La patronal se resiste a la reforma laboral y, muy especialmente, a la importante restricción del empleo temporal que pretende hacer el Gobierno para intentar reducir –de una vez– las altas tasas de trabajadores eventuales en España. Los empresarios presentaron este martes una propuesta en la mesa de negociación del diálogo social en el que rechazan limitar de forma sustancial las causas que permiten contratar a día de hoy empleados temporales, con múltiples modalidades contractuales para ello, y que además abre nuevos debates que no están sobre la mesa de negociación, con el despido.
Sobre temporalidad, el documento de los empresarios impugna de plano las propuestas del Gobierno. No quiere reducir sustancialmente las causas para contratar temporal y, respecto a las tres que propone básicamente el Ejecutivo, CEOE y Cepyme plantea un solo contrato temporal pero “con multitud de causas, en concreto seis causas de producción”, indican fuentes del diálogo social, “además la prevista para contratas, subcontratas y licitaciones de la administración”, más varias causas de sustitución.
Las patronales también rechaza la fijación de porcentajes límites de temporalidad según el tamaño de las empresas y endurecer las sanciones a la contratación temporal abusiva, ni en multas, ni en la consecuencia de la infracción (asimilarlo a un despido nulo que supone la readmisión), ni en aumentar la cotización de las empresas que más se alimenten de temporales.
El documento, al que ha tenido acceso La Información, aboga por la autorregulación de las causas de la temporalidad en la negociación colectiva, para que se adapte a cada sector y empresa.
Desde el Gobierno insisten en que la reforma contra la temporalidad excesiva debe ser “ambiciosa” porque el reto así lo requiere. España es la campeona en la UE en uso de contratos temporales, que alcanzan a uno de cada cuatro trabajadores, y que además se caracteriza por una intensísisma creación y destrucción de empleo diaria. No solo tenemos mucha temporalidad, es que esta además es muy precaria.
Muy “tarde” para abrir nuevos melones
La CEOE había avisado de que llevaría a la mesa de negociación una propuesta, pero esta ha sido más amplia de lo esperado y en muchas cuestiones nuevas que no se han tratado hasta la fecha en la reforma laboral, como el despido, derecho de adaptación de jornada, modificaciones de jornadas irregulares, etc.
Sobre el despido, por ejemplo, las patronales proponen facilitar los despidos colectivos con varias modificaciones y también incorporar causas específicas de extinción de contratos individuales en los convenios colectivos, explican desde el diálogo social.
Este paso supone abrir un melón (o varios) con “escaso recorrido” en la mayoría de las cuestiones, consideran fuentes sindicales. El motivo: que los empresarios plantean ahora cuestiones que no da tiempo a negociar a estas alturas de la negociación, con menos de un mes para que la reforma laboral esté plasmada en el BOE.
El Gobierno está demorando la aprobación de la reforma laboral, y ha intensificado las reuniones, para tratar de alcanzar un acuerdo a tres bandas con sindicatos y empresarios, pero los tiempos son los que son. Si los empresarios quieren hablar de despido, los sindicatos también llevarían sus propuestas, el Gobierno las suyas y esto parece inviable dado el día que marca el calendario, insisten fuentes sindicales.
La recta final de la negociación aclarará si alguna de las nuevas propuestas empresariales prospera, ya que el Ejecutivo ha insistido en que peleará por conseguir sumar a la reforma laboral también a los empresarios, un respaldo que considera importante no solo para la aplicación efectiva de la reforma sino también para contentar a Bruselas. En cualquier caso, el Gobierno ya ha tenido en cuenta varias de las demandas patronales en cuestiones como los contratos formativos y la propia temporalidad, ampliando la posibilidad de contratos ocasionales. Las dudas se resolverán en un mes, porque el límite de negociación está fijado: antes del 31 de diciembre.