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Empresarios catalanes llaman a un diálogo urgente: “Nos sentimos desamparados”

Empresarios y directivos catalanes están muy preocupados por la deriva del conflicto catalán. Al margen de su ideología y de a qué parte consideren principal responsable de la actual situación, los consultados por este periódico creen urgente que los gobiernos central y la Generalitat se sienten a dialogar. En varios casos piden la presencia de mediadores, dado lo enquistado del conflicto. Y algunos advierten de que las decisiones empresariales ya se están ralentizando en un escenario de gran incertidumbre. Casi siempre hablan bajo condición de anonimato.

Un alto directivo catalán de una empresa del Ibex 35 cree que la crisis institucional ya está teniendo efectos en las inversiones: “Estos últimos días todo el mundo está con el semáforo en ámbar”. Cree que “todavía no hemos visto lo peor” y aventura que llegará la “intervención formal de Catalunya porque la de facto ya está hecha; el Gobierno central tendrá que forzar unas elecciones autonómicas, pero el resultado, viendo los acontecimientos del domingo, posiblemente arroje un crecimiento del independentismo”.

Este ejecutivo critica la “errónea” estrategia del Gobierno de Mariano Rajoy con la represión policial del pasado domingo: “Por muy ilegal que sea el referéndum, que lo es, la gente que estaba allí eran gente normal, eran ciudadanos. Los observadores internacionales no se han quedado con el mensaje del Gobierno, que no ha habido referéndum, sino con el de un uso desproporcionado de la violencia contra gente que estaba actuando de manera pacífica; que hagan lo que tengan que hacer, pero no en el lomo de los ciudadanos”.

El resultado es una “horrorosa imagen de España en el exterior”, y “los indepes, encantados de la vida, con una visibilidad internacional que no tenían y además, aparecen como víctimas”. La huelga abría este martes durante varias horas como noticia más destacada en la web del Financial Times, el diario económico más influyente del mundo. Considera este ejecutivo que el problema “no está bien enfocado y tienen que pasar todavía cosas graves para que los diferentes partidos se sienten a hablar con perspectiva no de confrontación, sino de buscar soluciones”. Lamenta el “diálogo de besugos” entre el Gobierno central y el de Catalunya.

El socio director de un importante bufete de abogados con sede en Barcelona que trabaja principalmente con empresas catalanas y multinacionales no oculta que detecta “parálisis, preocupación e incertidumbre”. A su juicio “ambos bandos políticos son responsables de lo que está ocurriendo y aquí la soberbia sobra. Estamos implicadas miles de empresas en Cataluña y en España que nos estamos jugando algo mucho más grande de lo que se es consciente”.

Teme que el escenario pueda ir “a peor” porque “la tensión está aumentando” y “nadie está consiguiendo sentarles”. Define la escalada de las últimas semanas como “un ejercicio de testosterona muy mal calculado” y como panorama más sombrío prevé la posibilidad de una caída del valor de las empresas y cierres. “Si Catalunya se va de España las consecuencias económicas son impredecibles, pero desde luego muchas empresas se irían, y también en términos de recaudación sería un desastre”, advierte.

“Nos sentimos desamparados. Un presidente del Gobierno no puede ignorar el destino de dos millones de personas como si no existiera el problema. Más allá de la manipulación de cada uno, las imágenes de agresiones del domingo han generado un impacto extraordinario. Y no me consta que nadie haya pedido disculpas”, lamenta. En cuanto a la posibilidad de que se declare una independencia unilateral comenta: “Desconozco la madurez política de los que tienen que tomar esa decisión. Que pasara lo que pasó el domingo (día del referéndum) también parecía imposible”.

Un directivo bancario, que pide el anonimato y que no es independentista, resume gráficamente su disgusto con cómo se ha llegado hasta aquí: “Lo han gestionado como el culo. Unos, llevando a la gente engañada a votar, y los otros, por pensar que son cuatro radicales, dejar que esto se pudra y llevarlo a este nivel”, aplicando “la fuerza sobre la población”. “Es para hacerle un monumento a Rajoy”, concluye.

“Aquí no hay diálogo desde la Transición”

Entre los consultados, el único que acepta aparecer con nombres y apellidos es Antoni Abad, presidente de la patronal Cecot. Esta asociación empresarial catalana es una de las que ha apoyado el “paro de país” que se ha producido este martes en Catalunya a modo de movilización por la actuación policial del pasado domingo y los intentos por evitar el referéndum del 1–O.

Abad no oculta que su frustración se dirige sobre todo al Gobierno central, tanto al actual como a los de las últimas décadas: “Aquí hay responsabilidad para todos, pero sobre todo para el presidente del Gobierno de turno. Llevamos décadas sin pactar las inversiones necesarias. No se dialoga desde la Transición”, remata. Entiende que “era inimaginable” que se llegara a finales de septiembre –vísperas del 1–O– sin haber intentado abrir ningún cauce de entendimiento y cree que hace casi una década que “se venía venir” el problema que finalmente ha terminado estallando.

“Los que imaginamos que la racionalidad que sirve para gestionar una empresa puede servir para gestionar un Gobierno no entendemos que el señor Rajoy, director general de España S.A., y sus gerentes, los ministros, no sean capaces de cuidar del día a día, fidelizar a sus clientes y afrontar los problemas”. Admite que una posible declaración unilateral de independencia les “preocupa mucho” y por eso insiste en la “urgencia” de un diálogo, a ser posible mediado por Europa. “Es preciso un pacto social. La falta de diálogo no es admisible en ningún país moderno. Cómo van a permitir un referéndum si no quieren ni dialogar”, opina.

“Sin consecuencias de momento”

Según Abad, que lamenta la pérdida de la “racionalidad y el sentido común”, por el momento no se han podido detectar consecuencias concretas de la tensión política para la actividad económica, más allá de la intervención de las cuentas de la Generalitat por parte del Ministerio de Hacienda. Además de obligar a una “declaración de responsabilidad” a los proveedores del gobierno catalán, estaría suponiendo una parálisis de las partidas presupuestarias, por ejemplo, en centros de innovación e investigación, relata.

Fuentes de la patronal Pimec, que también han apoyado el “paro cívico”, recalcan que su posición es “bastante clara” a favor del derecho a decidir y lamentan tanto la intervención de cuentas de la Generalitat como la “violencia” del pasado domingo 1 de Octubre. Afirman que ha habido un seguimiento del paro cívico del 85% de sus empresas asociadas. Admiten una “cierto nerviosismo” y que están “pendientes” del desarrollo de los acontecimientos, y reclaman diálogo y la intervención de la Comisión Europea.

Según fuentes del sector del comercio dentro de la asociación, “en el día a día” no se ha notado nada la tensión. Tampoco Turisme de Barcelona, que este martes solo ha abierto dos de sus veintidós puntos de información al turista por el “paro de país”, dice haber detectado ninguna “tendencia” preocupante en cuanto al número de visitantes en la Ciudad Condal. “Incluso en la jornada electoral la ciudad marchaba normalmente y las terrazas estaban llenas, excepto en puntos muy concretos”, señalan fuentes de este organismo dependiente del ayuntamiento de Ada Colau.