La equiparación de los permisos de paternidad y maternidad está, más que nunca, sobre la mesa. Tanto el PSOE, ahora en el Gobierno, como Unidos Podemos registraron hace meses proposiciones de ley para equiparar esos permisos. Este viernes se ha sumado Ciudadanos, que ha registrado su Ley de Conciliación, que también incluye una ampliación de los permisos. Sin embargo, no todas las propuestas son iguales ni podrían tener los mismos efectos. Transferibilidad, simultaneidad y equiparación son las tres palabras que marcan la diferencia entre unos y otros.
La situación actual es clara: 16 semanas de permiso para la madre –las 6 primeras obligatorias y las 10 siguientes voluntarias y transferibles al padre– y 4 semanas (cinco, cuando se aprueben los Presupuestos de 2018). Es decir, los permisos no son iguales y deben cogerse inmediatamente después del parto o la adopción, de manera que ambos progenitores coinciden en sus bajas de forma simultánea.
La madre puede ceder parte de sus 10 semanas voluntarias al padre, aunque los datos muestran que solo el 7% de los progenitores optan por esta modalidad. Lo mismo sucede en el caso de las parejas del mismo sexo: solo uno de los progenitores tiene el derecho de 16 semanas, mientras que la otra persona se queda con 4 semanas.
Unidos Podemos fue el primer grupo en registrar su propuesta. Apuestan por permisos iguales e intransferibles, es decir, 16 semanas para cada progenitor que no pueden cederse sino que se conciben como un derecho individual. Las dos primeras semanas son obligatorias y deberían cogerse inmediatamente después del parto o la adopción. Las siguientes cuatro semanas también son obligatorias pero podrían cogerse en cualquier momento dentro del primer año. El resto, seis semanas, pasan a ser voluntarias (una persona puede decidir no cogerlas, pero en ningún caso se podrían ceder al otro progenitor) y también libres dentro del primer año.
También el PSOE propone la equiparación y la intransferibilidad: cada progenitor tendría para sí 16 semanas. Las 6 primeras semanas serán obligatorias y las 10 siguientes, voluntarias. La diferencia con Unidos Podemos es que su propuesta pasa por que el permiso se coja inmediatamente después del parto o la adopción y no a lo largo de primer año. Eso haría que las bajas tuvieran que ser simultáneas e impedirían que ambos progenitores pudieran turnarse en algún momento en el cuidado.
Para la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPiiNA), el lobby feminista que lleva años planteando esta medida como una de las claves para acabar con la discriminación laboral y la reivindicación de los cuidados, el diseño del PSOE impediría que ambos progenitores se turnen en el cuidado de los hijos. “Necesitamos que hombres y mujeres se quedan solos al cargo del bebé durante los primeros meses. Cuando los hombres se quedan solos en el cuidado dejan de ser espectadores o ayudantes para convertirse en protagonistas de los cuidados”, aseguran.
La propuesta de Unidos Podemos es la más parecida a la que plantea la PPiiNA y que, en palabras de la plataforma, favorecería que, después de compartir unas semanas de baja, ambos progenitores puedan turnarse en el cuidado. Esto, subrayan, ayudará a cambiar los roles de género y, al mismo tiempo, extenderá el periodo en el que el bebé está cuidado por su padres.
Ciudadanos, sin embargo, no cree que los permisos deban ser completamente intransferibles. El partido de Albert Rivera propone 10 semanas intransferibles para cada miembro de la pareja más otras 10 que pueden compartirse y repartirse entre la pareja. En este caso, Ciudadanos también apuesta por que las semanas puedan cogerse de forma flexible a lo largo del primer año, “de forma continua o fraccionada y a tiempo completo o parcial”.
Establecen además un “bonus por corresponsabilidad”: a los progenitores que repartan el permiso de forma equitativa (es decir, 15 semanas cada uno) se les premiará con otras dos semanas, en total, 17 semanas de permiso para cada persona. Sin embargo, esta opción quedaría por debajo en tiempo de lo que sucedería si uno de los miembros de la pareja acumula todas las semanas que pueden cederse: sus diez semanas intransferibles más otras diez semanas transferibles suman veinte semanas de permiso.
La PPiiNA critica que la propuesta contenga una parte de permiso que pueda cederse porque, aseguran, la inercia hará que sigan siendo las mujeres las que cojan la parte transferible y no actúan sobre la desigualdad. “Son reformas regresivas, cuyo efecto sería que las madres cuidaran al bebé el primer año, mientras que los padres no se quedarían a su cargo en ningún momento durante ese periodo”, señalan.