Fomento ha anunciado que suprimirá 48 líneas ferroviarias de media distancia de Renfe. Reducirá también un tercio de la oferta en otras 127 líneas de este segmento. Objetivo, ahorrar 86,5 millones, aunque dejará a 1,65 millones de pasajeros en tierra. El gestor de las infraestructuras ferroviarias, Adif, saca a subasta las tres primeras estaciones en un programa de venta que afectará a 400 apeaderos de los 1.600 con que cuenta en el conjunto de la red.
La ministra Ana Pastor y las empresas ferroviarias que dependen de su departamento no se aplican en nada que antes no hayan realizado sus predecesores. La novedad es que ahora se presenta la medida como una muestra de gestión eficiente en el marco de la política de austeridad y disminución del gasto público que pregona el Gobierno.
La red ferroviaria española no ha hecho sino encoger desde que en 1959 llegara a su máxima longitud con 18.139 kilómetros, según datos del anuario del Ministerio de Fomento.
Desde entonces todos los gobiernos de la dictadura y la democracia se han aplicado en un esfuerzo de reducción que, a fecha de hoy, sitúa la extensión de esta infraestructura en 15.169 kilómetros, según fuentes oficiales de Adif.
El empeño de minimizar la red y los servicios ferroviarios que ahora se conocen como “convencionales” no ha sido contradictorio con el gran proyecto de creación y engrandecimiento de la red del tren de alta velocidad que se inició en 1986 y cuya primera línea, entre Madrid y Sevilla fue inaugurada en 1992. Dos décadas después, el AVE cuenta en España con unas infraestructuras, todas de nueva construcción, de 2.400 kilómetros en las que se han invertido unos 34.000 millones de euros.
Liquidación de la red convencional
Liquidación de la red convencionalDesde la década de los 60 del pasado siglo se han clausurado 5.370 kilómetros de vías férreas. Una parte muy significativa de esta reducción se ha realizado durante el período democrático. Así, comparando los 15.723 kilómetros con que contaba la red en 1978, según el anuario de Fomento, con la extensión reconocida por Adif, obtenemos que en los últimos 35 años se ha reducido la red convencional en 2.954 kilómetros, mientras que se construían los 2.400 kilómetros del AVE.
Las estadísticas sobre el número de pasajeros por estaciones recogidas en el anuario del Ferrocarril nos dan una idea nítida de cuáles son los territorios que se han quedado sin servicio ferroviario, o en el que es meramente testimonial, del mismo modo que reflejan cuáles son las ciudades y los colectivos sociales que se benefician de los servicios restantes del “tren convencional” y, sobre todo, del AVE.
Según los últimos datos públicos correspondientes a 2011, las cinco estaciones con mayor número de pasajeros en servicios de media y larga distancia (se excluyen cercanías) concentraron más del 57% de los pasajeros de toda la red ferroviaria española: 26 millones sobre un total de 45,2 millones de usuarios. Estas estaciones son las de Madrid-Atocha y Chamartín, Barcelona-Sants, Valencia-Joaquín Sorolla y Sevilla-Santa Justa, todas ellas de la red del AVE.
Ampliando un poco más el abanico, las 25 estaciones con mayor tráfico suman el 88% del tráfico, siempre según el anuario del Ferrocarril. De ellas 12 son de la red del AVE y otras 13 de la red convencional. El ferrocarril español cuenta con unas 1.600 estaciones de tren, por lo que los más de 1.500 apeaderos de menor tráfico se reparten los 5,4 millones de pasajeros restantes.
Las cifras de viajeros en las estaciones más pequeñas son tan insignificantes que a efectos estadísticos el anuario del Ferrocarril solo toma en consideración 189. De los apeaderos en las capitales de provincias con tren, el anuario solo analiza 22 ciudades. Las dos últimas de la lista son Oviedo y Granada, cada una con 230.000 pasajeros durante todo 2011. Las restantes capitales ni siquiera alcanzan esa cifra y, por tanto, no se las tiene en cuenta en las estadísticas.
Privatización y venta
En esta carrera por liquidar la red convencional, el gestor de esta infraestructura, Adif, ha anunciado recientemente que tiene previsto sacar a la venta 1.500 activos inmobiliarios de su patrimonio. De ellos, 400 son estaciones y el resto terrenos que en su día dieron servicio al tren.
La ministra de Fomento, en sus intervenciones para justificar la nueva reducción de la red convencional, argumenta que el escaso número de pasajeros en las líneas que se reducen o eliminan no justifica la existencia de unos trenes que siempre van medio vacíos. Cuantos menos pasajeros, menos trenes, cuantos menos trenes, menos red y cuanta menos red menos pasajeros.
El anuario del ferrocarril también tiene datos que avalan este fenómeno que, en medio siglo, está reduciendo al tren convencional a casi nada. En 2003 las 25 estaciones ferroviarias con más tráfico copaban 27,7 millones de pasajeros, mientras en 2011 su tránsito había crecido hasta 39,7 millones de viajeros. En el lado opuesto, las estaciones restantes (en número superior a 1.500) pasaron de 8,7 millones de viajeros en 2003, a 5,5 en 2011. Ahora Fomento reduce nuevamente los servicios y 1,86 millones de pasajeros más se quedan sin servicio.
Al final, las pequeñas ciudades se quedan sin tren.