El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo bajó en marzo en 47.697 desempleados respecto al mes anterior (-1,4%), según ha informado este martes el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. La caída se debe sobre todo a la reducción en el sector servicios, aupado por la celebración de la Semana Santa. En marzo del año pasado, el descenso fue algo mayor: el número de desempleados se redujo en 48.559 personas.
Por otro lado, la afiliación a la Seguridad Social supera los 18,5 millones de ocupados (personas trabajando) por primera vez en la última década. La ocupación en el mes de marzo creció en 138.573 personas, también menos que en el mismo mes del pasado año, cuando se obtuvo un incremento de 161.752 personas. Aunque la creación de empleo continúa siendo fuerte, con un repunte acumulado en el último año de 592.081 afiliados, un 3,3%, este crecimiento es algo menor al registrado en la misma fecha del año anterior (3,5%).
El número total de parados alcanzó a finales de marzo la cifra de 3.422.551 desempleados, su nivel más bajo de los últimos nueve años, según ha destacado Empleo. Sigue habiendo más mujeres paradas (1.968.431) que hombres en esta situación (1.454.120), aunque en el mes de marzo se contrajo más el desempleo para ellas: cae en 29.447 personas respecto a febrero, mientras que el descenso es de 18.250 desempleados hombres.
El mes de marzo suele ser bueno para la reducción del desempleo. Dentro de la serie histórica comparable, que arranca en 1996, la evolución del paro en los meses de marzo suele ser a la baja, salvo en el periodo de crisis económica comprendido entre 2009 y 2012, cuando registró subidas. Así, en 19 de los 23 marzos de la serie se registran descensos del desempleo, frente a cuatro meses de aumentos.
La bajada de marzo de este año, con la que se encadenan seis meses de retrocesos consecutivos, es ligeramente inferior a la registrada en 2017 (-48.559 desempleados) así como a las registradas los dos años anteriores: en 2016 (-58.216) y 2015 (-60.214).
Por regiones, Castilla-La Mancha es la que se desmarca, para mal, del resto de Comunidades Autónomas. El desempleo bajó en marzo en 16 comunidades, lideradas por Comunidad Valenciana (-8.910 parados) y Catalunya (-6.720), y sólo subió en Castilla-La Mancha, con 301 parados más respecto a febrero. Respecto a la afiliación a la Seguridad Social, el número de afiliados en marzo aumentó en prácticamente todas, especialmente en Catalunya (28.918), Baleares (25.445) y Madrid (17.073) y, de nuevo, desciende únicamente en Castilla-La Mancha (-219).
Respecto a la cobertura del sistema de protección por desempleo, más de un 40% de las personas en paro no recibe ningún tipo de prestación. La tasa de cobertura es del 58,2%, tres puntos más alta que la de marzo de 2017. De los desempleados que reciben alguna prestación, la mayoría obtiene ayudas asistenciales, de menor cuantía que la prestación por desempleo (conocida comúnmente como “paro”).
Un 12% de contratos indefinidos
El número de contratos firmados en marzo se contrajo respecto al mes anterior en un 5%, debido a la reducción de la firma de contratos temporales. El número de contratos firmados total fue 1.646.846, entre los que sigue predominando en número los de carácter temporal: solo 193.448 contratos fueron indefinidos (un 12%) y 1.453.398, temporales (88%).
Para UGT estas cifras demuestran que “el empleo que se crea sigue siendo precario” y destacan que “únicamente el 6,9% del total de contratos son indefinidos a tiempo completo”.
El crecimiento de los contratos indefinidos es mayor que el de los temporales: en marzo aumentaron en 15.020 en el primer caso (lo que supone un incremento del 13% respecto al mismo mes de 2017), mientras que cayeron en 100.947 en el caso de los temporales (con un 1,46% de variación interanual).
Aunque los contratos indefinidos se consideran más estables que los temporales, los sindicatos subrayan que el empleo indefinido se ha precarizado mucho y ya no es garantía de seguridad. Según un estudio del blog Nada es gratis, alrededor del 40% de los nuevos empleos indefinidos son de corta duración (no superan el año).