Algunas de las principales multinacionales globales perciben un frenazo en el consumo que ya está afectando a sus resultados. Unas, como el gigante sueco Hennes & Mauritz (H&M), lo atribuyen a que las temperaturas de las últimas semanas no están ayudando a vender prendas de verano en gran parte del continente europeo. Otras, como L'Oréal, a que China, uno de los mayores mercados para el sector cosmético, no está tirando como en años anteriores.
En el caso de la multinacional nórdica del textil –que también tiene bajo su paraguas enseñas como COS, Weekday o Monkey– ha reconocido que el mes de junio ha sido bastante malo. Sus ingresos fueron menores a los del mismo mes de 2023, que estuvo marcado por las altas temperaturas en todo el hemisferio norte. La rival de Inditex asumió que es probable que sus ventas durante el sexto mes del año caigan alrededor de un 6% y lo atribuye a que el verano ha tardado en llegar.
Como derivada, la diferencia entre sus ingresos y sus gastos puede que no llegue a los objetivos que se había planteado, porque esperaba un margen operativo del 10% y ahora asume que es más difícil alcanzar esa meta. “Los factores externos que influyen en nuestros costes y en las ventas, incluidas las divisas, tendrán un impacto más negativo de lo que esperábamos en el segundo semestre”, explicó su consejero delegado Daniel Erver, en declaraciones recogidas por la agencia Reuters.
H&M no vive un momento dulce desde hace tiempo. En España, por ejemplo, anunció un nuevo recorte de empleo hace solo unos meses y el cierre de una treintena de tiendas que justificó por causas económicas y organizativas.
Otro gigante del textil que también ha lanzado un aviso a navegantes es Levi Strauss. La multinacional estadounidense apunta a que está mejor que en el pasado, porque ya no arrastra los problemas de inventario que llenaron los almacenes de gran parte del sector textil durante los dos últimos años. “Nuestros consumidores son resilientes”, reconoció el director financiero de la compañía, dueña de Dockers, Harmit Singh. Sin embargo, apuntó que “sin duda, hay indicios de cierto nivel de incertidumbre que vemos en la segunda mitad del año y más allá”. En su caso, prevé ingresar más, pero se quedaría en cifras modestas, con un crecimiento de ventas que estaría entre el 1% y el 3%.
Nike se desploma en bolsa
Otra empresa global que atraviesa problemas es Nike. El fabricante de prendas deportivas vivió el viernes de la pasada semana un batacazo en bolsa al ver cómo sus acciones perdían el 20% de su valor. Este lunes, tras la apertura del parqué en Nueva York sus títulos se mantenían a la baja, aunque limitada a cerca del 1%.
El motivo de que se dejara más de 25.000 millones de capitalización en menos de 24 horas pasa porque la compañía está perdiendo el paso frente a otros competidores que llevan menos tiempo en el mercado como Hoka u ON. De hecho, a finales del pasado año ya anunció un plan de despidos para intentar ahorrar cerca de 2.000 millones de dólares.
Nike acaba de cerrar su año fiscal y ha comunicado una caída de sus ingresos netos del 1,7% durante el último trimestre, hasta 12.610 millones de dólares, el equivalente a 11.700 millones de euros. Y, para el próximo ejercicio, prevé que sus ingresos se reduzcan alrededor de un 5%. Un anuncio que derivó en que los inversores se lanzaran a vender sus acciones.
Sufre, sobre todo, con determinadas marcas. Por ejemplo, en su presentación a inversores explicó que las ventas de Converse durante ese último ejercicio se redujeron en un 14%, sobre todo, por la caída de ventas en Europa Occidental y América del Norte.
Para intentar dar la vuelta a esta situación, la compañía confía en un cambio de percepción de los consumidores por el tirón de los Juegos Olímpicos y el patrocinio de deportistas. También, porque va a reforzar su oferta de prendas ligadas al 'running' y bajará precios. Esto último no lo hará de forma generalizada, sino lanzando una línea de calzado por debajo de los 100 dólares.
Mientras, el gigante de la cosmética L'Oréal ha puesto el foco en el mercado chino. Su consejero delegado, Nicolas Hieronimus, aseguró en un evento organizado por JPMorgan, que recoge la agencia Bloomberg, que el sector crecerá este año entre un 4,5% y un 5%, cuando a principios de año la meta era alcanzar, como mínimo, ese último porcentaje. Detrás, el frenazo del consumo en China.