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La izquierda pretende vincular su apoyo al cupo vasco a una reforma justa de la financiación autonómica

Los Gobiernos central y vasco firman el preacuerdo de la Ley del Cupo 2017-2021

Marina Estévez Torreblanca

El Cupo y el Concierto renovados para el País Vasco saldrán adelante el próximo jueves en el Congreso con los votos, previsiblemente, de todos los grupos parlamentarios excepto Ciudadanos y Compromís. Pese al amplio respaldo, será menor que el obtenido en la anterior ocasión en el que se negoció la relación fiscal entre las comunidades forales y el resto del Estado. Y se aprueba en pleno debate sobre la reforma del modelo de financiación autonómica, que afecta al resto de las comunidades autónomas y cuyos trabajos están en marcha. La petición de una financiación autonómica justa ha provocado una multitudinaria manifestación en la Comunidad Valenciana.

El trámite parlamentario permitirá al PP cumplir con uno de sus principales compromisos con el PNV, cuyos votos necesitaría para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2018, y con los que espera contar una vez amaine la cuestión catalana tras las elecciones del 21 de diciembre. Ambas formaciones han diferenciado en todo momento estas iniciativas parlamentarias, pero otros portavoces sí que las vinculan, pese a mostrarse dispuestos a apoyar el acuerdo.

Además de “ayudar” al PP y al Gobierno en este asunto del que podría depender la gobernabilidad, las formaciones de izquierda en el Congreso se enfrentan a otra presunta contradicción: según denuncian economistas y políticos de distintas autonomías, incluido el propio grupo de expertos sobre la reforma de la financiación autonómica, el Concierto y el Cupo son insolidarios con el resto de las comunidades. Sin embargo, para el PNV, “Euskadi aporta por encima de su peso demográfico y de su peso en el conjunto del PIB”, en palabras del portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka. Y lamenta que algunos partidos políticos estén recurriendo a “críticas injustas” a este instrumento financiero con el objetivo de “predisponer” a la sociedad española contra la “singularidad” del autogobierno vasco.

¿Qué son el Concierto y el Cupo?

El Concierto es la capacidad del País Vasco, recogida en la Constitución, de regular y recaudar sus impuestos y está blindado legalmente. El Cupo es la cantidad negociada con el Estado que deben pagar estas dos comunidades por las competencias no transferidas y en concepto de solidaridad entre autonomías y se negocia cada cinco años. Según el acuerdo alcanzado entre los gobiernos vasco y español, en los próximos cinco años Euskadi pagará, de manera provisional, 1.300 millones de euros como base de aquí a 2022. Esta cantidad estará matizada por los 1.400 millones que el Gobierno ha aceptado devolver en concepto de atrasos desde 2007.

Según el PNV, el País Vasco aporta al Estado un 6,24% del presupuesto de las políticas que son de competencia estatal, cuando el peso demográfico de la comunidad autónoma es de un 4,6% del total, y su aportación al Producto Interior Bruto (PIB) estatal es de un 6,1%.

¿Cuál es la postura del PSOE?

El Partido Socialista, que gobierna en el País Vasco junto al PNV, apoyará los dos proyectos de ley que se debaten el jueves en el Congreso sobre Cupo y Concierto. Esta misma semana, motivada por la coincidencia temporal de la aprobación del Cupo y la movilización en la Comunidad Valenciana contra su infrafinanciación, la Ejecutiva socialista ha aprobado, reunida en Valencia, una resolución sobre financiación autonómica y local. En ella reclaman una reforma justa del sistema de ingresos y gastos autonómicos paralela a la renovación del Cupo. Pedro Sánchez y el presidente valenciano, Ximo Puig, dieron un ultimátum al Gobierno para que esa propuesta de financiación autonómica esté sobre la mesa antes del 31 de diciembre de este año.

Cerrar esta reforma antes de fin de año se antoja imposible, ya que los trabajos están en marcha, pero sus trámites se alargarán como mínimo varios meses, y la financiación vasca se aprobará este jueves. “Si el PP tiene prisa para aprobar el Cupo, tendría que tenerla para sacar adelante el nuevo modelo de financiación, que debe estar este año sobre la mesa con condiciones de la igualdad entre españoles y de la suficiencia financiera”, explica a eldiario.es el asesor económico de Pedro Sánchez, Manuel Escudero. A su juicio, el modelo de Cupo debe “empezar a perfeccionarse” a través del diálogo “pero no queremos quemar etapas”, explica.

