Los cien recortes de Tsipras para ganarse el favor de la Troika
El Ejecutivo de Syriza ha elaborado un argumentario dirigido a sus acreedores, al que ha tenido acceso eldiario.es, que contiene una batería con 100 medidas aprobadas o en marcha para convencerlos de que el país ha hecho los suficientes sacrificios en seis meses (pensiones, impuestos varios, reforma administrativa, liberalización de algunos sectores, facilidades al desahucio…) como para enderezar el declive económico (mejores perspectivas para el crecimiento, ligera caída del paro, mayor recaudación fiscal). El fin último es la apertura inmediata una vía para discutir un alivio a la deuda griega, alivio del que nadie habla en las instituciones europeas.
El contenido del borrador, titulado 'Reformas clave y medidas relativas al acuerdo del 12 de julio [en realidad fue el día 13 por la mañana] y la firma de un nuevo acuerdo de Grecia con las instituciones' rezuma optimismo en sus 14 páginas. La formación izquierdista entiende que el sacrificio no habrá merecido la pena si a cambio no hay una revisión importante de la deuda pública helena, que roza el 200% del PIB. Así lo confirman miembros del equipo del titular de Finanzas, Euclides Tsakalotos, a este medio.
El 12 de enero el ministro de Trabajo, Yorgos Katrúgalos, afirmó en una entrevista con The Wall Street Journal que Grecia tenía que perseguir unos objetivos en acuerdo con el crecimiento económico del país y no con las imposiciones de la Troika. “Puede que no ganáramos una batalla. Pero la guerra continúa”, avisó Katrúgalos, subrayando que la rebeldía dentro de Syriza con el orden establecido sigue viva.
En cualquier caso, la entrada del FMI en el tercer rescate griego tras abandonar las negociaciones en medio de la crisis de la deuda soberana helena del pasado verano garantiza dos cosas: de una parte las peticiones de reforma serán más duras; de otra, el Fondo acepta una revisión, e incluso una quita, de la deuda pública.
Este es un resumen de las medidas más importantes adoptadas por los dos Ejecutivos de Tsipras: el que va desde el acuerdo del 13 de julio hasta las elecciones del 20 de septiembre, y el que se constituyó desde entonces.
Julio
Ya en el terrible borrador del Eurogrupo pactado la víspera del acuerdo del 13 de ese mes había puntos que tenían que ser aplicados de manera inmediata. Se adoptó la llamada Directiva BBRD de la UE para mejorar la recapitalización bancaria, pero además se aprobaron una suerte de reforma de la seguridad social y las pensiones que después ha sido ampliada: se aumentaron las cotizaciones para la cobertura sanitaria y las pensiones complementarias, lo que permitió ahorrar un 1% del PIB en el sistema de Seguridad Social heleno; igualmente se acordó un plan para acelerar el retraso en la edad de jubilación a partir de 2023; y también se tocaron otros puntos, como la tasa al lujo sobre las embarcaciones marinas con fines recreativos y las piscinas.
Agosto
Con Syriza dividida entre partidarios de Tsipras y Yannis Varufakis, la dimisión del primer ministro el 20 de agosto dio lugar a nuevas elecciones el 20 de septiembre. Antes de la campaña, el Ejecutivo pudo sacar adelante recortes clave: cambios en la estructura direccional del fondo de deuda heleno, bancos y fondos de pensiones; gravamen al tonelaje transportado por los grandes navieros; eliminación gradual de ventajas fiscales para los granjeros (como la exención para el uso de combustible); mayor control de vehículos no matriculados… Un punto especialmente polémico fue el aumento del IVA para los productos y servicios de las islas turísticas del Mar Egeo. Tampoco pasaron desapercibidas el nuevo cómputo para calcular la pensión mínima en el sector público y privado, la liberalización del mercado gasístico, la apertura a la competencia de algunos sectores profesionales y la adopción de medidas contra la corrupción.
Octubre-Noviembre
El 20 de septiembre Tsipras reeditó su victoria de enero de 2014, obteniendo más de un 35% de los votos, y se zafó del sector antieuro de su bancada, encabezado por Panayiotis Lafazanis y apoyado desde la distancia por Varufakis. Desde entonces, el primer ministro ha tenido vía libre para continuar con la austeridad sin oposición interna.
Destaca sobre todo una medida que afecta a la primera vivienda, de la que por primera vez se podrá ser desahuciado por exceso de deudas (Syriza arrancó una moratoria de cinco años a la Troika). Pero hay muchas más: la entrada en vigor de un código de buena conducta entre entidades financieras y prestatarios; la creación de un Consejo Gubernamental para la Deuda Privada, que permita estudiar los casos de insolvencia caso por caso; reembolso total de los impagos y atrasos adeudados por las Administraciones Públicas; aumento de los impuestos a los juegos de azar y online; una reforma fiscal del sector agrícola para atajar casos de fraude; retrasar la jubilación de los funcionarios y eliminar las prejubilaciones de este colectivo; revisión y apertura del sector farmacéutico; sanciones criminales para los casos de evasión y fraude fiscal; reforma (liberalización) de los transportes atenienses; reforma de las tasas notariales; incrementar la lucha contra el fraude en el combustible…
Diciembre
En diciembre se cerraron asimismo múltiples acuerdos, pero el ruido mediático que despertaron (o al menos fuera de Grecia) fue infinitamente más bajo que la tensión vivida el primer semestre de 2015 con el colofón de julio. Se aprobaron medidas para asegurar la recaudación fiscal y para combatir el fraude en el pago del IVA; revisión a la baja del precio de las recetas y medicamentos; adopción de medidas para facilitar el pago de los prestatarios a la banca en caso de dificultades o imprevistos; simplificación de los procedimientos jurídicos en caso de litigio deudor-acreedor para evitar colapsar el sistema judicial; un nuevo plan para el fondo de privatizaciones de cara a 2016 (año en que debe de completarse la compra de 14 aeropuertos griegos por Fraport, que es el grupo que gestiona la potente terminal de Fráncfort, así como la privatización de El Pireo); revisión de las tablas salariales en el sector público, tratando de ajustarla a la austeridad y basándola en criterios de productividad.