Las cuentas aún no están cerradas, pero Pepe Álvarez (Belmonte de Miranda, 1956) espera que la reforma laboral salga adelante este jueves en el Parlamento con una mayoría amplia, “incluso mayor que la de investidura al Gobierno de Pedro Sánchez”. El secretario general de UGT, antes líder de la central en Catalunya y cercano a cómo respira la izquierda y la clase trabajadora en la comunidad, confía en que ERC sea uno de los partidos que avalen la legislación, aunque este lunes se mantenía aún en el 'no'. “Es injustificable decir que impides que se suba un peldaño en derechos laborales tan importantes como los que tenemos en este acuerdo porque faltan otras cosas”, valora.
Estamos a escasos días de la votación del decreto de la reforma laboral y aún no están garantizados los apoyos para que salga adelante. ¿Se esperaba esta situación cuando cerraron el acuerdo social?
No lo esperábamos, porque en primer lugar el Gobierno tendría que haber hecho los deberes previamente. Sobre todo, teniendo en cuenta experiencias anteriores con otros acuerdos sociales, como el de las pensiones y el de los interinos, que muestran hasta qué punto hoy la vida política es tan compleja que no es suficiente negociar un acuerdo a tres como este. Además, es necesario en paralelo ir negociando con los grupos parlamentarios. También, porque creo que hay bastante más desconfianza entre el Gobierno y los grupos parlamentarios que le han dado soporte de la que podría ser razonable.
Y el punto definitivo para nosotros: porque este es un acuerdo de un calado absolutamente brutal. Las fuerzas políticas piensan que pueden despacharlo con un 'sí' o un 'no' y quedar bien, pero no van a quedar bien. Aquí hay derechos concretos, no hay ningún elemento negativo para los trabajadores, y me atrevo a decir que tampoco para las empresas.
Además del Gobierno, sorprende por parte de los socios de legislatura que estén negociando sus reclamaciones ahora, a días de votar la reforma. ¿En los sindicatos han hablado con estas formaciones de qué iba la reforma en estos meses? ¿Su interés ha surgido un poco tarde?
No se han situado en el carácter de esta reforma y cuesta trabajo que lo asimilen. Sería fácil para ellos justificar que no apoyan el decreto si lo abordado ahora fuera el 100% de la reforma del PP de 2012 y del PSOE de 2010. Pero es que no lo es. Esta es una reforma parcial que trata tres puntos que España se comprometió a cambiar con la Unión Europea.
Con este acuerdo no se imposibilita que se continúe negociando, ni se impide que los grupos puedan hacer propuestas mañana en las Cortes Generales. Lo que se vota ahora es estrictamente lo que dice el texto y todos los elementos que contiene son beneficiosos para los trabajadores y las trabajadoras de nuestro país.
Por aterrizar el texto legislativo, ¿qué va a suponer esta reforma laboral para los trabajadores?
La reforma tiene tres elementos fundamentales. Primero, en negociación colectiva se recupera la vigencia permanente de los convenios hasta que no se negocia uno nuevo, lo que llamamos la ultraactividad, y también hace que prevalezca el convenio del sector sobre el de empresa.
Esto afecta a empresas que tienen un convenio de empresa con salarios por debajo del sector. Hablamos de decenas de miles, seguramente de centenares de miles, de personas a las que les sube el sueldo como consecuencia de este real decreto.
UGT ha hecho un estudio con estos incrementos. ¿Algún ejemplo?
Una camarera de piso que trabaje en la provincia de Barcelona en una empresa de servicios integrales cobra 5.351 euros más anuales, que es la diferencia del convenio sectorial de hostelería de la provincia y su empresa. O un conductor de camión de la Comunidad Autónoma de Madrid, para el que el aumento estará por encima de los 7.000 euros.
Estamos hablando de cosas concretas. La prevalencia del convenio del sector tiene una importancia real para conseguir que las empresas no subcontraten, que no segreguen parte de su actividad porque no les va a salir a cuenta. Y que, en caso de que lo hagan, los trabajadores no pierdan poder adquisitivo.
¿El segundo elemento fundamental de la ley?
El capítulo que tiene que ver con la contratación temporal. El contrato de obra y servicio podía llegar hasta los cuatro años. Pasamos ahora a un sistema en el que habrá contratos indefinidos y temporales, con un máximo en los contratos por circunstancias de la producción de 6 meses, ampliable a 12 meses por la vía de la negociación colectiva. Además, no se podrá encadenar contratos que sumen más de 18 meses en dos años. Luego hay otro contrato para actividades muy breves, como ferias, etc.
Por tanto, acotamos la temporalidad en unos niveles que no teníamos en España desde los años 80. Esto nos va a situar, antes de que acabe el año 2022 si se aprueba la ley, en una bajada de la temporalidad que puede ser incluso hasta de 10 puntos porcentuales. Es un cambio absolutamente revolucionario en las relaciones laborales de nuestro país.
Y, por último, ¿cuál cree que es el tercer punto más destacado de la legislación?
Es el que tiene que ver con los ERTE. Es decir, la flexibilidad para las empresas que viene de la mano de los ERTE para no utilizar el despido. Se convierte en un instrumento permanente en las relaciones laborales de nuestro país para cuando haya una catástrofe natural, ante cambios productivos de sectores, etc. Es un sistema de flexibilidad extraordinariamente positivo.
Básicamente, estas son las tres cuestiones fundamentales del acuerdo. No empeoran nada, ni consolidan ningún otro apartado de la reforma laboral que no ha sido objeto de negociación.