Por su parte, fuentes de la Consejería de Hacienda del gobierno andaluz, presidido por Susana Díaz afirman que “si hay dinero para las comunidades muy bien financiadas”, como el País Vasco y Navarra, “llama la atención que no lo haya para las que estamos muy mal financiadas”.

Por ello, los socialistas de las comunidades con peor financiación, especialmente Andalucía y Comunidad Valenciana, defienden que se “acompase” la aprobación del Cupo vasco con la reforma de la financiación autonómica. En la reunión de grupo parlamentario, los diputados andaluces prefirieron no defender esa posición para que no se entendiera como un reproche a la dirección, pero los valencianos Herick Campos y Ciprià Císcar sí sacaron a relucir ese tema. Consideran que el PSOE debe redoblar la presión sobre el Gobierno en cuanto a la financiación autonómica aprovechando el debate del Cupo. Los presidentes socialistas necesitan sacar la cabeza en este asunto de cara a su electorado.

En el PSOE admiten que el Cupo es un hecho diferencial, que respetan por estar reconocido en la Constitución. Ahora bien, muestran su malestar ante “la dejación” de Rajoy sobre la financiación autonómica. Fuentes socialistas admiten que el Gobierno necesita sacar adelante el Cupo por sus compromisos con el PNV y conseguir así sacar adelante los presupuestos que, por otro lado, vienen bien a las comunidades autónomas que presiden los socialistas. Pero consideran que el PSOE no puede dejar expedito el camino al Ejecutivo sin poner en valor una de sus principales reclamaciones. Esa situación obligó a Sánchez a trasladarse a Valencia, reforzar su discurso sobre financiación autonómica y apoyar al Gobierno de Ximo Puig justo después de la multitudinaria manifestación del sábado.

Unidos Podemos afirma que el Cupo es “solidario”

La diputada de Unidos Podemos-En Comú-en Marea Nagua Alba, explica que su grupo también votará a favor del acuerdo del Cupo y el Concierto porque siempre han defendido “el derecho de gobernarse a sí mismos”. “Votaremos sí porque es un derecho de la ciudadanía vasca”, explica. En todo caso, cree que ello “nunca puede ir en detrimento de una financiación justa y eficiente para el resto de las comunidades, y para que todas las autonomías tengan mejores servicios públicos. No hay que igualar a la baja”.

Pese al anunciado apoyo a las leyes que se van a debatir, lamenta que se trate de un “acuerdo de partidos, el PP y el PNV, y no de gobiernos”. “Se ha usado a los vascos como moneda de cambio en la negociación presupuestaria”, dice.

Preguntada por las críticas a los mecanismos de redistribución del Cupo vasco, afirma que en opinión de Unidos Podemos “el cupo es solidario”, aunque hay un “déficit de transparencia” en su cálculo que da lugar a “mucha confusión y malentendidos”. Según su relato, el apoyo a estas leyes ha sido generalizado dentro de la formación, tanto en la dirección vasca como en la nacional.

Compromís duda de los “cálculos electoralistas” de otras formaciones

El diputado de Compromís Ignasi Candela argumenta su rechazo a las leyes del Cupo y el Concierto en que “Euskadi pasa a ser una comunidad autónoma que no aporta” y en que se niegan a ayudar al PP a que acabe aprobando los Presupuestos Generales del Estado de 2018. “Discrepo del PSOE y de Unidos Podemos porque toda la política pública debe ir dirigida a redistribuir más la riqueza y a reducir las desigualdades. No entiendo sus posiciones aunque creo que puede haber un cálculo electoralista”, dice a eldiario.es.

En todo caso, separa la postura de Compromís de la de Ciudadanos, la formación junto a la que rechazarán el Cupo y el Concierto: “ellos quieres una recentralización y nosotros una descentralización, pero más justa”, afirma.

La enmienda a la totalidad de Ciudadanos

La formación de Albert Rivera cree que el PP y el PSOE están “intercambiando cromos” con los nacionalistas vascos “en un cuarto oscuro”. A juicio de este político, el Cupo tiene que ser “justo, transparente” y ajustado a derecho, y corresponder a la aportación que tiene que hacer el País Vasco al resto de España. Esta comunidad es la segunda en renta per cápita, pero acaba siendo receptora de fondos como si fuera un territorio “pobre”. Para el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, Ciudadanos está intentando utilizar el cupo vasco como “elemento de confrontación electoral”. El próximo jueves el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, deberá rebatir los argumentos de su socio de gobierno.

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