Federación del Taxi, que ha hecho referencia a la “falta de voluntad política para legislar”.
Las patronales han anunciado protestas que “irán en aumento” si las instituciones “no se ponen de acuerdo” para regular a los VTC. Además, amenazan con una huelga indefinida que “paralizará Madrid” en caso de no tener un compromiso sobre el papel con los organismos encargados de regular estas competencias, ha subrayado Miguel Ángel Leal, presidente de La Gremial.
En caso de que el sector del taxi convoque huelga sería, técnicamente, un 'paro patronal', que es la denominación que tienen los paros cuando son las propias patronales –formadas por trabajadores autónomos– las que deciden parar su actividad para reivindicar sus intereses. En este tipo de paros las empresas cierran ese día: ni sus trabajadores trabajan ni prestan sus servicios.