El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, se mantiene como candidato en la negociación del Gobierno con el Partido Popular (PP) para elegir al gobernador del Banco de España. Este lunes, preguntada por ello, la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, dijo: “No vamos a permitir ni el manoseo ni la ocupación de las instituciones. Necesitamos organismos transparentes que no estén gestionados por ministros de Sánchez”.
La contundencia de la catalana choca con “la politización” de la institución monetaria que ella misma favoreció incluyendo en su lista (en un destacado quinto puesto) para las elecciones europeas del 9 de junio a Fernando Navarrete, que desde 2018 hasta este mismo año fue jefe de gabinete del ex gobernador Pablo Hernández de Cos, cuyo mandato caducó solo unos días después de los mismos comicios.
Antes de pasar a formar parte del núcleo duro de Hernández de Cos en el Banco de España, Navarrete ejercía como secretario del Tesoro en el Ministerio de Economía del Gobierno del PP de Mariano Rajoy, cuyo último nombramiento oficial fue precisamente el del gobernador de la institución monetaria, antes de la moción de censura de la que que emergió el primer Gobierno de Pedro Sánchez en junio de 2018.
La relación de Fernando Navarrete con el Partido Popular y con la derecha política es más extensa. Con Luis de Guindos como ministro de Economía, fue director general de finanzas y estrategia del ICO (Instituto de Crédito Oficial) desde febrero de 2012 a marzo de 2018. Por cierto, el propio De Guindos saltó del Ejecutivo de Rajoy a la vicepresidencia del BCE.
Navarrete, antes de participar en los gobiernos del PP, fue director del departamento de Economía y Políticas Públicas de la Fundación Faes, que preside el ex presidente popular José María Aznar (de 2007 a 2012). Esta organización se define a sí misma como “una organización liberal conservadora y demócrata cristiana”. De 2002 a 2007 trabajó como economista en el Banco de España.
La elección de un nuevo gobernador del Banco de España
El Ejecutivo de coalición tiene que elegir un nuevo gobernador en las próximas semanas. El plazo para llegar a un acuerdo con el PP se agota. El mandato de la subgobernadora, Margarita Delgado, que se ha quedado al frente del Banco de España caduca el 11 de septiembre. A partir de entonces, la institución quedaría descabezada y sin representación en el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) si el Gobierno no aprueba un relevo.
En julio, el Banco de España ya perdió el derecho a voto en el órgano principal que decide la política monetaria de la eurozona por presentarse con una gobernadora en funciones. En última instancia, la decisión es del Gobierno. Sin embargo, la 'costumbre' política dicta que se pacta con el principal partido de la oposición. Tanto la elección del gobernador o gobernadora como su segundo en la entidad monetaria.
Este acuerdo se ha convertido en otro campo de batalla entre PSOE y PP. “Hoy son ministros de Sánchez y mañana son presidentes del Banco de España. Me vuelvo a remitir al informe del Estado de Derecho. Es un informe que da un varapalo durísimo al Gobierno de Sánchez, con todas las medidas que está incumpliendo en el Estado de Derecho. Europa está exigiendo a Sánchez más transparencia e independencia y autonomía de las instituciones. Por tanto, basta ya de manosearlas y de ocuparlas”, advirtió Dolors Montserrat este lunes.
A principios de julio, cuando el nombre de Escrivá se filtró a los medios de comunicación como uno de los candidatos propuestos por el Gobierno para dirigir el Banco de España, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, dijo que saltar de ministro a gobernador “no” amenaza la independencia de la institución, porque la independencia está garantizada por la Ley.
Aunque se resiste, el acuerdo entre el PSOE y el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial, cerrado el martes 25 de junio, allanó otro pacto entre los dos principales partidos de nuestro país para la sucesión en la institución monetaria, que podría extenderse a los nombramientos pendientes en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y a los que están por llegar en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Nueva etapa en el Banco de España
El Banco de España es una institución de más de dos siglos de historia cuyo principal papel —decidir la política monetaria— está en nuestros días supeditada al Eurosistema (al Banco Central Europeo) pero que cumple una misión clave en la supervisión de las entidades financieras y conserva un importante músculo en su brazo de análisis y evaluación de la coyuntura y las políticas económicas.
Durante los últimos años, el Gobierno de coalición ha sufrido el escrutinio del servicio de análisis de esta institución. El Banco de España ha reaccionado a todas (o casi todas) las políticas económicas progresistas, con algunos tropiezos sonados como la crítica a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2021, o las reticencias al gravamen a los beneficios extraordinarios a los bancos mientras amasaban beneficios históricos y repartían dividendos récord, favorecidos por la propia política monetaria.