La pensiones complementadas por 'jubilación demorada' aumentó un 65% en 2022 respecto al año previo tras la aplicación de mayores incentivos a esta fórmula, que consiste en trabajar al menos un año más de la edad legal de retiro. El nuevo cheque en un solo pago que se aprobó en el primer bloque de la reforma de pensiones alcanzó una media de “21.500 euros” el año pasado, detalla la Seguridad Social. Son dos de los datos que ha aportado este viernes el ministro de la Seguridad Social en un acto del medio '65 y más' sobre la economía sénior.
El gran incremento del jubilaciones con complemento por demora, con ese aumento del 65% en 2022 respecto 2021, que adelantó Expansión, deja así un porcentaje de pensiones demoradas sobre el total del 5,4%, ha explicado el ministro. El promedio entre 2014 y 2021 era del 4,7%. “No son grandes cifras, pero lo estamos ampliando”, ha dicho el responsable de la Seguridad Social.
Los nuevos incentivos a la jubilación demorada de la reforma de pensiones consistieron en un aumento del porcentaje adicional en la pensión por este retraso, que pasó del 2% anual al 4% por cada año de más que trabaje la persona cumplida la edad legal de retiro, así como una nueva medida: un cheque en un único pago en el momento de la jubilación.
El 44% opta por el nuevo cheque
Del total de 4.418 pensiones complementadas económicamente por jubilación demorada, el 44% optaron por la nueva modalidad de cheque creado por el departamento de Escrivá. En concreto, 1.931 pensiones, responde el Ministerio a elDiario.es.
José Luis Escrivá ha mencionado algún caso llamativo, de personas que ya estaban retrasando muchos años su retiro antes de la aprobación de la reforma, pero que se han beneficiando del nuevo cheque: “Hemos llegado a pagar más de 200.000 euros”. De media, este cheque –que la Seguridad Social ya había avanzado que pedían más las personas con derecho a pensión más baja– rondó una media de “21.500 euros” el pasado año.
El ministro ha destacado que el sistema de la Seguridad Social se ve reforzado por estas demoras en la jubilación, por lo que “es razonable” que se reparta parte de este ahorro entre el sistema público y la persona trabajadora.
El número de trabajadores que en 2018 tenían entre 60 y 54 años y que en 2023 siguen trabajando alcanza “un 29%”, “tres puntos porcentuales más que en 2021”, ha añadido el ministro, que ha precisado que su departamento tiene que “seguir evaluando” los incentivos aprobados para acercar la edad efectiva de jubilación a la edad legal.
Los datos totales de jubilaciones demoradas, con complemento o sin él (por no haber alcanzado el año de demora), aumentaron el año pasado un 16%, de las 15.250 en 2021 hasta 17.651 del pasado ejercicio.
Piloto con médicos de Atención Primaria y pediatras
José Luis Escrivá también ha dado las primeras cifras del proyecto piloto de su Ministerio y el de Sanidad para que médicos de Atención Primera y pediatras retrasen su edad de retiro con una modalidad más favorable de jubilación activa, anunciado el pasado diciembre.
En “pocas semanas”, se han recibido “112” solicitudes para acogerse a este proyecto de modalidad más incentivada de trabajo y cobro de la pensión.
El ministro ha advertido que en estos profesiones son “escasísimos” los casos de personas que trabajan más allá de la edad de jubilación y ha emplazado a desplegar este tipo de proyectos pilotos, para experimentar si funcionan los incentivos económicos de este tipo para que haya más personas interesadas en alargar sus carreras profesionales.
Escrivá ha recordado que su Ministerio pretende revisar la jubilación activa y la parcial, esta última un compromiso de la última fase de la reforma de pensiones, que debe ser abordado antes del 30 de junio.