El Gobierno de Australia anunció hoy que la empresa española Navantia, junto a BAE System y Raytheon Australia tendrán una mayor participación en el millonario programa de construcción de tres destructores de defensa antiaérea, que ha sufrido muchos retrasos y ha generado gastos excesivos.
Los nuevos roles en este proyecto de 8.500 millones de dólares australianos (7.051 millones de dólares estadounidenses o 5.726 millones de euros) supondrán “mejoras inmediatas”, comentó el ministro australiano de Finanzas, Mathias Corrman, en una rueda de prensa en Camberra junto al ministro de Defensa, David Johnston.
Corrman explicó que “los retrasos en la construcción de estos buques rondan los 30 meses para el primer y el segundo barco y de alrededor de tres años (para el tercero) y el trabajo que debe hacerse en este período interino entre hoy y finales de julio de 2015 se centrarán en poner una cifra final a los excesos en los costes”, según la cadena local ABC.
Por su lado el ministro Johnston explicó que Navantia contribuirá con sus conocimientos en el diseño, BAE coordinará la construcción y Raytheon aportará en el área de gestión.
El anuncio de este martes supone el primer paso de un plan de tres puntos que busca impulsar el sector marítimo naval de Australia y que incluye la creación de una “industria soberana de submarinos”, según Johnston, quien no aclaró si esto supone que los submarinos serán construidos o solamente mantenidos en el país.
En febrero pasado, el Gobierno de Australia puso a revisión este programa, que tiene diseños de la empresa española Navantia y que se realiza mediante la alianza entre el Estado australiano, representado por la Organización de Material de Defensa, como parte propietaria, junto a las empresas ASC y Raytheon Australia.