En Bruselas las palabras se pelean durante horas. Es lo que ha pasado en este Consejo Europeo. Cada palabra, cada frase, tiene su connotación, sus segundas lecturas, y son determinantes del éxito o fracaso de una cumbre europea. Incluso muchas veces sirven para que haya conclusiones o no, como pasó en diciembre pasado por el bloqueo de la República Checa.
Pero este viernes España sí ha conseguido unas palabras que, sin ser exactamente las que venía buscando, son lo suficiente para conseguir su objetivo de que la UE abra la vía para que el Gobierno fije un precio máximo del gas que baje la factura de luz.
¿Y cuáles son esas palabras? “Evaluación urgente”, “medidas de emergencia temporales”, “mitigar el impacto de los precios de los combustibles fósiles en el mercado eléctrico”, “interconexión con el sistema eléctrico europeo”.
¿Y qué significa eso? Que como la interconexión de la Península Ibérica con el resto de Europa es mínima –2,8%– las repercusiones en el resto del mercado energético son “mínimas”, dice el Gobierno español. Y, por tanto, es algo que la Comisión Europea debe tener en cuenta para dar el visto bueno a “medidas de emergencia temporales” relativas a “mitigar el impacto de precios”. Es decir, para fijar un tope al precio del gas y pueda así bajar la factura de la luz.
Es decir, Pedro Sánchez y António Costa han conseguido que la UE acepte condiciones especiales y el tratamiento de urgencia en un compromiso vinculante como es el de las conclusiones del Consejo Europeo.
¿Y cómo lo traduce Bruselas? Para cerrar el círculo del acuerdo político, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dicho la frase que necesitaba el Gobierno: “La Península Ibérica tiene situación específica, un mix energético propio, y muy pocas interconexiones. Por eso estamos de acuerdo en el tratamiento especial, de forma que la Península Ibérica pueda hacer frente a esa situación en la que se encuentra y poder gestionar los precios”.
¿Y cómo lo traduce el Gobierno? “Vamos a poder establecer un precio de referencia al gas con el cual se produce la electricidad y esto va a suponer una caída en los precios sin duda alguna”, ha sintetizado el presidente español, que ha asegurado que el acuerdo alcanzado en el seno de la UE “cubre las expectativas” que se había marcado. La cita en Bruselas era vital para el Gobierno, que fiaba a la respuesta comunitaria el paquete de medidas que prevé aprobar el martes para combatir los efectos económicos de la guerra en Ucrania, aunque Sánchez ha esquivado la pregunta sobre qué supone para la negociación que ahora emprende de esas iniciativas.
¿Y a partir de ahora? El siguiente paso ahora será presentar una propuesta a la Comisión Europea, que tendrá que evaluarla por la vía de urgencia. Ambos mandatarios han asegurado que lo harán la próxima semana y que los efectos, una vez aprobada la medida, serán inmediatos. “Tan rápido como sea posible”, han dicho sobre su puesta en marcha. El trabajo está preparado ya, porque España y Portugal han ido de la mano en esta negociación. “Por fin se reconoce la excepción ibérica”, ha celebrado el socialista.
Según las fuentes consultadas, el procedimiento ya es bilateral entre los gobiernos de la Península Ibérica y la Comisión Europea. No hará falta ningún visto bueno adicional por parte del resto de socios comunitarios.
¿Y cómo lo quieren hacer? De acuerdo con las fuentes, el procedimiento por el que se quiere gestionar el mecanismo es a través del marco temporal de ayudas de Estado, que sólo requiere el visto bueno de la Comisión Europea, sin pasar por los 27. “En la actualidad, el precio diario del mercado mayorista de la electricidad lo marcan las centrales que utilizan gas”, explica Moncloa: “Por ello, el Gobierno, de manera temporal, va a establecer un precio de referencia al gas que se utiliza para producir de electricidad que será sustancialmente más bajo que el que se utiliza ahora. Como el gas marca el precio diario de la electricidad –tal y como se explica en este interactivo de elDiario.es–, con esta medida se bajarán los precios de la luz”.
Pero, ¿cómo funciona? “Con esta medida, los productores de electricidad que utilicen gas ofertarán sobre el precio de referencia, pero recibirán una compensación por la diferencia con el precio de mercado [que será más alto]. Ese pago saldrá del sistema eléctrico, de los ahorros que se van a producir al bajar los precios a todos los consumidores de electricidad. La compensación se obtendrá de los beneficios extraordinarios que ahora ganan muchas centrales eléctricas, y que al dejar de ganarlos permitirá bajar precios y realizar la compensación”.
“Se trata de una medida excepcional, temporal, que no supone subvencionar al gas”, ha señalado Sánchez. “No van a ser ayudas públicas a las empresas del gas”, ha matizado posteriormente. En el Ejecutivo reconocían antes de la cumbre que habrá que compensar a las empresas gasistas y se abrían a hacerlo a través de los Presupuestos o con cargo a la factura de la luz.