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Los países del euro llegan a un acuerdo de mínimos en el último minuto para reforzar la unión bancaria

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

A principios de año, se pospuso para el verano. En verano, se pospuso para final de año. Y a final de año, tras 18 horas de reunión y con una cumbre de líderes prevista para la próxima semana, los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro han llegado a un acuerdo de mínimos: un fondo de emergencia para atajar crisis bancarias y para fortalecer las competencias del fondo europeo de rescate.

“Ha sido una negociación muy dura, pero el resultado es un gran avance en algunos temas clave”, dijo poco después el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, en la rueda de prensa.

El elemento más tangible de la reforma es la creación de una red de seguridad, backstop, para la Unión Bancaria. Se trata de un mecanismo anunciado en 2013, ya acordado, pero sobre el que faltan detalles y la fecha de su introducción –prevista para 2024 pero susceptible de adelantarse–.

Será una solución de emergencia para situaciones en las que los recursos del Fondo Único de Resolución (FUR) no son suficientes para hacer frente a una quiebra bancaria. Debe intervenir como último recurso para costear las intervenciones europeas de bancos en quiebra y evitar el rescate público.

El Eurogrupo, además, ha acordado reforzar las competencias del fondo europeo de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). El refuerzo es para la supervisión económica y el diseño y vigilancia de rescates, tareas que compartirá con la Comisión Europea. Los países del euro con dificultades, además, podrán tener acceso a una línea preventiva de ayuda antes un eventual rescate, que estará sujeto a un “nivel apropiado de condicionalidad”.

No obstante, los ministros recordaron que el apoyo del fondo de rescate tiene que ser “el último recurso” e ir acompañado de “un nivel apropiado de condicionalidad”.

El presidente del Eurogrupo, el portugués Mario Centeno, ha explicado que han sido incapaces de pactar un “enfoque común” sobre “la necesidad y el diseño” de un futuro presupuesto de la eurozona que impulse “la convergencia y la competitividad” de los socios.

El Eurogrupo, no obstante, un presupuesto para la eurozona que mejore la competitividad y convergencia de los países, tal y como proponen Francia y Alemania, si los líderes les dan el mandato para ello en la cumbre de la próxima semana.

Tampoco han conseguido cerrar un plan para iniciar los debates políticos sobre el fondo único de garantía de depósitos (EDIS), el tercer pilar de la Unión Bancaria: los ministros constataron que “se necesita más trabajo antes de poder iniciar las discusiones políticas” para ponerlo en marcha, según explicó el presidente del Eurogrupo.

Asimismo, pactaron aumentar la eficacia de las líneas de crédito precautorias que pueden solicitar los Estados en dificultades, pero que no necesitan un rescate.

Los ministros acordaron, asimismo, poner en marcha un proceso para “promover la sostenibilidad de la deuda” pública, a través de la introducción de cláusulas de acción colectiva con cláusulas de agregación simple (CAC en jerga financiera) en las emisiones de bonos soberanos a partir de 2022. En la práctica, facilitan que los acreedores asuman pérdidas en caso de reestructuración.