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La reforma fiscal de Montoro en año electoral redujo la recaudación por IRPF en 4.813 millones

EFE

Madrid —

La reforma fiscal que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, puso en marcha el año pasado, en vísperas de las elecciones generales de diciembre, tuvo un impacto negativo de 4.813 millones de euros en la recaudación del IRPF de 2015. De esa cifra, 3.822 millones procedieron de la rebaja del tipo en las retenciones del trabajo, según el informe anual de recaudación 2015 que elabora la Agencia Tributaria (AEAT).

El resto de partidas tuvo una repercusión menor, ya que 453 millones fueron consecuencia de la disminución del tipo sobre actividades profesionales, 271 de las retenciones de capital y 267 millones por las nuevas deducciones anticipadas a familias numerosas y dependientes.

La reforma fiscal de 2015 simplificó los tramos que pagan los contribuyentes en función de su renta (pasaron de 7 a 5) y vino acompañada de una rebaja de tipos que benefició sobre todo a las rentas bajas (menos de 20.000 euros brutos anuales) y las muy altas (más de 120.000 euros).

Fuera de la reforma fiscal, por el IRPF se recibieron en 2015 ingresos adicionales de 349 millones por retenciones derivadas de la recuperación de la paga extra de 2012 por parte de los empleados públicos, que comenzó a producirse el año pasado.

La eliminación en 2013 de la deducción por compra de vivienda tuvo un impacto positivo de 90 millones, frente al signo negativo de 16 millones que supusieron las medidas de apoyo a los emprendedores.

Todo ello implicó que el efecto negativo sobre la recaudación de los distintos cambios normativos del IRPF fuera de 4.390 millones.

En el impuesto sobre sociedades los cambios normativos tuvieron un impacto negativo de 3.041 millones.

El efecto de la reforma se elevó a los 1.089 millones (974 millones en los pagos fraccionados y 115 en las retenciones del capital).

También destacan los efectos negativos de 1.871 millones en la recaudación de la supresión de la limitación en la posibilidad de deducir los gastos de amortización; de 46 millones en el comienzo en 2015 de la reversión de las cantidades que no pudieron deducirse en 2013 y 2014; y de 29 millones de la reducción en el tipo de las nuevas empresas.

Además, la reforma supuso unos menores ingresos en el impuesto sobre la renta de los no residentes (IRNR) por valor de 82 millones.

El impuesto sobre el valor añadido (IVA) no experimentó cambios esenciales, aunque la recaudación sí se vio afectada por algunas modificaciones legales o de gestión.

El mayor impacto vino del cambio en la forma de liquidación del IVA de importación. El nuevo régimen que comenzó en 2015 implicó que parte de los ingresos por importaciones que antes se liquidaban en Aduana se recuperaban, unos meses después, a través de menores devoluciones, lo que hizo que estos ingresos se trasladaran a 2016. Por ello se produjo una merma de 1.162 millones en la recaudación de 2015, que se recuperaron en los primeros meses de 2016.

En sentido inverso, la introducción en 2014 del régimen de IVA de caja provocó un traslado de ingresos a 2015 por valor de 65 millones.

El único cambio en el gravamen fue la elevación del tipo en algunos productos sanitarios y en operaciones de notarios y registradores para armonizarlo con el resto de la UE, lo que generó ingresos extra por importe de 387 millones.

Respecto a las previsiones presupuestarias sobre los ingresos en 2015 hubo un desvío negativo de 4.103 millones.

Los principales desfases negativos se dieron en el impuesto sobre sociedades (2.928 millones), en el impuesto sobre hidrocarburos (912 millones) y en el IRPF (611 millones).