Sigue la pesadilla de récords en el mercado mayorista de electricidad. El precio medio del denominado pool va a encadenar este jueves su cuarto máximo histórico consecutivo al situarse en 140,23 euros por megavatio hora (MWh), un 5,86% por encima de los 132,47 euros de este miércoles. El pool pulveriza la barrera de los 140 euros y va así camino de repetir la racha de la segunda semana de agosto, cuando en plena ola de calor encadenó cinco máximos de una tacada e hizo pleno de récords en días laborables.
El nuevo récord se alcanza con la referencia del gas en el mercado ibérico Mibgas ya al borde de los 52 euros/MWh y con la cotización del mercado holandés TTF (referencia para esta materia prima en Europa) en niveles récords por la demanda asiática, los problemas de suministro desde Rusia y los bajos niveles de almacenamiento de cara al invierno. Por su parte, la tonelada de carbono (que encarece la generación de electricidad con gas) ha superado esta semana por primera vez en la historia los 61 euros, frente a los cerca de 30 euros de principios de año.
El precio mayorista de este jueves para España y Portugal es el más caro de la UE, por encima de los de Italia (139,32 euros) y a gran distancia de los de Alemania (118,19 euros), Grecia (116,03 euros) y Francia (107,19 euros). La referencia de este jueves más que triplica el precio de hace un año, según datos de OMIE. Durante todo el día, el precio se mantendrá por encima de los 130 euros/MWh. La hora más cara serán las 10 de la noche, cuando estará en 148 euros/MWh.
El pool pulveriza una vez más todos los registros tras la sucesión de récords de agosto. El mes pasado se situó en una media mensual de casi 106 euros/MWh, con la hidroeléctrica, y no el gas natural, dominando la casación en el mercado marginalista, aprovechando los altos precios ofertados por los ciclos combinados. Agosto finalizó con la factura de la luz más cara de la historia (se disparó un 46% interanual, según Facua), con el consiguiente efecto en la inflación. Esta se situó en el 3,3%, su máximo en casi diez años, presionando al alza sobre la revisión de las pensiones y el salario mínimo interprofesional (SMI), cuya revisión empiezan a negociar los agentes sociales este miércoles y para el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado este miércoles una “subida inmediata”.
La “compleja situación del sector energético y del mercado mayorista” han centrado parte del discurso de apertura del curso político del presidente del Gobierno, que ha asegurado que el Ejecutivo “se hace cargo de la preocupación social” por la subida de la luz y “ha actuado, actúa y seguirá actuando hasta solucionar el alza de los precios de la energía”, siempre dentro del marco europeo. Sánchez ha dejado así patente su apoyo a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, en la pugna que mantiene la ministra para la Transición Ecológica con Unidas Podemos, que pide intervenir el mercado eléctrico por decreto y asegura que hay margen para ello en la UE.
Algo que niega Ribera, que ha apelado a no repetir las “ocurrencias” del PP, que van a llevar al Estado a tener que devolver a las eléctricas más de 1.400 millones por una reciente sentencia del Tribunal Supremo que ha anulado un decreto del Gobierno de Mariano Rajoy.
El Gobierno prepara una reforma del PVPC, al que hay acogidos unos 10,6 millones de hogares, para, a costa de una mayor prima de riesgo a cargo del consumidor, hacerlo menos dependiente de la volatilidad del pool, al que tiene indexado directamente el coste de la energía. Teresa Ribera ha reconocido que con las proyecciones actuales, la tarifa regulada (que, con todo, es menos cara que las ofertas que promocionan las empresas eléctricas en el llamado mercado libre, desde hace años mayoritario) se va a disparar en 2021 un 25% con respecto a 2020, cuando el mercado mayorista se hundió por la pandemia.
Sánchez ha pedido este miércoles a los grupos políticos que permitan la rápida de las dos medidas estructurales planteadas por Ribera para abaratar la luz: el fondo para sacar las primas a las renovables más antiguas de la factura y el mecanismo para drenar los ingresos extra que reciben las plantas nucleares e hidroeléctricas por el encarecimiento del CO2, que beneficia a estas centrales porque no tienen que pagarlo.
La escalada, que se ha comido ya todo el efecto de la rebaja del IVA de la luz al 10% y la suspensión del impuesto a la generación que aprobó el Gobierno de urgencia en junio, no va a remitir hasta, como pronto, principios del año que viene: los futuros para el cuarto trimestre están en 130 euros/MWh. Este rally ha forzado al Gobierno a plantearse que una empresa pública gestione las concesiones hidroeléctricas a medida que estas caduquen. Este miércoles, el diputado Juan López de Uralde, de Alianza Verde, el partido ecologista integrado en Unidas Podemos, ha pedido a Transición Ecológica que ponga en marcha ya un registro público de concesiones hidroeléctricas con las fechas de vencimiento de las presas “y los ingresos que obtienen las compañías por su explotación”.
Uralde ha vuelto a instar a “recuperar esas concesiones, a medida que caduquen los permisos de las compañías eléctricas, para garantizar que no se especula con un bien básico como es la energía”, ya que, según ha declarado el diputado, “del gobierno se esperan soluciones prácticas y concretas, y no apelaciones a la empatía del oligopolio”.