El Gobierno ha situado como pieza clave en los Presupuestos de 2022 que la recuperación impulse los ingresos tributarios para poder cubrir el aumento del gasto social previsto para el próximo año. Ya se avanzó que el incremento esperado será del 8,1% respecto a la liquidación esperada para este año pero con la presentación de las cuentas en el Congreso de los Diputados, permite acudir al detalle de las distintas partidas. En conjunto, los ingresos tributarios presupuestados para 2022 serán de 232.352 millones de euros, lo que supone un récord de recaudación fiscal en España nunca antes alcanzado.
Los Presupuestos llegan a esta cifra sin hacer prácticamente reformas en ningún impuesto ni a haber aprobado nuevos impuestos. Solo en Sociedades, donde se ha aprobado la inclusión de un 15% de tipo mínimo, pero sus efectos no serán inmediatos en los presupuestos del año que viene. Aun con eso, es este tributo el que más crece, según figura en las cuentas de 2022. Serán 24.477 millones de euros, lo que supone un 11,8% más que en el año anterior. El Gobierno basa esta estimación en la confianza de que los beneficios de las empresas crezcan un 12% el próximo año, amparados en la mejora de la actividad económica. Sin embargo, pese a la mejora, Sociedades queda lejos de los 44.000 millones de euros que llegó a recaudar en 2007.
Los impuestos que sí van a superar sus máximos históricos son el IRPF y el IVA. El gravamen sobre la renta se ha confirmado durante la pandemia como el único que ha resistido por encima de lo que se recaudaba antes de la crisis sanitaria. Es por ello que registra el menor crecimiento esperado entre las grandes figuras fiscales, pese a que se contempla un incremento del 6,7% en la recaudación. Con ello, se superará por primera vez en la historia la barrera de los 100.000 millones de euros de recaudación por IRPF. El Gobierno justifica este crecimiento en el aumento de la renta de los hogares.
En lo que respecta al IVA, este impuesto indirecto también va a marcar en 2022 su máximo histórico, según figura en los Presupuestos presentados este miércoles por el Gobierno en el Congreso. Este impuesto al consumo recaudará el próximo año, si se cumplen las estimaciones del Ejecutivo, más de 75.600 millones de euros, lo que supone un incremento por encima del 9%. Hasta ahora el máximo se fijó en 2019 con unos 71.000 millones de euros. El aumento del gasto sujeto a esta fiscalidad se espera que aumente en un 9%, lo que motivará el avance en la recaudación.
En cuanto al resto de figuras fiscales, el conjunto de los impuestos especiales aportarán 21.843 millones de euros, una cifra algo superior a la de 2019, que había supuesto la mayor recaudación de la historia por este concepto. Al igual que ocurre con el IVA, los componentes de este tributo dependen de manera importante de la evolución del consumo, lo que les había lastrado durante la pandemia su recaudación. Destaca para el próximo año un aumento del 8% en el impuesto sobre bebidas alcohólicas y un 7,3% en el que afecta a la cerveza. Los hidrocarburos crecerán un 7% y las labores del tabaco un 5,5%. Solo caen los impuestos especiales que gravan la electricidad y el carbón.
Los impuestos medioambentales aumentarán un 10,7% la recaudación, hasta los 1.440 millones de euros.
El Gobierno tuvo que realizar la pasada primavera una nueva estimación de la recaudación prevista para este año, con una reducción respecto a lo que se contemplaba en los presupuestos de 2021. El retraso en la recuperación obligó a enviar a Bruselas un nuevo dato de ingresos, menor del inicialmente previsto. Para el próximo año, sin embargo, María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ha asegurado que se trata de una previsión “conservadora” y que incluso es posible que la cifra final pueda ser superior a la prevista.