La protección a los parados cae a mínimos de una década

En junio, 2,8 millones de parados tenían derecho a percibir algún tipo de protección. En proporción con el número de desempleados registrados en las oficinas del INEM, esto supone que un 61,98% de los que no tienen empleo están protegidos por algún tipo de subsidio, lo que se conoce como tasa de cobertura.

Este grado de protección a los desempleados está tocando mínimos en 2013, ya que de promedio, entre enero y junio, la tasa se situó en un 62,33%. Esta tasa es la más baja desde 2004 (tomando como referencia el ejercicio completo), cuando 1,26 millones de españoles percibían alguna prestación. Cabe destacar que en aquella España del boom apenas había desempleo (alrededor de 2,1 millones de parados de media, frente a los casi 5 millones que se están registrando este ejercicio), y el paro se perfilaba como “estructural”, esto es, gente que por diversas circunstancias tiene muy difícil encontrar un trabajo, incluso en la bonanza (como colectivos en riesgo de exclusión). El registro histórico que ofrece el ministerio de Empleo respecto a los datos de beneficiarios solo llega hasta 2002.

Además, el número de prestaciones contributivas también se está reduciendo a pasos agigantados, por lo que cada vez más las prestaciones pasan a ser asistenciales. En junio (los datos tienen un mes de decalaje respecto a los del paro registrado), 1,27 millones de españoles cobraban una prestación por la que habían contribuído previamente. Es la cifra más baja desde que comenzó la crisis.

En cuanto a las prestaciones asistenciales, 1,163 millones de personas tenían derecho en junio a un subsidio. También continúa en ascenso el número de desempleados que tiene derecho a cobrar una Renta Activa de Inserción, que es una prestación asistencial ligada a requisitos muy específicos, como ser emigrante retornado, expreso, víctima de violencia de género u otras situaciones de alto riesgo de exclusión. En el último mes con datos, al menos 236.000 personas cobraban estas rentas.