Nicaragua cerró 2019 con una inflación de 6,13 %, lo que supuso 2,24 puntos porcentuales mayor que el año anterior, informó este miércoles el Banco Central.
En 2018, según datos oficiales, el índice de precios al consumidor (IPC) en Nicaragua cerró en 3,89 %, mientras en 2017 terminó en 5,68 %, en 2016 en 3,13 %, en 2015 en 3,05 %, en 2014 en 6,48 %, en 2013 en 5,67 %, en 2012 en 6,62 %, en 2011 en 7,95 % y en 2010 en 9,23 %, la cifra más alta de Centroamérica entonces.
El Banco Central indicó que la inflación acumulada en 2019 estuvo inducida por las variaciones registradas en los precios de algunos productos contenidos en las divisiones de bebidas alcohólicas y tabaco (43,69 %); y bienes y servicios diversos (11,29 %).
También en alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,88 %); alimentos y bebidas no alcohólicas (5,33%); y restaurantes y hoteles (4,56%), los cuales explicaron el 67,7 % de la inflación del año pasado.
El producto interno bruto (PIB) de Nicaragua se contrajo un 3,8 % en el 2018, con una inflación del 3,89 %, según el Banco Central.
El Gobierno de Daniel Ortega había proyectado para el 2019 un nuevo decrecimiento de -1,1 % y después lo actualizó a un -3,5 %.
El banco emisor del Estado aún no ha dado a conocer el crecimiento del PIB del año pasado.
La previsión para 2019 es de otra contracción de entre el 5,4 % y 6,8 %, según la no gubernamental Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), un centro de pensamiento independiente.
Mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una contracción de 5,7 % del PIB en 2019.
Para el 2020, el FMI espera que el PIB se contraiga “más moderadamente” en un 1,2 %, “antes de recuperarse gradualmente a un nivel de bajo de crecimiento hacia el mediano plazo”.
En tanto, el Gobierno de Ortega estima un crecimiento de 0,5 % en 2020, según el presupuesto aprobado.