El paro aumentó en 60.800 personas desempleadas en los meses de julio a septiembre, algo poco habitual para el periodo estival, y el empleo sumó 77.700 trabajadores, una cifra inferior a los registros habituales para este periodo del año, según muestran los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año. La estadística del INE refleja también que se alcanzó el mínimo histórico de trabajadores temporales, de tasa de temporalidad, que cayó al 20,2%, como vienen mostrando ya las cifras de afiliación a la Seguridad Social.
La EPA sitúa así el total de personas trabajando en 20,54 millones de personas y el de parados ligeramente por debajo de los tres millones (2,98 millones). Ambos registros se encuentran en niveles del inicio de la crisis financiera, desde 2008, que no se habían logrado alcanzar en todos los años previos de recuperación del mercado laboral prepandemia.
El verano generalmente es un buen periodo para el mercado laboral. Se crea empleo –aunque sobre todo temporal–, gracias principalmente al empuje del turismo y la hostelería, y se reduce el paro. Este último, de recuperación de la temporada turística postpandemia, ha estado marcado también sin embargo por la crisis inflacionista y una gran incertidumbre económica internacional.
El Ministerio de Asuntos Económicos que dirige Nadia Calviño subraya este último elemento en su explicación de las cifras de la EPA. “En un entorno de alta incertidumbre por la guerra de Rusia en Ucrania la economía española sigue creando empleo”, destaca. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha considerado que la EPA muestra unos “buenos” resultados ante el de contexto económico actual, que no ha impedido que se siga creando empleo y que este sea de mayor calidad tras la reforma laboral.
Ante el aumento del desempleo en estos meses, la tasa de paro aumentó ligeramente al 12,67%. En el último año, el desempleo se ha reducido en 436.500 personas (–12,78%).
La población activa aumenta, es decir, hay más personas dispuestas a trabajar. En el último trimestre se produjo un incremento de 138.500 personas, “hasta alcanzar un máximo histórico de 23,5 millones de personas, lo que pone de manifiesto la confianza de los trabajadores en encontrar empleo”, destaca el Ministerio de Asuntos Económicos.
Menor creación de empleo
La EPA refleja un aumento de los trabajadores más tímido de lo que suele ser habitual en verano. De hecho, según las cifras desestacionalidas, el empleo no subió (–0,06%).
Además, si echamos la mirada atrás a qué ha pasado en los últimos 12 meses, el empleo ha crecido en 514.700 personas (un 2,57%), lo que supone un importante descenso desde la última estadística. En el segundo trimestre del año el ritmo de aumento se mantenía muy elevado, en el 4%.
La encuesta refleja también que el impulso del empleo en verano se debió más al sector público. “La ocupación aumenta este trimestre en 52.300 personas en el sector público y en 25.400 en el privado”, indica el INE. En el último año, no obstante, el crecimiento es mucho mayor en las empresas privadas: 492.600 personas en el sector privado y en 22.100 en el público.
Por sectores, el empleo aumentó en los Servicios (+114.300 ocupados más) y en la Industria (+33.100), mientras que baja en la Agricultura (-60.300 menos) y en la Construcción (–9.400). En el último año, la ocupación aumenta en los Servicios (430.400 más), en la Industria (81.700) y en la Construcción (35.200), y disminuye en la Agricultura (–32.500).
Mínimo de trabajadores temporales
La estadística refleja también el descenso del peso del trabajo temporal en el mercado laboral español tras la reforma laboral, como vienen indicando mes tras mes las cifras de afiliación a la Seguridad Social. La tasa de temporalidad (asalariados con contratos temporales sobre el total) se situó en el mínimo histórico del 20,2%, según los registros de la EPA.
En variación anual, el número de asalariados crece en 486.700, con un alza del empleo indefinido en 1.375.500 personas, mientras que el temporal se reduce en 888.900.
La caída de la temporaldad se refleja de manera muy notable en el sector privado, donde se ha desplomado desde niveles en torno al 24% previo a la reforma laboral hasta el mínimo de 17,5% de este tercer trimestre. En cambio, en el sector público (donde se está intentando reducir la temporalidad por otra vía, la de procesos de estabilización), el dato sigue muy alto y con una reducción más moderada, hasta caer al 30,7% en verano.
Es destacable también que la temporalidad disminuye en un contexto de creación de empleo desde que se aprobó la reforma laboral, algo que no había ocurrido en el pasado. Si el trabajo temporal caía, era porque también lo hacía el mercado laboral y nos encontrábamos en un momento de pérdida de trabajos.