Prisa ha afirmado este viernes por la noche que su presidente ejecutivo, Juan Luis Cebrián, dejará ese puesto una vez completada una ampliación de capital de 450 millones de euros, vital para su supervivencia. La ampliación ha sido aprobada por el consejo de administración de la editora de El País, en una sesión en la que se esperaba también que se anunciase la sustitución del veterano periodista por el expresidente de Indra, Javier Monzón.
Finalmente, no ha sido así, ya que Monzón, buen amigo de Ana Botín (y que había sido propuesto para el cargo por Banco Santander, uno de los accionistas del grupo, con el respaldo de Telefónica), ha retirado a última hora su candidatura este mismo viernes. Prisa dice que “por el momento” no se ha presentado “candidatura alguna” para el relevo de Cebrián, pero sí confirma que el periodista dará un paso atrás una vez culmine esa ampliación. Lo hará con el grupo en una situación muy complicada, con un valor bursátil de poco más de 260 millones frente a los más de 3.000 millones que tenía cuando fue nombrado presidente ejecutivo en 2012.
Según Prisa, ha sido el propio Cebrián quien “ha propuesto” activar el plan de sucesión del grupo que anunció en la Junta de Accionistas de 2016.
“El relevo del presidente ejecutivo del Grupo tendrá lugar una vez se hayan ejecutado la ampliación de capital y la reestructuración de la deuda, de modo que la compañía cuente con una estructura financiera estable y sostenible”, indica la compañía en una nota de prensa, en la que dice que la ampliación “se encuentra ya comprometida por buena parte de los accionistas de la compañía”.
Esta operación, con derecho de suscripción preferente para los actuales accionistas, es crucial para reequilibrar la situación patrimonial de Prisa, que tiene una deuda de más de 1.500 millones de los que cerca de 1.000 millones le vencen en 2018.
“En paralelo Prisa está negociando con diversas entidades financieras un contrato de aseguramiento para el importe pendiente” en esa ampliación “con el objetivo de asegurar la totalidad de la emisión en el momento de ser lanzada”, señala el grupo en su nota.
Para facilitar el relevo de Cebrián, el consejo de administración ha aprobado una modificación del reglamento del máximo órgano de gestión para que, si así lo decide el presidente o el consejo, uno de los vicepresidentes del grupo (siempre que tenga carácter ejecutivo) pueda asumir “todas las funciones” del presidente ejecutivo presidiendo incluso la Comisión Delegada, la más importante.
Con el cambio reglamentario aprobado este viernes, este último órgano podrá además tener a partir de ahora mayoría de consejeros ejecutivos en el supuesto “de alternancia o sucesión del Presidente del Consejo de Administración, en los cuales el número de consejeros ejecutivos podrá superar al de no ejecutivos por un periodo máximo de 120 días por ejercicio fiscal”. Esto es, cuatro meses en los que Cebrián podría cohabitar como presidente ejecutivo con un vicepresidente como ejecutivo y previsible sucesor.
Se aplaza la junta
El consejo de Prisa también ha decidido aplazar la junta extraordinaria de accionistas que tenía previsto celebrar el próximo 30 de octubre, fecha en la que Cebrián cumplirá 73 años. Finalmente, la asamblea se celebrará el 15 de noviembre.
En ella se someterá a votación la citada ampliación de 450 millones y otra ampliación de 100 millones “dirigida a los acreedores que poseen deuda de la Sociedad y que quieran capitalizarla voluntariamente”. Los socios del grupo también deberán dar el visto bueno a la venta de la filial lusa, Media Capital, al grupo Altice. Esta operación, que todavía tiene que autorizar la Autoridad de la Competencia de Portugal, ha provocado notable rechazo en algunos sectores del país vecino y también es clave para el grupo, tras el fracaso de la venta de Santillana.
En el orden del día, cuyo detalle Prisa publicará próximamente, también figura “la modificación de la política de remuneraciones de los consejeros” para los ejercicios 2017, 2018 y 2019 y “la aprobación de un plan de incentivos extraordinario del Presidente Ejecutivo ligado a la recapitalización y estabilización financiera de la Sociedad”, según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Actualmente, Cebrián tiene firmado por contrato un “complemento de jubilación” de seis millones de euros que puede cobrar cuando finalice su actual contrato, en diciembre de 2018, o antes, “incluso en el caso de una extinción anticipada del mismo”. En su configuración actual, este complemento lo cobraría en caso de despido y sería incompatible “con cualquier otro tipo de indemnización”, según recoge el último informe de retribuciones de Prisa, que fue aprobado con el voto en contra de su mayor accionista, el fondo oportunista Amber, dueño de un 19% y el socio más crítico con la gestión del presidente en el grupo.