Algunos socios de investidura han advertido de que están en el ‘no’ a la reforma por varias reivindicaciones de desmontaje de la legislación del PP que no se tocan. ¿Qué les parece su negativa debido a la ausencia de estas reclamaciones, que también son las de los sindicatos?
Me parece poco serio que formaciones políticas que pueden hacer propuestas todos los días del año en el Congreso de los Diputados esperen a que haya un acuerdo positivo para los trabajadores para decir que no con el argumento de que faltan cosas. No he visto que hayan hecho grandes debates sobre estos temas hasta ahora.
Es injustificable decir que impides que se suba un peldaño en derechos laborales tan importantes como los que tenemos en este acuerdo porque faltan otras cosas. Cuando ese decreto en ningún caso impide esos cambios, ni que se puedan tratar luego. Es más, los sindicatos hemos dicho, y decimos claramente, que hemos agotado una parte de la negociación, pero que hay otra que ni hemos empezado, que ahora vamos a empezar y vamos a concluir.
Si hubiera algo negativo en la reforma, sería discutible el apoyo. Pero votar en contra de esta ley no quiere decir que se vayan a tratar los otros temas que se piden, quiere decir que continuamos con la reforma de Mariano Rajoy
Estos partidos piden abordar sus reclamaciones en la tramitación de la reforma como proyecto de ley, algo que ustedes recomiendan evitar. Reclaman que se negocien más adelante, ¿por qué?
La demostración más palpable de que hay que hacerlo así son las dificultades que tenemos para que este real decreto se pueda aprobar. ¿Por qué vamos a dejar algo a un proceso en el que no tenemos ni fecha, ni sabemos cuándo se va a producir, cuando tenemos tres cuestiones fundamentales que van a cambiar la vida de la gente que se pueden aprobar en una sesión parlamentaria?
No tiene ni pies ni cabeza. Si hubiera algo negativo o pernicioso en el Real Decreto, sería discutible, porque tendrían que hacer balance de la ley. Pero votar en contra de esta reforma laboral no quiere decir que se vayan a tratar los otros temas que piden, quiere decir que continuamos con la misma reforma de Mariano Rajoy.
Uno de los partidos que está en esta tesitura es ERC, que tiene una gran vinculación con UGT en Catalunya. ¿Cómo se percibe su postura en el sindicato? ¿Qué os dicen los trabajadores en Catalunya?
Las fuerzas políticas que firman el manifiesto no sé si me atrevería a decir que tienen la misma posición. Tengo la esperanza de que Esquerra Republicana esté en el acuerdo. Para un partido de Gobierno en Catalunya, como es ERC, esto seguramente quiere decir que pueda, no modificar el decreto que desde nuestro punto de vista no debe modificarse ni que se tramite con un proyecto de ley, sino que pueda negociar con el Gobierno cuestiones que no han sido abordadas aún y que, efectivamente, pueden ser objeto de un cambio legislativo posterior.
Espero que se pueda enganchar a Esquerra Republicana, así como al PNV, para tener una mayoría sólida en el acuerdo que finalmente sea incluso mayor que la que de la investidura al Gobierno de Pedro Sánchez.
Esto podría incluir a Ciudadanos. ¿Entiende los recelos a sumar al partido con sus votos a favor? ¿Que Ciudadanos avale la reforma la hace parecer menos progresista?
Para nada. Lo realmente incomprensible es que no esté el PP. Esta historia que hay en nuestro país de que una cosa es mejor o peor si está o si no está la CEOE…. Es una valoración absolutamente de parvulario. A mí me gusta que esté la CEOE en el acuerdo y me gustaría que esté en los próximos cambios. El marco de relaciones laborales determina el sistema productivo, lo que vamos a hacer en el futuro. Y eso también es importante para las empresas.
Esto no es un convenio colectivo, en el que realmente los trabajadores arrancan una parte de los beneficios que se generan en la empresa y donde es mucho más difícil que pueda haber coincidencia entre las partes. Se trata de otra cosa, esto es el sistema de relaciones laborales para el sistema productivo de un país, para que sea más tecnológico, más verde, más innovador. Creo que este punto no se ha entendido y por ello se ve como algo contradictorio que pueda estar todo el mundo en el acuerdo. Lo que es bueno para los trabajadores en este caso puede serlo también para las empresas. Sobre todo para las empresas que queremos de futuro, que no quiere decir que las que hay tengan que cerrar, sino que se pueden transformar.
¿Por qué ve incomprensible que el PP no apoye la reforma?
El Partido Popular, el primer partido de la oposición, que en teoría debería tener una sintonía alta con el mundo empresarial, que diga que no antes de que haya podido leer el texto de la reforma… Porque cuando dijo que 'no' por primera vez, los textos todavía estaban en proceso de elaboración, no los tenía ni yo. Es el no por el no, realmente lamentable. Esto no es un tema de gobierno, es un tema de sociedad. Si no, no estaríamos los sindicatos y las patronales.
Dado que la izquierda parlamentaria está reclamando que se siga derogando elementos de la reforma del PP, ¿qué cuestiones cree UGT que deberían tratarse de aquí a que termine la legislatura del Gobierno de coalición?
Todos los temas que tienen que ver con el despido: causas, cuantía del despido, recuperar la autorización administrativa previa en los ERE, los salarios de tramitación... Hay más cosas, pero este es el elemento fundamental que queda por abordar y yo creo que habría mucho campo para negociar con la CEOE.